TERTULIA

Se ve que les han prometido certificados de asistencia si no faltan nunca a las clases de la escuelita de Magnetto, y ninguno se quiere perder de lucirlo en su currículum, por eso ahí estaban.  Como si fuera una rerencia insoslayable a exhibir, en toda aspiración política futura.

Tal como leemos acá en la propia corneta, en un ambiente "cool y distendido", dieron el presente De Narváez, Binner (acompañado por Ciciliani y Roy Cortina), Julio Raffo de Proyecto Sur, los sciolistas Gustavo Ferrari y Telerman, y los protagonistas (secundarios) de la velada (Macri cerraba el encuentro) Laura Alonso, Pato Bullrich, Esteban Bullrich , la precursora del acuerdo radical-PRO Silvana Giúdici (empleada de la casa), entre otros.

Por los anfitriones -mientras tanto- "estuvieron los accionistas del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, José Aranda y Lucio Pagliaro; el gerente general del diario, Héctor Aranda; el director de Relaciones Externas del Grupo, Jorge Rendo; los gerentes de Relaciones Institucionales, Pablo Casey; de Asuntos Regulatorios, Hernán Verdaguer; y de Asuntos Públicos, Eugenio Sosa Mendoza. Además de Martín Etchevers, gerente de Comunicaciones Externas y de los editores Julio Blanck, Daniel Fernández Canedo y Silvia Fesquet." 

Alguno podría acotar que la capacidad de convocatoria magnettista viene menguando porque no estaba presente Massa ni nadie de su Frente Reovandor (copyright Adán de Ucea), ni tampoco algún radical mas o menos notorio (a Giúdici ya la contamos como parte del submarino amarillo)

Deben haber faltado simplemente por problemas de agenda; en la próxima oportunidad con seguridad se darán una vuelta; tratando de recuperar la clase perdida. 

Distendidos, posando felices para las fotos como si fuera la portada de la revista Gente con los personajes del año; se nota que están en un ambiente que les resulta cómodo, en el que se mueven como peces en el agua.

Sin tensiones entre los que -supuestamente- quieren un acuerdo del FAUNEN con el PRO y los que no lo quieren, dejando de lado por un rato las (supuestas) "diferencias programáticas insalvables" de las que suele hablar Binner, para pasar un buen rato entre gente "bien"; sin tener que vérselas con un Kunkel o un Aníbal Fernández, ponéle; personajes que claramente no encajarían allí.

Dejando las caras de culo para las discusiones en el Congreso, cuando hay que ponerse serios para frenar la prepotencia de la dictadura kirchnerista, que avasalla las instituciones.

Una postal de la Argentina "normal", esa anterior al 2003 que el kirchnerismo vino a destrozar, y a la que esperan -pronto- poder volver.   

Un país que tenía claras las prioridades (lo que era importante y lo que no), tanto como los límites: lo que se puede y no se puede hacer; con quien y por qué te podés pelear, y con quien tenés que compartir -amablemente- una tertulia.

Y sobre todo donde tenés que dar el presente, si querés "ser alguien" en el mundo de la política.

Con la gente que hace el esfuerzo de pensar por vos, y decirte como tiene que ser el país, para andar mejor; dejando de lado ideas obsoletas como suponer que eso le corresponde al Estado, y a la política.