LOS PERIODISTAS OBREROS VAN AL PARAÍSO.

El caso de Julio Bazán, un mediocre notero de TN (cuyo mayor mérito fue estar en Roma el día que designaron a Bergoglio como Papa, porque Canal 13 no se lo imaginó), es otro de los que quieren ser mas papistas que el Obispo de Roma (ya que estamos), tratando de superar los propios objetivos que se le imponen.

Y si repasamos la grilla de las señales de radio y de TV abierta que esán bajo la órbita de Clarín, tenemos una multitud de ejemplos de "periodistas" que intentan poner en su boca el bocadillo que tendría Magnetto. La retribución de tener trabajo y un recibo de haberes acomodado, los lleva a tratar de superar a sus colegas y a sí mismos, perdiendo el único capital que pueden llega a tener en su trabajo cual es la credibilidad.

Porque si nos ponemos a verlos, leerlos o escucharlos, podremos presenciar el triste papel de cagatintas que desarrollan, sin que sepamos de la existencia de un pariente o amigo que les diga:"che, no será mucho?"

Y el mote de "independiente" que desde la directiva del medio les han puesto, haría sonrojar a cualquier principiante que haya pasado por aulas formativas en la profesión de Moreno (Mariano). Pero Lobo, Bazán, Maciel, Otero, Lapegüe, Markic, Borghi, Lopreite, Gil Vidal, etc., etc. (por no mencionar a los popes, titulares de acciones), no tienen ese problema. Esa cuenta sueldo y la pantalla prendida en oficinas, bancos y bares con sus caras de piedra, y ayudadas por zócalos infames, son la causa del atentado al código deontológico del periodismo (respecto a la verdad, estar abierto a la investigación de los hechos, respeto a la presunción de inocencia, rectificar informaciones erróneas, distinguir entre opinión e información, confrontar distintas versiones, chequear con distintas fuentes, etc.).

En fin, es otra vuelta de página de un diario que leemos cotidianamente. Bazán: quedate tranquilo. No vas a pasar a la historia. Ni siquiera por alcahuete.