Leemos en LT 10 Digital que el ministro de Seguridad de la provincia (no se rían, tenemos uno) pidió que se prorrogue por 18 meses la emergencia en seguridad en la provincia.
Ojo: hay quienes dicen que Lamberto pidió lo que ya tenía, porque estaríamos en emergencia en ese aspecto desde antes que él asumiera (algunos se remontan a la asunción de Binner, pero de guachos que son nomás).
Pero en realidad se está refiriendo a otra cosa, y es a la Ley 13.297 que aprobó la Legislatura en noviembre del 2012.
Una ley que tenía originariamente 16 artículos, de los que Bonfatti vetó 12; y entre los 4 que dejó en pie estaba el de forma.
Entre los que vetó estaba el que imponía el control de la Legislatura y el Tribunal de Cuentas al uso de los fondos reservados que tiene la policía para hacer tareas de inteligencia; y entre los que dejó intactos, los que le permiten abreviar los procedimientos de contratación o aumentan los topes para hacer contrataciones directas.
Que es lo que verdaderamente le interesa al gobierno de Bonfatti, como lo demuestran las propias declaraciones de Lamberto, y los casos tratados aquí del alquiler del helicóptero (justificado por Lamberto en la nota, aunque sin explicar lo flojita de papeles que está la gestión) y la compra de dos camiones hidrantes; invirtiendo en total en ambos casi 16 millones de pesos, sin hacer licitación pública.
Pero lo más raro de todo es que Lamberto aparece hoy en los medios pidiendo que se prorrogue la declaración de emergencia en seguridad en la provincia, y parece haberse olvidado que haceuna semana él mismo firmó junto con Bonfatti el decreto que así lo dispone (y que por cierto, no dice ni pío de las contrataciones):
Este muchacho no está bien, Bonfatti lo tendría que sacar para protegerlo.
Y protegernos, de paso.
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