Hace rato quedaron atrás los tiempos en los que parecía que la oposición al kirchnerismo se "caprilizaba", manifestándose dispuesta a aceptar que había cosas buenas de los gobiernos de Néstor y Cristina que debían sostenerse después del 2015, y otras cuestiones a corregir.
La lógica de oposición furiosa a todo cuanto haga el gobierno de Cristina, y la discusión (sentencia en realidad) sobre la "década ganada, perdida o afanada" se devoró el intento, y la casi totalidad de la dirigencia opositora volvió a lo suyo: una furiosa competencia entre pares para ver quien es más feroz en su crítica al gobierno; y quien promete ser más duro y sin concesiones a futuro con todo lo que el kirchnerismo haya hecho.
Al respecto, leemos en Tiempo Argentino: "Si llegamos a ser gobierno, vamos a hacer revisar todas las leyes aprobadas durante el kirchnerismo", advirtió el diputado nacional Hermes Binner, precandidato a presidente por el Frente Amplio Unen.
El ex gobernador de Santa Fe, uno de los cinco precandidatos a presidente por el FAU, encontró eco en el resto de la oposición. En declaraciones a la agencia Dyn, representantes de la UCR, del Frente Renovador, de la Coalición Cívica y del PRO reconocieron que desde sus espacios también planean analizar "las leyes del kirchnerismo".
Pablo Tonelli, diputado por Unión PRO, admitió que el macrismo tiene "una lista de leyes a modificar o derogar". Tonelli justificó la decisión de una manera particular: en la necesidad de "volver a ser un país normal".
"Todo hay que revisar, no sólo las leyes", sumó el diputado de la CC Fernando Sánchez. "Sobre todo las que atentan contra las libertades y que dan impunidad", agregó, y explicó que "cuando uno llega al gobierno lo que hay que hacer es iniciar las investigaciones por corrupción."
Desde el radicalismo, el diputado Mario Barletta dijo que el Código Civil y Comercial, que fue recientemente aprobado por el Congreso de la Nación, hay que mirarlo en detalle. "Hay algunas cuestiones en particular que son indispensables revisar, como aquellas leyes que han orientado a generar impunidad, como la sanción del Código Civil y Comercial", sostuvo. Y vaticinó que "el 1º de enero de 2016 habrá un nuevo presidente que prorrogue su puesta en vigencia para revisar algunos de los artículos.". (las negritas son nuestras)
Alberto Roberti, del massismo, aseguró que si su referente político gana las elecciones presidenciales va a “revisar” toda legislación aprobada por el kirchnerismo que “no sea a favor de la gente”.".
Un criterio revisionista que estrenaron en ocasión de la sanción de la ley de medios (verlo acá a Binner por ejemplo, prometiendo cambios a pedido de los empresarios del cable), y luego reiteraron cuando la reforma judicial (antes de que la sepultara la justicia); y más acá en el tiempo, con los cambios a la ley de abastecimiento, el pago soberano local y la sanción del nuevo Código Civil y Comercial.
Argumentos nunca les faltan: que si el trámite express, que si la ley del caso es un traje a la medida de tal o cual, o dirigida contra otro. Tampoco importa si se fueron del recinto, si votaron en contra, si participaron o no de las comisiones o audiencias públicas: la cuestión ahora es prometer en el altar del voto antikirchnerista que harán tabla rasa con todas las "leyes k" cuando lleguen al gobierno.
Lo que supone en primer lugar una lectura política cuanto menos simplista del proceso político abierto en el país desde el 2003, de modo de intuir cuanto de continuidad y cuanto de cambio estaría reclamando la ciudadanía de cada a las elecciones del año que viene: una simple aproximación al humor social dejaría claro que ni 100 % de una, ni 100 % del otro.
También es engañoso el argumento de prometer "derogar las leyes que no le sirvan a la gente", toda vez que las que en concreto desataron las reacciones opositoras han sido aquéllas que afectaron intereses bien concretos, y no precisamente los del hombre común de la calle: la ley de medios, la regulación de los mercados de capitales, la ley de abastecimiento.
Y es engañoso además el latiguillo, porque los que lo repiten se privan de precisar qué ley sancionada en éstos años derogarían en caso de ser gobierno, que haya restringido o cercenado derechos de los ciudadanos: por el contrario, los gobiernos kirchneristas se han caracterizado por la ampliación de derechos, acá una lista (incompleta y de hace casi dos años) bastante reveladora al respecto.
Pero lo más engañoso de todo, y lo que nos lleva a decir que las promesas de tabla rasa con la legislación kirchneristas son en realidad una venta de humo, es que el año que viene se renovaría solo la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado; y aun con todo el viento a favor y el mejor resultado electoral posible, es poco probable que cualquiera de los presidenciables opositores pueda contar con una fuerza propia suficiente en el Congreso como para concretar esas promesas.
Eso suponiendo además que logre armonizar posiciones hacia el interior del vasto y fragmentado entramado opositor (hasta acá unido solamente y de a ratos, para oponerse de plano a todo lo que plantee el gobierno), en cada caso puntual.
O nos están macaneando a lo grande presentando todos los días un nuevo candidato a presidente, ocultando que en en caso de llegar al gobierno cualquiera de ellos haría exactamente lo mismo, sin diferencias (tanto como si les escribiesen el libreto); o lo que en realidad sucedería es que los hoy republicanos defensores a ultranza de las instituciones empezarían un eventual gobierno a puro DNU, derogando a decretazo limpio "las leyes k".
Algo así parece anticipar ya Barletta (que de paso, podría darse de vez en cuando una vuelta por el Congreso ahora, en lugar de esperar al 2015) hablando del Código Civil y Comercial y su puesta en vigencia.
A menos que no tenga la menor idea de lo que dice (cosa muy probable), o crea que es como ocurrió acá en Santa Fe con el nuevo Código Procesal Penal; donde el momento de su efectiva entrada en vigencia no lo decidió la Legislatura, sino Bonfatti por decreto.
Y bueno, el jefe Magnetto se ha puesto muy exigente en estos días y los muchachos tienen que hacer los deberes en forma.
ResponderEliminarParece que de paso lanzarían una nueva Constitución cuyo preámbulo comenzaría:
-"Nos, los representantes de los sojeros reunidos en la Sociedad Rural Argentina, eliminamos de plano no solo las retenciones, sino toda posibilidad futura de que a algún loco se le ocurra volver a implantarlas..."
Bueno, tomemoslo como un avance. En primer lugar eso significaría que por fin asumirán sus bancas (y consecuentemente se los verá habitualmente en los respectivos recintos, cosa hoy no tan frecuente) Y en segundo lugar, y no es un dato menor, ¡¡¡se habrán decidido a trabajar¡¡¡ y mucho!!! porque si se proponen revisar todas las leyes sancionadas por este gobierno van a tener un trabajo enorme!!!
ResponderEliminarlo primero es cumplir con Magnetto y luego bajarse los lienzos con Singer como hizo Larrata el domingo..qué asquito!!
ResponderEliminarpero que viejo imbécil...
ResponderEliminarAunque se pusieran a trabajar cuatro años sin dormir, no tienen capacidad. Ni desde la elaboración y el conocimiento, ni desde la técnica legislativa.
ResponderEliminarSolamente copiarían los proyectos que le envíen los dueños del país.
El Colo.
la bosta todavía habla? se banca los epítetos larrateños? puaj!
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