Hace apenas cinco días Ana Barón (corresponsal de Clarín en los EEUU) nos deleitaba con esta columna en la que explicaba la posición de la CIA frente a la muerte de Nisman; de la cual desvinculaban a Irán, y la atribuían a una interna entre los espías argentinos, por los cambios ordenados por Cristina en la ex SIDE.
Incluso le bajaban el precio -según la propia Barón- a la consistencia de la denuncia de Nisman, sobre la base de que solo se fundaba en escuchas a personajes que no tienen influencia en las decisiones del gobierno argentino; como Esteche o D'Elía.
Ni mas ni menos que lo que dijo Cristina, sumado a que en estos momentos -con la administración Obama negociando con Teherán el intercambio de información sobre el programa nuclear- los yanquis tienen menos interés en poner el foco en Irán; otrora integrante del "eje del mal".
Tampoco la publicación aportaba nada novedoso, desde que reproducía en líneas generales un artículo del "Telegraph" inglés; que publicaba una supuesta entrevista a un ex agente de inteligencia argentino "especializado en terrorismo" (¿Stiuso?)
Hoy, reaparece Barón en formato cipayo, con ésta nota en la que se sorprende porque la embajadora argentina en EEUU dirige una "dura nota" al Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso yanqui; en la que advierte que el gobierno argentino considerará el envío de una delegación de legisladores norteamericanos al país "para interiorizarse sobre la muerte de Nisman" como una intolerable intromisión en nuestros asuntos internos, y una violación de la soberanía nacional.
Ni más ni menos que lo que hubiera hecho cualquier gobierno en circunstancias similares, cuando se trata de una muerte producida en su territorio, de un ciudadano nacido allí, donde no aparecen involucrados -al menos directamente- los intereses de otro Estado extranjero.
Por supuesto que para algunos esas reglas elementales no se aplican cuando el que quiere meter sus narices donde no debe es una superpotencia mundial, y especialmente los EEUU: hace poco el senador republicano Marco Rubio le pedía a Obama (?) que ordenara una investigación "internacional e independiente" sobre el caso Nisman.
Más o menos un disparate similar al de los "expertos internacionales" que sugirió Massa; aunque en este caso podría tratarse de un caso similar al del perro de la RCA Víctor, que oía la voz del amo en el gramófono y ladraba.
Hasta aquí el gobierno yanqui no ha emitido opinión formal sobre el caso Nisman (más allá de las condolencias de rigor, y la presencia del nuevo embajador en su sepelio), y lo bien que hacen; porque están implicados hasta el cuello en el desafortunado manejo de la causa AMIA que hizo el ex fiscal; como que con sus servicios de inteligencia sembraron pistas que llevaban a la inocua pista iraní, como parte de un operativo para encubrir la conexión siria, y los apoyos locales, por razones vinculadas al conflicto de Medio Oriente.
Ni hablemos de los comprobadísimos (Wikileaks mediante) e impropios vínculos del fiscal con la embajada, a la que reportaba con una frecuencia y obsecuencia que llamarían la atención, si se desconocieran las circunstancias en las que tomó la causa AMIA, y la dirección que le imprimió desde el primer momento.
Especula Barón en la nota -sin citar fuentes- sobre el "sugestivo" silencio de los fondos buitres en el caso Nisman, porque -dice- no consideran prudente utilizarlo en contra del gobierno argentino; como si tuviéramos que creerle que se trata de gente que tiene escrúpulos.
De hecho, acá el Lobo Estepario en su blog opina todo lo contrario; y en un análisis a nuestro juicio bien fundado, concluye en que no serían para nada ajenos a la operación destituyente ensayada contra Cristina y su gobierno, a partir de la denuncia del fiscal. En otro posteo nos ocuparemos nosotros de la "conexión local", encarnada en el PRO.
Y hablando de fondos buitres (otro ariete utilizado por el dispositivo mediático opositor en contra del gobierno), sería un grave error del magnettismo y sus satélites dejarle servido en bandeja al gobierno el fantasma de la intromisión yanqui en el caso Nisman; con escenas de cipayismo explícito parecidas a las que estamos viendo en estos días cuando se cuestionan los acuerdos con China; no tanto por su contenido como porque se hicieron con los chinos, y no con "el mundo" del cual "estamos aislados", representado sustancialmente por los EEUU y Europa.
Desde que Braden publicó en 1945 su famoso "Libro Azul" para atacar a Perón, que el seguidismo servil de lo que se intuye o interpreta como la postura de EEUU sobre las cuestiones internas de la Argentina (sea o no efectivamente así) paga mal políticamente; y en términos electorales.
Mas aun si lo que se pretende es naturalizar como normal esa intromisión externa en nuestros asuntos domésticos; o mostrar como sorprendente o inapropiado, un mínimo ejercicio de la soberanía nacional.
No sea cosa que vuelvan a pisar el mismo palito, y el caso Nisman se termine convirtiendo en un nuevo "Libro Azul" para más de uno, compita o no en las elecciones de octubre.
Agrego este enlace a la página de Tereschuk:
ResponderEliminarhttp://vidabinaria.blogspot.com.ar/2015/01/el-impacto-para-medir-es-internacional.html
Es interesate revisar los links…
Abrazos,
Esther