PARA DISCUTIR EL PRESUPUESTO (2º PARTE)

El otro dia iniciábamos acá algunos un análisis del presupuesto nacional que aprobó Diputados y remitió al Senado, con un enfoque alternativo al habitual y en relación a los recursos. 

Veamos lo que pasa ahora por el lado de la distribución de los gastos, pues como señalábamos acá, cada vez con mayor fuerza reaparecen los voceros del "ajuste", "recorte", "reordenamiento" del gasto público o como lo quieran llamar; que -al igual que en el caso de la reforma tributaria- apelan a frases que en muchos casos son huecas, o simples consignas tribuneras con escaso contenido.

Este cuadro expone la distribución de los gastos del Estado nacional que propone el Presupuesto 2015:

Como vemos, entre las "Prestaciones de la Seguridad Social" (jubilaciones, pensiones y pensiones no contributivas) y las "Transferencias Corrientes" (que más abajo desagregamos) se llevan el 64,3 % del presupuesto; mientras que los pagos de la deuda pública ("Intereses y otras rentas de la propiedad" representan apenas el 7,7 %

Los sueldos de los empleados públicos nacionales (ahora que desde el FAUNEN proponer erradicar a los ñoquis del Estado, como la gran solución a todo) están dentro de "Gastos de Consumo" que es el 15,07 % del total del gasto público nacional; y representan exactamente el 11 % de ese total (las "Remuneraciones" suman $ 137.313,6 millones).

Aquí exponemos con cifras lo que el cuadro de arriba muestra en porcentajes, de un modo que por ejemplo nos permite ver que lo que el Estado nacional gasta en pagar jubilaciones y pensiones (recordar que ahora tendrá una nueva moratoria que amplía la cobertura, y rige la ley de movilidad con aumentos semestrales) representa 4,61 veces lo que eroga por servicios de la deuda pública.

Dicho esto para calibrar lo riguroso del discursito de "priorizan el pago de la deuda antes que las necesidades de los jubilados":

El rubro "Transferencias Corrientes" con un 28,8 % del total de los gastos del Estado nacional es el segundo en importancia, por lo cual es interesante analizar como se desglosa, ya que existe la tendencia a creer que en su totalidad corresponde a los subsidios a las tarifas de los servicios públicos; sobre lo cual hay su vez gran confusión, porque en algunos casos el "subsidio" consiste en que el Estado afronta los gastos de capital de hacer obras de infraestructura, o comprar equipamiento (por ejemplo los aviones nuevos de Aerolíneas).

En éste cuadro se muestra la partida desagregada:

Las transferencias a "Unidades Familiares" son las asignaciones familiares, incluyendo la Asignación Universal por Hijo y la asignación por embarazo, y representan el 20 % del total de "Transferencias Corrientes"; y hay otros más de 42.000 millones que son los fondos que se giran (por todo concepto: desde sueldos hasta gastos de funcionamiento) al conjunto de las Universidades nacionales de todo el país.

Hay también transferencias a los gobiernos provinciales (como los refuerzos para las partidas de comedores escolares) y a "Empresa Públicas No Financieras", lo que puede incluir desde Aerolíneas Argentinas, AYSSA (en cuyo caso sería estrictamente un subsidio, para cubrir lo que no se cubre con el producido de las tarifas) y Enarsa (para las importaciones de combustibles), hasta Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado; caso asimilable al de las universidades.

El grueso de los subsidios a las tarifas (donde muchos ponen la lupa para hacer recortes, que ciertamente en algunos casos son necesarios) son esos 106.945,9 millones de pesos que van a empresas privadas (las concesionarias de trenes, gas y electricidad) y los 27.133,7 millones que van a fondos fiduciarios como el SISTAU; para mantener las tarifas del transporte público de pasajeros por colectivos. 

Lo que supone en el primer caso que la eliminación total de los subsidios (con el consiguiente impacto en las tarifas y en el bolsillo de los usuarios) representaría una poda del 8,54 % del Presupuesto si se consideraran solo gas, luz y trenes; o del 10,71 % si se incluyeran los colectivos.