Con el impactante título del que da cuenta la imagen de apertura, leemos en El Cronista texto: "Desde el próximo 3 noviembre los empleadores del servicio doméstico estarán obligados a contratar un seguro de riesgos del trabajo que cubra los eventuales accidentes y enfermedades que pudiera sufrir el personal que cumple tareas dentro de su hogar, según dispuso la resolución 2224 publicada ayer en el Boletín Oficial. Si bien la medida de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo no fijó el costo mensual del seguro, trascendió en despachos oficiales que ya fue definido un esquema de aportes diferencial que los empleadores deberán pagar a las ART según la cantidad de horas trabajadas semanalmente por el empleado. Así el pago mensual del seguro será de $ 130 en el caso del personal empleado hasta 12 horas por semana, llegará a $ 165 cuando trabaja entre 12 y 16 horas y alcanzará a $ 230 si desempeña tareas por más de 16 horas.
Si se suma el nuevo costo del seguro de ART al resto de las cargas sociales del servicio doméstico, el aporte mensual para los empleadores del régimen se incrementará desde noviembre en hasta un 520% en el caso de que el personal trabaje hasta 12 horas por semana (de $ 31 a $ 161). Si el empleado trabaja entre 12 y 16 horas, el aumento será del 380% (de $ 59 a $ 224), en tanto que se elevará en un 185% (de $ 268 a $ 498) cuando el trabajador cumpla tareas por más de 16 horas semanales.". (las negritas son nuestras)
Ahora que está de moda reducir todo a porcentajes impactantes, sin tomar en cuenta por ejemplo las cantidades o magnitudes concretas involucradas; podríamos intentar un enfoque alternativo al del diario de De Narváez y decir que por menos de lo que cuesta al mes el celular o el cable, la persona que trabaja en tu casa y te ayuda con las tareas (o las hace directamente mientras vos laburás) estará protegida contra accidentes de trabajo, y podrá gozar el día de mañana de una merecida jubilación.
Derechos que les reconoció este proceso político, a partir del dictado de la Ley 26.844; que incorporó a los trabajadores y trabajadoras de casas de familia a los beneficios de los que gozan el conjunto de los trabajadores argentinos.
Porque como decíamos acá a propósito justamente del reajuste de los aportes jubilatorios, dignificar cuesta, y podrá ser leído como algunos (como la nota que comentamos) como un "costo", pero para otros (el dignificado) no tiene precio.
"..la persona que trabaja en tu casa y te ayuda con las tareas...estará protegida contra accidentes de trabajo. ES CIERTO.
ResponderEliminarPero no hay que dejar de señalar que el EMPLEADOR, también estará protegido.