El Padre Villero, el Padre de Comunicaciones, el Padre Carlos, el compañero Carlos, Mugica o simplemente Carlos. De muchas formas se lo nombraba a este cura, portador de un especial carisma que nos obnubilaba de niños y nos hacía prestarle atención cada vez que lo veíamos en algún noticiero o programa de la época.
Era un referente y su mensaje cristiano siempre estaba impregnado de la búsqueda de justicia, de equidad y de terminar con la pasividad para ser rebelde entre los rebeldes, todo desde el amor y, en especial, a los más necesitados.
Como dijo ayer Cristina, Mugica pertenecía a la villa, a pesar de su origen en una familia conservadora y de economía holgada. Y se hizo peronista después de la caída de Perón. Y se hizo revolucionario después del Concilio Vaticano II, despertando en él ese espíritu tercermundista que lo llevó a misionar más allá de las villas, para quienes, quizá, más necesitaban de él: los jóvenes de la época.
Y esa misión la emprendió en la comunicación. Supo comunicar con la palabra justa, sin pelos en la lengua y diciendo que la justicia consistía en redistribuir la riqueza.
Las balas asesinas de la Triple A creyeron terminar con él. Sin embargo, como dijo Viglietti en su canción del Padre Camilo Torres Restrepo, Mugica “ha muerto, para vivir” y hoy anida en el corazón del pueblo.
Es verdad. El Padre Mugica nació rico y murió por los pobres (Roque).
ResponderEliminarQue lo mató la triple a, es una teoría, pero a su vez algunas investigaciones sostienen que fue montoneros quien lo mató y no suena muy descabellada esa idea, ya que en su última etapa se había enfrentado a ellos porque optó por la lealtad a perón.
ResponderEliminarGuillermo: La fuente cuál tuya cual es, Mariano Grondona? No creas la primer pavada que leas por los pasquines. Te va a llevar a lo que estás haciendo(Julián)
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