(*)
Este mundial de fútbol viene realmente lleno de sorpresas.
La primera de todas -por lo menos para mí- es que se haga en Brasil; o al menos eso me dijeron cuando aterricé en Suecia, ansioso por disfrutar de los partidos con las entradas que le compré al hijo de Grondona.
"Acá se jugó el mundial, pero en 1958" me dijo muy amablemente un empleado del aeropuerto de Estocolmo; y ahí comprendí por qué -cuando estuve con él- Tabaré Vázquez me decía que estaban ilusionados con lograr otro "Maracanazo", y no un "Estocolmazo" como pensaba yo que era lo lógico.
Cuando llegué a Brasil, todo eran críticas, tanto a la organización como a los arbitrajes: la gente se quejaba de que las obras en los estadios iban lentas, y algunos se terminaron inaugurando casi al filo del comienzo del campeonato.
Me parecieron injustas, sobre todo porque no es sencillo alcanzar el nivel de rapidez que por ejemplo tuve yo en mi gestión, para construir el CEMAFE, los hospitales y la Ruta 1. Lo que no entiendo es porque siendo que el mundial es en Brasil, no contrataron a don Oscar Niemeyer para hacer los estadios, como hice yo con el Puerto de la Música.
Otros criticaban al japonés que dirigió el primer partido de Brasil por un penal supuestamente mal cobrado; pero hay que comprenderlo al pobre hombre: con los ojos rasgados a veces es más difícil ver los detalles de cada jugada.
Otra sorpresa para mí fue la eliminación de España en primera ronda, mas cuando me dijeron que fue por culpa del arquero: me sorprende que un crack como Zubizarreta haya tenido un mal torneo, tanto como que el entrenador no haya incluido al "Divino" Zamora para reemplazarlo.
Italia también fue eliminada en la primera fase, y si bien no tengo claros los motivos, supongo que será por mala inclusión de jugadores: pude ver a un negro entre los once titulares, que claramente nada tenía que hacer allí.
En los mundiales no existen los rivales fáciles, como lo comprueba la resistencia que le hizo Irán a la Argentina: sus jugadores se negaban a entregarse, algo que parece ser una tradición en ese país; y marca a las claras otros fracaso diplomático del gobierno nacional.
Tras un flojo comienzo, el equipo argentino muestra una mejoría, como consecuencia de la maestría con que el "Polaco" Cap ha ido ensamblando las piezas, y la mejora en el rendimiento de algunos jugadores, como Brindisi, Kempes y Housemann.
También mejoramos en el comportamiento: Rattín no fue expulsado, ni se sentó en la alfombra destinada al presidente Sarney; y Maradona no volvió a meter otro gol con la mano.
A propósito de Maradona supe que la FIFA le ha prohibido ingresar a los estadios: dado que el mundial es en Brasil, es notorio el favoritismo de Havelange para facilitarle el camino a la selección de su país; y la desventaja deportiva de la Argentina, que no podrá contar con su mejor jugador.
Las tácticas de juego siguen siendo más o menos las mismas de siempre: casi todos juegan con 2 defensores y 5 delanteros. Lo que no entiendo es por qué razón los 2 defensores están más cerca del arco rival, y los 5 delanteros, del propio: debe ser para desorientar a los adversarios.
Lo otro que no comprendo es por qué razón los arqueros no agarran la pelota con las manos cuando reciben un pase atrás de un compañero, pese a estar dentro del área. Extrañamente prefieren pegarle con el pie, a riesgo de tirarla afuera o dársela a un rival.
Lo otro que no comprendo es por qué razón los arqueros no agarran la pelota con las manos cuando reciben un pase atrás de un compañero, pese a estar dentro del área. Extrañamente prefieren pegarle con el pie, a riesgo de tirarla afuera o dársela a un rival.
Ya en segunda fase Colombia fue eliminada por Brasil, a mi criterio por errores del entrenador: cuando perdían el partido 2 a 0, Maturana debió hacer ingresar al "Pibe" Valderrama; un proyecto de jugador más que interesante, según me apuntó en su momento el comisario Tognoli: "Le corresponde el ascenso al pibe ése", me decía.
Hablando de entrenadores, el holandés Rinus Michels sorprendió haciendo ingresar al arquero suplente un minuto antes de la definición por penales: hasta aquí nadie sabía que Jongbloed era un especialista en el rubro, tanto como para desplazar de su puesto a Van Der Saar.
llegaron las semifinales, y siguieron las sorpresas: en Brasil el "Lobo" Zagalo no encontró la forma de reemplazar al lesionado Tostao, y como evitar los desbordes de Beckenbauer tirando centros a la cabeza de Gerd Müller, el famoso "bombardero de la nación"; que se anotó un par de veces en la goleada.
Hoy juega Argentina, y esperemos que el mellizo Van Der Kerkoff no insista en jugar con un yeso en la mano, o en todo caso que nuestro capitán Passarella esté atento para impedírselo.
(*) Especial para Nestornautas
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