Otra explicación posible no hay para lo que leíamos días pasados en Clarín: "Los abajo firmantes, senadores de la Nación comprometidos con la defensa de la necesaria independencia del Poder Judicial, suscribimos el presente instrumento comprometiéndonos a rechazar el tratamiento de cualquier solicitud de acuerdo para la designación de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, hasta tanto finalice el próximo proceso electoral en virtud del cual se elegirá el nuevo Presidente/a de la Nación y se renovarán parcialmente ambas Cámaras del Congreso de la Nación.. ".
Los "abajo firmantes" son 29 senadores nacionales de la oposición, que se comprometieron por escrito a rechazar el tratamiento de cualquier pedido de acuerdo para integrar la Corte cuando se produzca la vacante tras la renuncia de Zaffaroni, de cualquier candidato que proponga el gobierno.
Es decir que son tan serios que ni siquiera les interesa esperar que llegue el caso, ver si Cristina propone a alguien, que les parecen sus antecedentes, y obrar en consecuencia: se oponen "desde ahora y por las dudas".
Siendo que en la Nación (a diferencia de lo que pasa por ejemplo acá en Santa Fe, donde gobiernan) los pliegos que requieren acuerdo no quedan aprobados por el mero transcurso del tiempo, si no son tratados, en este caso en el Senado.
Si el gobierno quisiera demostrar que tiene enfrente una oposición opa, no podría encontrar un mejor ejemplo: se oponen "por las dudas", a lo que aun no conocen.
La Constitución reformada en el 94' exige que los acuerdos para los miembros de la Corte sean otorgados por los tercios de los senadores presentes, en la sesión pública que se convoque al efecto.
O sea que si no les gusta el candidato van, votan en contra y listo: sobre el total de los 72 miembros del Senado, nunca podría el gobierno juntar los 48 votos necesarios para aprobar el pliego, sin acordar con al menos una parte de la oposición, proponiendo un candidato de consenso.
Imaginemos por un momento que a Cristina se le ocurre proponer un candidato insospechado de kirchnerismo (Sabsay ponéle) ¿qué van a hacer entonces, borrar con el codo lo que escribieron con la mano, diciendo "ah, no, esto cambia las cosas", o alguna paparruchada por el estilo?
O supongamos que a Cristina se le cantara designar a un juez en comisión (artículo 99 inciso 19) de la CN) porque la vacante de Zaffaroni se produciría durante el receso del Congreso (en enero): en ese caso la designación caduca al reiniciarse las sesiones ordinarias, y debe pedir el acuerdo igual.
Planteando que la vacante en la Corte sea cubierta luego de las elecciones del año próximo (ya ni siquiera hablan del próximo gobierno) están blanqueando que quieren impedir que se designe a un juez oficialista, para lograr que se nombre a uno opositor.
No es muy "republicano" que digamos eso de andar vinculando las designaciones en la justicia (nada menos que en la Corte Suprema) con los resultados electorales.
Como tampoco eso de juramentarse a impedir que un órgano del Estado, creado por la Constitución y de los más importantes que ella establece, funcione de acuerdo con lo que manda la ley.
Con todo respeto por Eduardo Barcesat, no son sediciosos: son simplemente impresentables.
Una precisión para "el se oponen por las dudas". para tipos sin ninguna iniciativa cualquiera del gobierno los termina empomando, aunque logren su propósito miserable, más no sea frente a la sociedad que los ve como lo que son (bien dicho) IMPRESENTABLES.
ResponderEliminarANIBAL FERNANDEZ A LA CORTE YA
ResponderEliminarRepiten la farsa que desnuda su impotencia e hipocresía. Antes "Grupo A", incapaces de traducir en 2009 ganancia electoral en victoria política. Acta con Escribano contra una reelección que nadie había propuesto. Ahora esto: tabicar una facultad de la Constitución Nacional al Poder Ejecutivo para proponer un Juez de la Corte. La democracia está en problemas con estos "cruzados" de una República por la que, ni siquiera, cumplen la manda constitucional. O en palabras del jefe de la guerra sucia clarinista: "200 gramos de bosta"
ResponderEliminarComparto que es un mamarracho esta declaración (eso de "me opongo por las dudas"). Pero también miremos el resto de la película y veamos que desde el gobierno todo lo que se ha influido en la justicia es también un mamarracho aunque con sentido inverso.
ResponderEliminarPero da la puta casualidad que no en la Corte: limpió la corte menemista con el procedimiento previsto en la Constitución, la renovó con el procedimiento del Decreto 222/03 y luego redujo el número de sus miembros, por ley, para resistir a la tentación de una mayoría automática.
ResponderEliminarY en el resto de la justicia poco pudo influir porque la propia justicia le declaró inconstitucionales las leyes de la llamada democrarización de la justicia