Raro el silencio en él, siendo como es un tipo tan habitualmente locuaz, y afecto a aparecer en los medios.
También es raro que no haya ejercido sus atribuciones de superintendencia (esas que tan celosamente custodia para otros menesteres, como manejar el presupuesto del Poder Judicial, tarea que -en rigor- le correspondería al Consejo de la Magistratura) para poner en cintura a los jueces que están incursionando abiertamente en política; con sus declaraciones en los medios y sus posturas públicas.
Y no son cualquier juez, no señor: empezando por el mismísimo Recondo y su orga, protagonistas decisivos del armado de la marcha de hoy y convocantes de todos los candidatos opositores a firmar "compromisos".
La misma orga a la que prestigió con su presencia en la cena de fin de año, como hace habitualmente, deferencia que no tuvo por ejemplo con Justicia Legítima; aunque las dos entidades tienen la misma naturaleza y fines.
Su silencio ha motivado que por ejemplo desde Carta Abierta (como se da cuenta acá en El Cronista) se le reclame a la Corte (a la que él maneja a piacére, ¿o cabe alguna duda al respecto?) un pronunciamiento y acciones concretas ante las operaciones políticas cruzadas hacia dentro y desde el propio Poder Judicial.
Reclamo que -curiosamente- es interpretado por Roa en Clarín como un apriete; algo que no le parecen por ejemplo las notas que se publican en ese diario y en otros; como ésta columna de Van Der Kooy y ésta otra de Morales Solá, donde se habla abiertamente de "rebelión judicial" y "revolución de los jueces" (gracias por la sinceridad, muchachos); y más abiertamente aun se pone en duda el trabajo del cuerpo médico forense -que depende directamente de la Corte- en la pesquisa del caso Nisman.
Lo que (como bien señala acá Aníbal Fernández) ameritaría al menos un pronunciamiento de su presidente, o del cuerpo en forma institucional, defendiendo el trabajo de aquéllos a los que puso a completa disposición de la jueza Palmaghini y la fiscal Fein, desde el primer día de la investigación.
Claro que además de hablar, la Corte y su presidente también podrían hacer algo más, como por ejemplo agilizar la investigación por la causa del atentado a la embajada (que tienen bajo su directa competencia, y no registra movimiento alguno desde 1999, por lo menos), la del encubrimiento de la pista siria, o apurar la definición sobre la validez o no del memorándum con Irán.
Tanto silencio de estos días contrasta con aquél inicial activismo apenas conocida la muerte de Nisman, y con un clima político que se fue calentando, con una participación decisiva para ello de jueces que dependen del Poder Judicial, y fiscales que no quieren depender del Ministerio Público (como debe ser), sino de la orga que conduce Recondo.
Ya que de silencios estruendosos hablamos a propósito de la marcha, el de Lorenzetti y los cortesanos hace ruido, mucho.
Tanto que daría la impresión de que se les estaría acabando el tiempo para seguir haciéndose los boludos.
¿Existe la Corte Suprema ?¿ permanece en estado de suspensión gaseosa?¿navega en el espacio estelar?¿está en espíritu sin presencia material?
ResponderEliminarBueno, seguro que keops fayt está en el limbo, ¿queda algo más aparte del señor ése que hace sociales?
ResponderEliminarSi que existe Nando. Y existe cada vez que tiene que joder a la voluntad popular. No se hace la boluda para nada.
ResponderEliminarEl chacarero rafaelino omnubilado por las luces del centro y las reuniones sociales, espera el resultado del 18F.
ResponderEliminarSi hay poca convocatoria, mañana sale a cuestionar a fiscales que toman posiciones partidarias publicamente.
De lo contrario, sigue conduciendo la orga judicial golpista.
El Colo.
El sorete sueña con una marcha que pida la renuncia de la Presidenta y de todos los que siguen por acefalía hasta él.
ResponderEliminarY también actúa con ese deseo.
Otro de los afiliados al golpista partido judicial. Kñ