viernes, 17 de octubre de 2014

17 DE OCTUBRE: DARSE CUENTA


El análisis del 17 de octubre podría traspolarse perfectamente a nuestros días en varios aspectos, de los cuales haremos hincapié en uno de ellos, y es lo que llamamos: Darse cuenta (tomando prestado el nombre de un recordado film). 
Escribió don Arturo Jauretche sobre el 17 de octubre, diciendo que un obrero de Lanús -afín a FORJA- le comenta que la gente está marchando a la Plaza de Mayo y le consulta qué hacer: "Agarrá la bandera y ponete al frente" le respondió. Jauretche y muchos tantos se dieron cuenta del significado de esa movilización, de lo que implicaba como símbolo de un nuevo país. El rescate del líder no era otra cosa que el rescate del pueblo a sí y por sí mismo.
Se ha llamado a esa fecha la partida de nacimiento del peronismo y podemos decir que los que no marcharon pero adhirieron, en su gran mayoría, eran quienes en teoría tendrían que haber fogoneado la gesta, pero sólo fueron espectadores que la miraban con simpatía, beneplácito y con apoyo expreso o tácito. Es que las clases postergadas no necesitan mucho análisis para darse cuenta, saben cuál es el camino y lo construyen. Los iluminados siempre van después, siempre tarde, pero bueno lo importante es que lleguen, participen, colaboren.
Y hoy por hoy, en tiempos de la hipercomunicación, que todo tendría que saberse, que todo se puede analizar y el darse cuenta es más sencillo -si es que se quiere-, las cosas se han facilitado.
Vivimos en un mundo en que el poder real sí se ha dado cuenta que la persuasión subliminal es el arma, y se ha apoderado de cuanto medio sirva para ese fin. Por su parte, la resistencia, a pesar de la facilitación mencionada, tiene el escollo de la envergadura del enemigo. El uso de la web es una de las herramientas, pero no con la masividad que en ella misma y en los medios de comunicación masivos se apoya el establishment.
Sigue siendo la tarea militante anónima, el cara a cara, boca a boca, tet-a-tet, otro de los principales instrumentos. Y muchos lo desarrollan, lo desarrollamos.
Pero a quien no se comprende, si no es por los propios privilegios perseguidos, es a la clase dirigente que se dice peronista o que, sin serlo, dice estar con los proyectos populares, y le hace el juego a los personeros del poder real. 
Hierve la sangre escuchar a esos dirigentes de partidos populares decir que cuando se vaya Cristina no harán otra cosa que derogar las conquistas alcanzadas. Porque si bien no dicen que son ellas -para no espantar votos-, no cabe duda que lo son. El mensaje no va direccionado al pueblo, sino a sus "mecenas". Buscan la sonrisa y complacencia  de quienes les garantizarán gobernabilidad, mientras hagan lo que ellos les ordenen.
Y este posteo intenta ser una exhortación a los convencidos y a los que no, pero debieran estarlo. El año próximo no se está jugando el destino de ciertos dirigentes (ganadores y perdedores). Ni siquiera estamos ante un cambio de gobierno. El 2015 será ni mas ni menos que continuar en la senda iniciada en 2003 -con aciertos y errores pero con el norte en el pueblo-, o virar 180° y destruir todo lo que tanto ha costado. 
Porque los personeros del poder no intentarán volver al pasado. Será peor. Su objetivo es que estos doce años primaverales, no se vuelvan a repetir y para conseguirlo no escatimarán esfuerzo. Ya han transformado a progresistas en fachos y comunicadores en burdos mequetrefes serviles, capaces de decir o escribir cualquier cosa con tal de pertenecer.
Es hora que nos demos cuenta y aportemos lo necesario para evitarlo. Pongamos las barbas y las patas en remojo.

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