jueves, 1 de mayo de 2014

FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR



Cada 1º de mayo el Día del Trabajador es un momento para recordar a los que cayeron, de evocación y reflexión, de celebración por lo alcanzado, y de redoblar el compromiso de construir lo que falta para dignificar plenamente a los que trabajan.

Que no es ni más ni menos que el mejor modo de construir una sociedad justa, y una prosperidad duradera: bien decía Perón que sobre la dignidad de los hombres y mujeres que trabajan se construiría  un día la grandeza de la tierra de los argentinos.

Una verdad tan rotunda que -sin embargo- nos hicieron olvidar tanto tiempo; pretendiendo que -por el contrario- creyéramos que el cercenamiento de los derechos de los trabajadores era un presupuesto necesario para el despegue del país. Y aun hoy hay quienes sostienen tan peregrina tesis.

El año pasado para ésta misma fecha reseñábamos acá como habían sido todos estos años para los trabajadores argentinos; repasando los logros -que fueron muchos- y las asignaturas pendientes.

Entre ellas y en un lugar preponderante, el aun elevado porcentaje de trabajo informal; por eso no puede haber mejor conmemoración de este día que la media sanción del Senado al proyecto enviado por Cristina para combatir el empleo en negro, y garantizar a muchos trabajadores argentinos contar con los beneficios de la seguridad social.

Un año transcurrido desde el último Día del Trabajador con un panorama económico complejizado, con amenazas para el trabajo; y la firme decisión de sostener el empleo por parte de un proyecto político que ha hecho de ello parte central de su programa.

Una nota distintiva del kirchnerismo que lo destaca en un panorama histórico reciente en el que todos los gobiernos -por acción u omisión- aplicaron o convalidaron políticas en las que el empleo fue la eterna variable de ajuste.

Otro 1º de mayo que llega -como hace años- con la plena vigencia del régimen de paritarias, como no se había dado desde su implantación en el primer peronismo, y contra los eternos pronósticos de "cepos" en torno a pñorcentajes mágicos, o ajuste salariales por decreto.

Con las tensiones propias de un proceso en el que confrontan partes con intereses contrapuestos, pero como un aprendizaje de calidad institucional en serio, con efectos concretos en la vida de la gente de a pie.

Quizás sea la percepción íntima de estas cuestiones (la decisión del gobierno de sostener el mecanismo de las paritarias, y de arbitrar todas las políticas a su alcance para preservar el empleo) la que determine -entre otras cosas- el creciente vacío social de un sindicalismo extraviado; que incuba alianzas otrora impensadas, mientras confunde firmeza con prácticas extorsivas, o reclamos de los trabajadores con negocios de los dirigentes.

Un terreno -el del sindicalismo- donde lamentablemente se ha retrocedido mucho, a punto tal que la fuerte recuperación del empleo en todos estos años, no ha ido acompañada de un incremento sustantivo de la tasa de sindicalización; fruto de la convergencia de factores como el desprestigio enorme del grueso de la dirigencia sindical y -por qué no decirlo- la estigmatización social de su rol, más allá incluso de quienes son respetables.

De aquí al próximo Día del Trabajador y aun después, transcurrirá un tiempo en que se decantará el panorama político nacional, y se perfilarán las opciones entre las que los argentinos deberemos elegir quien conduce los destinos del país a partir de diciembre del 2015.

No se nos ocurre otra cuestión más trascendente que ésta (la del trabajo, su centralidad, sus condiciones, lo que cada uno proponga al respecto) para ayudarnos a discernir el panorama; y elegir correctamente. 

Feliz día para todos los trabajadores y trabajadoras.


1 comentario:

  1. no se porque coño le hemos regalado este dia a la izquierda trucha
    viva el primero de mayo
    ya estoy prendiendo el fueguito

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