jueves, 24 de abril de 2014

MENOS MAL QUE MAJUL NO LEE LIBROS DE COCINA


(*)

Mauricio Macri y Elisa Carrió coinciden, antes que nada, en una cosa (en dos: a ninguno de los dos les gusta levantarse temprano, ni laburar): si las organizaciones que integran no logran un acuerdo antes de las PASO, es muy probable que no haya segunda vuelta para ninguno de los dos, porque los que competirán por la presidencia en diciembre de 2015 serán Sergio Massa y Daniel Scioli. (ah, era eso. Entonces coinciden con varios millones de personas que se dan cuenta de lo mismo) En realidad, más convencida que Macri está Carrió, porque ya perdió varias veces contra esa tremenda máquina que es el peronismo cuando trabaja para retener el poder. (sobre todo porque ella es una tremenda máquina de escaparle al poder) Pícara y gran comunicadora, ahora Carrió tradujo su propia necesidad en una frase contundente: "Más allá de la ideología está la república". (y el sueldo en el Congreso, y los viajes a Punta del Este) Macri, en cambio, todavía cree que podría entrar al ballottage, envalentonado por la última subida en las encuestas nacionales. (así le va, cuando faltan un par de semanas para el cierre de listas lo despiertan, y se termina bajando)
Contra lo que sostienen dirigentes honestos como Margarita Stolbizer (bastante boluda, pero honesta, ponéle que sí), del Frente Amplio Progresista, o intelectuales serios, como Alejandro Katz, (¿quién?) tiendo a creer que el principal obstáculo para una coalición con Macri no es la ideología, ni la identidad cultural, sino las personas. Binner, por ejemplo, es un dirigente considerado "buena persona". (¿por qué las comillas, estás leyendo la ficha del sicólogo de Hermes?) Sin embargo, es también muy dogmático y poco flexible. (es verdad: camina y se mueve como si se hubiera tragado un barril de Voligoma) Binner percibe a Macri como un límite moral e ideológico que jamás podría sobrepasar. (lo trata bien entonces: la mayoría lo percibimos como un pelotudazo) Sin embargo, cuando algunas de las personas que más lo conocen le preguntan por sus diferencias de fondo con el jefe de gobierno de la ciudad, no sabe qué responder. (le pasa seguido, hablando de cualquier tema, no te preocupés) Y menos sabe qué decir cuando le piden que compare la gestión de Macri en la ciudad con las gestiones del Partido Socialista en Rosario o en la provincia de Santa Fe. (es que está buscando las diferencias, y no las encuentra, le cuesta trabajo. Ah, no, pará: en Buenos Aires no ponen gente con zancos y mimos en los semáforos a repartir folletos) 
Un gran artista identificado con UNEN, cuya identidad mantendré en reserva, (Campanella) me contó que tuvo una larga conversación con Binner sobre el asunto. El artista le habló, por ejemplo, del fuerte apoyo que le dio el ex presidente de Boca a la gestión cultural de su ministro Hernán Lombardi, un radical que no les pregunta a los artistas que trabajan en los centros culturales de la ciudad a qué partido pertenecen. (y también la cuenta de Twitter racista, homofóbica y nazi de la doctora Pignatta) El artista le explicó a Binner que las críticas que había realizado desde su cuenta de Twitter contra el gobierno porteño no fueron respondidas con descalificaciones personales. (a lo mejor porque en el PRO son tan burros que no entrendieron lo que quiso decir) Comentó lo bien que les había caído a otros compañeros de centroizquierda una charla organizada, tiempo atrás, por el Club Político Argentino, (terrible rejunte de gorilas) en la que Macri se aguantó fuertes cuestionamientos. (sí, le reclamaban como puede ser que todavía no haya gaseado las villas con la Metropolitana) Pero al ex gobernador de Santa Fe nada de eso pareció conmoverlo. (por ahí si probaban hablándole de viáticos o de apoyar a Capriles, la cosa cambiaba) Sólo musitó: "Somos diferentes. Venimos de distintas historias políticas". Al artista, (Campanella) que firmó solicitadas a favor de la candidatura presidencial de Binner, la respuesta de su líder le pareció discriminatoria. Y políticamente vieja. (obvio, desde que cayó el muro somos todos iguales, desde Fidel Castro a Bush) Otro referente social que trabaja con Carrió en la provincia de Buenos Aires (Toty Flores, el equeco que trabaja de piquetero cama adentro para la gorda) me dijo: "Binner tiene el mismo prejuicio que Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín. Es como si la figura de Macri fuera necesaria para explicar que ellos son más buenos y mejores". (una necesidad creciente: cada vez más gente a la que, cuando le dicen que es boluda, contesta: "¿boludo yo? ¿qué queda para Macri entonces?")
Más modernas aparecen figuras como Martín Lousteau e incluso Rodolfo Terragno, (Terragno es más moderno...que Tutankamón) activo participante de la fracasada experiencia de la Alianza, (lo cual lo inhabilitaría ya de por sí para poder seguir reincidiendo en política: no es algo que alguien pondría en su currículum, esperando que lo voten) pero uno de los pocos dirigentes con capacidad de autocrítica pública (la debe hacer de madrugada en una plaza, porque mucho no se nota) y escasa inclinación por los negocios personales. (y más escasas aptitudes aun) Todos ellos muestran vocación por construir una alternativa de poder, reivindicando las diferencias, pero acordando puntos básicos para gobernar sin que el proyecto explote antes de tiempo. (claro, que por lo menos dure una semana digamos) Lo mismo, aunque formen parte de otra generación, piensan Julio Cobos, Ernesto Sanz, Oscar Aguad y Ricardo Gil Lavedra. (los únicos de la misma generación que Terragno serían Pino Solanas y Fayt) En su historia personal y política pesa, más que cualquier otra cosa, el daño que, dicen, hizo el peronismo a las instituciones y también al país, desde 1983 hasta ahora mismo. (ojo, están los que piensan que el daño se remonta a 1945) "Prefiero acordar un gobierno de coalición con Macri, con todas las diferencias que podemos tener, a soportar otra década más de peronismo en el poder", me dijo uno de ellos. (Aguad, que soportaba mejor a Menéndez) Ése es el gran fantasma que agita Carrió en las charlas que ya agendó con las principales figuras de la primera y la segunda línea de UNEN. (que alivio: por un momento pensamos que agitaba el fantasma de desnudarse si no hacen lo que ella quiere) "Con otro turno de peronismo, la Argentina será más corrupta, más narco y más violenta", repite. (en cambio con otro turno de Alianza, los daños se limitarían a 39 muertos en una plaza, por la represión) Ella quiere una foto con la senadora nacional Gabriela Michetti, la dirigente con mejor imagen después de Massa. (esta es la parte que tenés que poner para que a tu mujer la elijan la empleada del mes) Quizá la consiga cuando presente su libro este fin de semana en Mar del Plata. (que se llamará "Tener un lindo culo no es todo, pero ayuda")
Carrió es otro ejemplo de que el principal obstáculo para consolidar un acuerdo con Macri no es ideológico, sino que tiene más que ver con los estilos personales. (y los problemas mentales) Ella ahora aparece como la principal interesada en construirlo, pero hasta hace poco hablaba pestes de Macri, en público y en privado, casi con la misma intensidad con la que desde hace años denuncia a Néstor y Cristina Kirchner. (bueno tanto así no, no exageres) Carrió se presenta como la defensora número uno de la república, las instituciones y la tolerancia, (pero en esa última parte viene floja la defensa: le llenan la canasta todos los partidos. Menos mal que Sabella no la lleva al Mundial) pero cuando un periodista le hace preguntas incómodas, deja de atenderle el teléfono y lo coloca en el freezer, (¿para comérselo más tarde?) igual que hacían los Kirchner antes de empezar a perseguir a los profesionales críticos. (¿no era mejor estar en el freezer a que te persigan, o cuando te alcanzan te meten en el freezer, como a los patos o las perdices?)
Macri, cuyo ego no es más pequeño que el de Carrió (por razones obvias, otras partes no son comparables), desconfía de la diputada nacional precisamente por eso. Ya le mandó a decir que no va a tener ningún problema en sentarse a hablar con ella, pero antes quiere limpiar el terreno de las malezas (eso, que haga por lo menos parte de su laburo de intendente: que corte los yuyos aunque sea) crecidas a fuerza de recelos mutuos. El jefe de Pro todavía tiene pendiente la asignatura "Competencia de egos" para recibirse de dirigente político maduro. (a Macri le falta una sola materia: la materia gris) Sus diferencias personales, más que políticas, con Francisco de Narváez, le impidieron acumular más votos y poder para negociar hoy en mejores condiciones. (pero rosqueando con Massa le fue mejor, y metió 3 ó 4 diputados) Fueron también las enormes diferencias personales entre Fernando de la Rúa y Carlos "Chacho" Álvarez las que hicieron explotar la Alianza, además del contexto internacional y la evidente ineptitud del ex presidente. (esto último debería ir al principio, pero tan evidente no sería porque cuando lo votaron lo consideraban un estadista) En este sentido, el peronismo no tiene ningún prurito: en él pueden convivir dirigentes de extrema derecha con ex combatientes de la guerrilla montonera; (claro, era mejor cuando se cagaban a tiros, como en Ezeiza) pueden aparecer a los besos las mismas personas que hasta hace cinco minutos estaban peleadas a muerte; (como van camino a hacer Macri y Carrió. Si Lousteau es -según vos- uno de los mejores, y fue a la Expoagro ¿de qué te asombrás?) incluso Massa y Scioli podrían confluir en un mismo espacio, si estuvieran seguros de que Macri y UNEN lograrían poner en riesgo sus respectivas carreras hacia la presidencia. (sobre todo porque ninguno de los dos sería ex combatiente de la guerrilla montonera, a menos por lo que se sabe hasta ahora) 
Egos revueltos es el título de un exquisito libro escrito por el español Juan Cruz. Cuenta historias personales y literarias de escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Günter Grass y Camilo José Cela, a quienes el autor tuvo el privilegio de conocer y editar. Siempre quise usar ese título para alguna nota. El ruido alrededor del lanzamiento de UNEN me dio una buena oportunidad. (esta aclaración en realidad no le interesa a nadie, aunque menos mal que no leés libros de cocina, sino la columna se iba a llamar "Los huevos revueltos de Macri y de Carrió", y quedaba medio feo) 
(*) Las negritas son nuestras, el original acá

5 comentarios:

  1. la perseverancia de Majul escribiendo artículos cada vez más "revoltijeados" es notable. Como que lo empiezo a admirar, vean....

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  2. Lo que está claro es que hablás con el tipo aunque sea en un baño público, y terminás citado como fuente en una columna

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  3. ¿A Majul le pagan por estas notas? Después nos quejamos que el país no sale adelante...

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  4. Quedése tranquilo Barullo que cobrar, cobra. A lo mejor no tanto como quisiera, pero cobra

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  5. Cuando Carrio habla de corrupcion,narcotrafico y demases que le adjudica al gobierno ,lo hace por que tiene fueros y puede decir cualquier barbaridad. Cuando el Cabezon le hizo juicio por eso mismo,reculo en chancletas.

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