El domingo pasado, Cristina hizo referencia a la utilización exitosa del plan:"Ahora 12", a través del cual el Estado Nacional financia, digamos subsidia, la adquisición de productos diversos. Los rubros en los que más se ha utilizado, han sido materiales de construcción, electrodomésticos y "pilchas". Ahora se relanzó con cuatro nuevos productos (colchones, libros, artículos de librerías y anteojos) y tendrá vigencia hasta fin de año.
Y también refirió, como dato paradójico, a las "yopineras", quienes lo utilizan y, agregamos, mientras hacen la cola de la caja aprovechan el tiempo para putearla.
Ya que estamos con los beneficiarios de los subsidios, bueno es recordar que son la clase media y la clase media alta las que mayoritariamente se han beneficiado con las políticas públicas en ese sentido. Sin embargo, sobretodo el medio pelo es el que siempre es punta de lanza en su queja respecto al gobierno que la beneficia. Como se dice comunmente, es quien escupe para arriba y sin paraguas.
Decirles planeros no suena bien, pero es así según su propio discurso, y no lo asumen. Al contrario, lo critican. Son los primeros que dicen:"En este País...",como mirándolo desde afuera. Son los primeros en hablar de la Yegua, de la Cretina, de...y quienes siguen hablando de uno que hace años ya no existe:"Plan trabajar", con críticas y más críticas, porque los beneficiarios eran pobres. Ahora, te hablan de la AUH y desde que la guita se va en juego y droga (del correligionario Sanz), se pasó a que las "negritas" tienen hijos para recibirla (Miguel Torres, alias "Del Sel") y a que, como ya no tienen con qué darle, tendría que existir por ley y no estar al antojo del gobierno de turno, como si a este gobierno se le haya antojado esta política de justicia social.
En fin, seguí usando el plástico en doce. Es lo que este gobierno pretende. Pero ojo, cuando tengas esa sonrisilla en tus labios por haber comprado lo que querías en cuotas fijas, mirate en el espejo por el cual el dueño del local te controla. No vaya a ser que no te guste vean tu cara de alegría.
En fin, seguí usando el plástico en doce. Es lo que este gobierno pretende. Pero ojo, cuando tengas esa sonrisilla en tus labios por haber comprado lo que querías en cuotas fijas, mirate en el espejo por el cual el dueño del local te controla. No vaya a ser que no te guste vean tu cara de alegría.
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