Los que son lectores habituales de Nestornautas nos habrán leído muchas veces diciendo que el gobierno provincial ha montado en Santa Fe una eficacísima red de protección mediática a través de la distribución de la pauta oficial; que funciona en un doble sentido: produciendo contenidos generados en las dependencias oficiales para que sean reproducidos acríticamente por los medios (algo que dijo hace poco FOPEA), y -fundamentalmente- garantizando el silencio más absoluto de los medios locales cuando lo que debe difundirse es una noticia incómoda para el gobierno provincial; o sus funcionarios.
Sobre todo si esa noticia -de conocerse masivamente- tiene el potencial de poner en tela de juicio aquél famoso eslogan de "ni un hecho de corrupción" del que se jactaban socialistas y radicales en sus gestiones de gobierno.
Y el complemento necesario de esa estrategia (que los medios aportan aun sin que se los sugieran) es amplificar todo tipo de cuestionamientos o denuncias al gobierno nacional, con lo cual se consigue que los santafesinos se horroricen todo el tiempo de las atrocidades atribuidas a Cristina, Boudou y el kirchnerismo, mientras no se enteran de lo que pasa frente a sus propias narices: el caso de las cocheras del parque Alberdi es el ejemplo más sonado y reciente, pero lejos está de ser el único.
Sin ir más lejos, ésta semana nos encontramos con dos hechos locales relevantes, que pasaron casi desapercibidos por completo para los medios hegemónicos: los avances en la investigación judicial de los delitos cometidos por Vorobiof en el Ente Administrador del Puerto de Santa Fe; y que comenzaron a funcionar las comisiones investigadores de la Legislatura (conformadas con el sólo voto de los bloques del PJ, porque los legisladores oficialistas decidieron proteger a los funcionarios provinciales) sobre las irregularidades del puerto de Santa Fe, y sobre el procedimiento seguido en su momento para abrir la PC del narco Medina.
Vamos a ocuparnos en ésta entrada de lo último, y en otro post (posiblemente mañana) analicemos las últimas novedades surgidas en torno al puerto de Santa Fe.
Vamos a ocuparnos en ésta entrada de lo último, y en otro post (posiblemente mañana) analicemos las últimas novedades surgidas en torno al puerto de Santa Fe.
En el marco de la comisión investigadora del procedimiento de apertura de la PC del narco Medina (que preside "Pirucho" Acuña) se conocieron las transcripciones de las escuchas entre narcos de la banda de "Los Monos"; a la que el socialismo le atribuye prácticamente manejar el narcotráfico en la provincia.
Estas mismas escuchas fueron profusamente difundidas en éste último año por los funcionarios del gobierno provincial y los comunicadores adictos, para decir que de ellas surgían amenazas contra el juez Vienna (el juez estrella del socialismo) y el fiscal Camporini, y evidencias serias que demostraban que los narcos estaban detrás del atentado contra la casa de Bonfatti; en represalia por el modo en el que el gobierno provincial combatía el delito.
Atentado del que -dicho sea de paso- han transcurrido diez meses sin el más mínimo avance de la causa judicial; para que los santafesinos sepamos a ciencia cierta quiénes y por qué tirotearon nada menos que la casa del gobernador de la provincia.
Pero al parecer (y como se puede ver en la imagen de abajo) habría ocurrido con estas escuchas algo parecido a las cintas del caso Watergate: faltó difundir una parte de la conversación, entre los mismos narcos:
Y en esa parte (que viene en las páginas inmediatamente siguientes a aquéllas en las cuáles supuestamente los narcos tramaban los atentados contra Vienna, Camporini y Bonfatti) uno de los narcos le dice al otro con toda claridad que el narcotráfico aportó dinero al socialismo (y no poco), a pedido del gobernador; por lo que la balacera tendría su origen en el incumplimiento de algún oscuro pacto previo (ver la parte subrayada).
Algo parecido a lo dicho en su momento en aquel famoso video del programa de Graña donde aparecía otro narco (que aun sigue prófugo) dando los nombres de quienes -desde la política- manejarían el negocio del narcotráfico en Rosario; con complicidad policial.
Es decir entonces que desde el gobierno provincial "segmentaron" los diálogos entre los narcos intervenidos por la justicia, para tomar la parte que les convenía y aparecer como víctimas de una ofensiva de los delincuentes por querer ir a fondo contra el crimen organizado; y y dejar de lado la otra, en la que los mismos narcos dicen haberles dado plata, a pedido de Bonfatti.
Como bien dijo "Pirucho" Acuña, esto último -de ser cierto- sería de una gravedad institucional inusitada, y el testimonio que arrojan las escuchas (en tanto conversación privada entre dos delincuentes que desconocen que los están grabando) tiene en su conjunto el mismo e indivisible valor probatorio: o todo el tiempo están fabulando y en consecuencia nada de lo que digan es cierto (incluyendo las amenazas al juez y al fiscal, o la presunta participación en el atentado contra la casa del gobernador); o por el contrario el conjunto de las conversaciones es verosímil, incluyendo el pedido de plata del gobernador a algunos de los principales narcotraficantes de la provincia.
Imaginemos por un momento si esto mismo sucedía involucrando a un funcionario del gobierno nacional (y acá no están hablando de uno de tercera o cuarta línea, precisamente); cual sería la repercusión en los medios, locales o nacionales.
También es muy fácil imaginar cuáles serían las repercusiones en la justicia: no faltarían los Ocaña, Carrió, Monner Sans prestos a buscar su Campagnoli vindicador de la justicia.
En Santa Fe en cambio, parece que todo pasa; como decía el anillo de Grondona.
Pero dejen de joder. Que los narcos aporten un millón más, un millón menos, no vamos a ser más ricos ni más pobres.
ResponderEliminarHablemos un poco de las cosas importantes, de esos tres o cuatro temas en que todos los argentinos tenemos que ponernos de acuerdo. Incluso con los narcos.
Basta de crispación.
Bonfatti da el ejemplo de diálogo y el consenso, con todos, sin discriminaciones, y la mano invisible del mercado hace el resto.
El Colo.