Es una gran pena que la absoluta libertad de expresión de la que gozamos los argentinos sea en tantos casos empleada para pelotudeces. Y como si eso fuera poco, estos dos sujetos ridículos, uno cobra un buen sueldo como periodista y el otro, bueno, hagamos de cuenta de que es legislador. País generoso, el nuestro.
Es una gran pena que la absoluta libertad de expresión de la que gozamos los argentinos sea en tantos casos empleada para pelotudeces. Y como si eso fuera poco, estos dos sujetos ridículos, uno cobra un buen sueldo como periodista y el otro, bueno, hagamos de cuenta de que es legislador. País generoso, el nuestro.
ResponderEliminarSaludos
Pum para arriba! Como duelen las buenas noticias.......
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