"Estimada Cristina: te pido disculpas si no me entendés la letra, pero me veo obligado a escribirte esta carta de puño y letra; si no después hay un montón de boludos que salen a decir que las cartas que te mando son truchas.
Incluso algún que otro nabo que yo me traje desde Buenos Aires, así que me tengo que hacer cargo de eso; como del arzobispo de Rosario que está acá también, porque tuvo un problema con unos chequecitos.
Hay gente que me pide que lo nombre a cargo del banco del Vaticano, pero me genera dudas la idea. A lo mejor como viene de Rosario, lo pongo al frente de una oficina contra el narcotráfico, como hiciste vos con el cura Molina.
Encima acá hay cada internas que reíte de los congresos del PJ; por lo menos allá de vez en cuando aparecía algún Madonna Quiroz y ponía orden.
Cuando me enteré del despelote que se armó con la carta lo primero que pensé fue "sonamos, otra vez voy a tener que salir a desmentirlo al salame de Mariano Obarrio", y por lo que leo en los diarios de allá, no le erré ni medio.
Quería mandarles por tu intermedio saludos a todos los argentinos por el 25 de mayo, que lamentablemente no voy a poder estar allá; más ahora que me enteré que tenés pensado ir al Te Déum, y me pierdo la oportunidad de cagarte a pedos en vivo y en directo.
Viene la fiesta patria y extraño mucho el locro, que estos tanos brutos no lo saben hacer ni dándoles la receta: le ponen fideos como a todo, y es un verdadero asco.
Ni hablemos de clavarse un buen chori: no puedo entender como inventaron el chorizo y nunca se avivaron de hacerlo a parrilla, y comerlo adentro de un pan.
Por acá vienen argentinos todo el tiempo: los otros días estuvo la madre de un tal Capdevila, pidiéndome que lo protegiera al hijo porque declaró en una causa a favor de Boudou, y tiene miedo que Boudou le haga algo; lo cual me pareció un poco extraño, pero viste como somos los viejos: nos preocupamos de nada.
Yo le expliqué que no podía hacer nada, porque la costumbre acá en el Vaticano es proteger delincuentes, no testigos: por menos de un criminal de guerra nazi, o algún cura que quiere fugarse de la justicia porque lo vinculan con violaciones a los derechos humanos, nadie te mueve un dedo.
Como te decía vienen argentinos todos los días, y la mayoría me trae camisetas de fútbol o remeras con leyendas de todo tipo, defendiendo las causas más insólitas: el otro día estuvo Graciela Ocaña con una que decía no sé que de Campagnoli, y lo más raro es que se vino con una sombrilla y una mesita para juntar firmas.
Tengo tantas remeras y camisetas que estoy pensando en llamarlo a Moreno, que sé que anda por acá por Roma, para montar una sucursal de La Salada.
Te pediría -si no es mucha molestia- que me mandaras yerba pero por el correo diplomático: no hay forma de hacerles entender a los tanos que no es falopa, y siempre me la decomisan.
Encima yo soy adicto al mate y acá me ofrecen todo el tiempo té, pero desde lo de Juan Pablo I, le tengo un poco de desconfianza; para qué te voy a mentir.
Los argentinos que vienen me convidan con mate y despunto un poco el vicio, pero también es un problema porque así estoy tomando a toda hora y me dan ganas de ir al baño a cada rato; y con la sotana blanca ésta se complica un poco la cosa si tenés apuro.
Me despido transmitiéndote una bendición especial para Sabella, Messi y todos los muchachos: si no llegamos a ganar el mundial me voy a tener que aguantar más cargadas que si San Lorenzo otra vez se queda afuera de la Copa Libertadores.
Afectuosamente, Franciso."
buenisimo!
ResponderEliminargenial
ResponderEliminarjajajajaja, qué humor inteligente.
ResponderEliminarLejos, lo mejor sobre el tema. Abrazos patrios, compañeros
Muy bueno... a compartirlo...
ResponderEliminarJuajua! Y ayer un "experto" analizando que jamás un católico utilizaría la palabra "doquier" y no se que otras tantas huevadas. Más papista que el Papa ese monaguillo y toda la comparsa.
ResponderEliminarMUY, MUY BUENO!!!!!!jORGEE
ResponderEliminarbuenísimo!!!!
ResponderEliminarMe ganaron de mano, estimados (bahh, siempre llego tarde a todos lados)
ResponderEliminarEstaba por postear esto:
"Querida Cristina:
¿Había que curarlo al mate ese? Porque, te cuento, calenté el agua el otro día, la eché despacito, por el costado de la yerba, todo bien. Resulta que como a la hora y media me agarró una cagadera de dios y maría santísima. Creo que quedé Bergo, nomás. El resto se me fue por el inodoro."
Un abrazo, otra vez será !
Saludos Udi, gracias por pasar
ResponderEliminar