martes, 3 de marzo de 2015

"EL AJUSTE INEVITABLE"



O saben algo que nosotros no sabemos sobre el resultado de las elecciones de octubre, o en lugar de adivinar el futuro, lo que hace es contribuir a crearlo; y a que sea más acorde a sus propios intereses.

Todo parece indicar que se trata más de lo segundo: anda circulando por ahí un "paper" de Techint, con un "ayuda memoria" para los candidatos presidenciales sobre las medidas que les convendría (a ellos, al hólding de Paolo Rocca) tomar si llegan al gobierno.

Que son mas o menos las mismas de siempre, a lo mejor un poco maquilladas: ya no se habla lisa y llanamente de devaluación del tipo de cambio (aunque si se decide, no se van a oponer, por supuesto) sino de "devaluación fiscal", eliminando impuestos a los sectores exportadores para "recuperar competitividad" (léase aumentar la tasa de ganancia); mientras se alerta respecto a que el "costo salarial argentino" (¿le recuerda algo la expresión?) es mucho más alto -medido en dólares- que el de otros países de la región, como México, Brasil o Chile.

Por otro lado aunque los candidatos opositores poco y nada dicen sobre sus planes a futuro, por ahí les aparece algún vocero inesperado, como el ahora locuaz ex piloto, que advierte sobre "los costos políticos que tendrá que pagar el futuro gobierno", por las cuestiones pendientes que deja el kirchnerismo.

Que son las que querían que Cristina encarase tras la devaluación de enero del año pasado, para dejarles el camino despejado: aumentar las tarifas de los servicios públicos eliminando los subsidios, volver a devaluar, eliminar las retenciones, pagarles a los fondos buitres la totalidad de lo que reclaman.

Como eso no sucedió (y tras el discurso del domingo, hasta ellos tomaron nota de que no sucederá), ahora repiquetean tratando de instalar la idea de que la economía sufre desajuste estructurales de tal magnitud, que solo pueden resolverse mediante las tradicionales recetas de ajuste.

Es decir: como no pudieron lograr que las adoptara Cristina, quieren ir creando consenso social en torno a la inevitabilidad de ese ajuste, como único modo "racional" de reencauzar la economía; sin pagar costos y -por el contrario- pretendiendo que se los reconozca en el futuro como poco menos que los salvadores de la patria; porque tuvieron el "coraje" de hacer lo que había que hacer, para poner punto final a "la fiesta populista" del kirchnerismo, que ya sería insostenible.

Así como las recetas económicas no son nuevas (son las mismas de siempre, mil y una vez probadas, con los resultados conocidos), las políticas tampoco: esta idea del "ajuste inevitable" para superar "la tremenda crisis" ya la usaron en el primer peronismo luego de derrocado Perón, a través de lo que se dio en llamar el plan Prebisch.

Presumen -con inteligencia- que el plan enfrentará previsibles resistencias, y no sólo de los sectores populares que conforman el núcleo duro de los apoyos electorales del kirchnerismo, sino de su propia base potencial de votos: pensemos en ciertos sectores de la clase media del AMBA teniendo que pagar por los servicios públicos lo que valen, al eliminarse los subsidios; y privados de ese modo de los ahorros que hoy tienen para volcarlos a comprar dólares, y de los que esperan tener si -como les prometen- se elimina Ganancias sobre los salarios mas altos.

Cuando Cristina enumeraba el domingo el mejor perfil de los vencimientos de deuda para 2016 y 2017, ellos lo leen en términos de ampliación de la capacidad de endeudamiento, para cubrir por esa vía la brecha que generará en la caída de los ingresos fiscales la eliminación o rebaja de impuestos que unos (los grandes grupos económicos) esperan y los otros (la mayoría de los candidatos opositores) prometen.

De modo que la realidad es exactamente al revés de como la plantean: están tratando de instalar la idea de que deberán tomar medidas drásticas para enfrentar las restricciones que les deja como herencia el kirchnerismo (el "país complicado" del que hablaba el artículo de La Prensa que comentaba Cristina), cuando en rigor proponen volver al ciclo de ajuste y endeudamiento que -además de ser inviable en términos políticos y sociales- volvería a crear para la economía argentina la histórica restricción del endeudamiento externo; de la que los gobiernos de Néstor y Cristina vinieron a liberarla.

2 comentarios:

  1. El problema es que esas salvajadas las pueden hacer por 4 años sin que se perciban, porque se pagarán con endeudamiento.

    Así que pueden hacer un gobierno aparentemente excelente y después se pueden retirar con gloria.

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  2. ocurrió cuando derrocaron a Peron en el 55 y fue Raul Prebisch el que justificó teóricamente la "crisis" que hizo que Argentina en el 56 ratificara los acuerdo de Bretton wodds ingresando al FMI y BM...lo explica muy bien el lamentablemente olvidado Rodolfo Puiggros...Nada nuevo bajo el sol. Matias

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