Varias veces hablamos acá del subsidio de la provincia a los hospitales municipales rosarinos, a partir de ésta entrada en la que contábamos el inicio de la cuestión: en el gobierno de Binner y por un decreto jamás ratificado por la Legislatura, la provincia tomó a su cargo solventar el costo de funcionamiento del HECA (Hospital de Emergencias "Clemente Alvarez") y el hospital de niños "Víctor Vilela".
Como contábamos entonces, la decisión fue encuadrada como si se tratara de una contratación directa, porque a los hospitales municipales se los asimilaba a una especie de prepaga, o centros asistenciales privados, a los que la provincia derivaba pacientes; concepto luego ampliado a los "casos de alta complejidad".
La medida tenía por objeto oxigenar las cuentas de la Municipalidad de Rosario (descargándole el peso de sostener esos servicios de salud con sus propios recursos), y fue objetada por el Tribunal de Cuentas primero, e insistida por Binner después.
El gasto que éste "subsidio" representa en cambio para las arcas provinciales fue creciendo exponencialmente, a punto tal que en abril del año pasado (ver acá) se había duplicado respecto a lo previsto en el presupuesto, y ascendía ya a 487 millones de pesos anuales.
Hace poco contábamos acá que el Presupuesto 2015 lo estima en casi 615 millones de pesos; como consecuencia -entre otras cosas- del decreto que incorpora al sistema (reiteramos: sin que el convenio original haya sido jamás ratificado por la legislatura) al hospital Sáenz Peña reconociéndole prestaciones por casi 93 millones de pesos, de las cuáles algo más de 77 millones se cancelan por el decreto al cual corresponden las imágenes que ilustran el post.
Así como antes y por los Decretos 4450/13 y 4449/14 se habían incorporado al sistema (en las mismas condiciones de total precariedad jurídica y ausencia de discusión) la maternidad "Martín", el laboratorio de análisis clínicos y el CEMAR (a los que se les pagaron prestaciones por casi 47 millones de pesos), con lo que en la práctica y en la actualidad todo el sistema municipal de salud de Rosario, es solventado por la provincia.
Con total seguridad, la cifra prevista para éste año en el presupuesto provincial para el subsidio provincial (esos casi 615 millones de pesos) se quedará corta; y terminará siendo mayor.
Con total seguridad, la cifra prevista para éste año en el presupuesto provincial para el subsidio provincial (esos casi 615 millones de pesos) se quedará corta; y terminará siendo mayor.
El dato interesante es que las Cuentas de Inversión de 2008 a 2013 (la última disponible) muestran que el gasto del socialismo en salud, medido en términos porcentuales sobre el conjunto del gasto público provincial, es casi exactamente el mismo que el del gobierno de Obeid; alrededor del 8 % del total
Pero con la diferencia de que a partir de 2009, cuando entró en vigencia el convenio para subsidiar los hospitales rosarinos, dentro de ése gasto provincial en salud debe computarse justamente ese subsidio.
Lo que significa en otras palabras que la decisión de Binner (mantenida por Bonfatti) de oxigenar las cuentas de la Municipalidad de Rosario solventándole los costos de funcionamiento de sus hospitales (todos, incluyendo los salarios del personal) se instrumentó a costa de retacearles recursos al resto de los establecimientos de salud del sistema público provincial.
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