Por Elabas Ave.-
Durante el último mundial, la
audiencia televisiva, radial y, en menor medida, los lectores de fútbol, se
incrementó exponencialmente. Y si bien es cierto que a la inmensa mayoría ni le
importó otra cosa que lo deportivo, asociado a lo nacional, sí es cierto que
existió una guerra paralela subliminal, en donde los comentarios llevaban una
carga adicional a lo que muchos sí le prestamos atención.
Porque no olvidemos que al
multimedio le fue “ajusticiado” el negocio del fútbol de sus “dominios” y así el
tándem AFA-Gobierno fue declarado enemigo público.
Desde entonces, Grondona –antiguo
socio- pasó a ser de garante de la justicia en el fútbol a capo mafia. Y el Gobierno desde
2007 ya no contó con el aval, al rebelarse a los “pedidos” del Ceo.
Como futbolero, en este último
mes consumí los programas deportivos que la vida cotidiana me permitió. Y allí
pude ver y escuchar como la política del grupo (expandida a otros), hizo de las
suyas y estuvo agazapada esperando el fracaso, que no se dio.
Bastó para que Sabella expusiera
públicamente su apoyo al Gobierno, para que la descalificación permanente fuera
la táctica desde entonces. Y en eso, además de los perejiles de TN, se sociaron personeros del antiperonismo como los Bonadeo (padre e hijo) que
disparaban a todo lo que se moviera (y le erraban), o militantes del PRO como
Niembro, que ya es un clásico.
En el medio estaban los técnicos.
Y así escuché, por ejemplo, a un “pibito” (Senosiain), cuyos comentarios
estaban impregnados sólo de cuestiones deportivas, se compartiera o no lo que
sostenía. Y cuando se venían los elogios a Sabella las cejas de Gonza se
transformaban en dos segmentos inclinados a la nariz. Pero el joven sabe de
futbol y Pan Triste, en eso, es más cháchara que otra cosa y así le resultaba
difícil refutar.
Y cuando las declaraciones
parecían peronistas, como las de Di María o, durante la recepción de Cristina
las de Sabella y Mascherano, los pelos se les ponían de punta.
Apostaron al fracaso y no salieron las bolillas que jugaron. Se calentaron por la alegría de la gente. Bonadeo
llegó a decir:”¡Qué festejan, si perdimos hermano!”.
Las garras estaban listas para caerle a Cristina, Grondona, Sabella y no pudieron. Aunque la situación de Boudou se siguió complicando en los titulares.
Pero claro, algo había que decir y un experto en política, Morales Solá, fue el que
apuntó al hueso: ¿Cómo es posible que la Presidenta vaya al predio de la AFA en
vez de ir los jugadores a la Casa Rosada? El descenso de la investidura es otra
prueba del fin de ciclo.
Ja ja..
ResponderEliminarLo que pasa es que el gordo Bonadeo, ferviente creyente de los representantes de las instituciones (digo.. por su afiliación anti peronista) se quejaba por que "Sabella nos venidó pescado podrido" (sic) en una práctica en la cual Maxi jugaría de titular no se en qué partido, el de Suiza o Bélgica porái....
Como dije en otros lados haciendo mio un comentario que leí porái: TyC nos hizo mucho más daño que TN y Clorín
Saludos
Excelente. Agrego otra cosa: mas alla de las cuestiones ideológicas o sencillamente de negocios, algunos de los ataques tambien venian porque desde adentro del Cuerpo Tecnico no se filtraba información a los periodistas. Algunos de ellos, acostumbrados a otras epocas, no tenian esa info "fresca" y eso los puso realmente locos.
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