La discusión está dando vuelta en Santa Fe, en reuniones sociales, en charlas de amigos, en las redes sociales: gente que en su gran mayoría vota en las elecciones nacionales al kirchnerismo, que te dice que en las provinciales va a votar a Lifschiz para que no gane Del Sel, o al revés: a la Tota, para que no vuelva a ganar el socialismo.
Hasta algunos comentaristas acá sugieren que no critiquemos más al gobierno de Bonfatti, o no pongamos en evidencia sus curros, porque eso es ser funcional al PRO. Estaría bueno que el socialismo gobernara en serio y sin curros, y de ese modo las posibilidades de Del Sel disminuirían drásticamente, porque la gente no querría cambiar de gobierno, ¿no cierto?
Hasta algunos comentaristas acá sugieren que no critiquemos más al gobierno de Bonfatti, o no pongamos en evidencia sus curros, porque eso es ser funcional al PRO. Estaría bueno que el socialismo gobernara en serio y sin curros, y de ese modo las posibilidades de Del Sel disminuirían drásticamente, porque la gente no querría cambiar de gobierno, ¿no cierto?
Lo notable es que en muchos casos se trata de gente que se indigna ante los sucesivos rejuntes opositores en el orden nacional (en otros son apenas trolls del socialismo disfrazados de "apostar a frenar a la derecha" (?)), porque dice que se arman con el sólo objeto de ganarle al kirchnerismo; sin importar cuanto tienen realmente en común los que los forman, y que harían en el gobierno en el caso de ganar una elección. El ejemplo más reciente se está viendo con la alianza entre la UCR y el PRO.
Y pese a eso, exteriorizan un comportamiento político que tiene bastante aire de familia con el del voto anti K: votar a uno (con el cual uno no comulga para nada), para que no gane otro, al que supuestamente detesta más; siendo que no estamos ante una opción limitada, como sería el caso por ejemplo de un balotaje, sistema que no se aplica en Santa Fe.
Uno puede llegar a entender que este tipo de razonamientos (que tienden a alentar un supuesto "voto útil", que incida en el resultado final) tiene bastante que ver con el pronunciado declive del peronismo santafesino; que dejó de ser opción electoral confiable a partir de su derrota en el 2007, y nunca terminó de acomodarse a su rol de opositor, para desde allí volver a ser una alternativa válida que enamorara a los santafesinos.
Sin embargo, esta vez no se percibe una crítica generalizada a los que asumieron la responsabilidad de sostener las candidaturas del peronismo para la Casa Gris (Perotti y Ramos), y tampoco estamos ante el caso de una interna sangrienta; que deja heridos en el bando perdedor, o una porción del electorado peronista que no acompaña porque no le gustó el resultado, como pasó con Agustín Rossi en el 2011.
El binomio principal se decidió en la Casa Rosada, tratando de convertirlo en el eje de un consenso extendido del peronismo provincial para potenciar sus chances electorales; y los principales candidatos (incluso algunos que hasta ayer tenían hasta "vergüencita" de aparecer pegados al gobierno nacionaI) se alinearon con la estrategia de Cristina (entendiendo que es la conductora del peronismo), y salieron a hacer campaña por la provincia con eje en las obras que está concretando el gobierno nacional en Santa Fe: la reactivación de los ramales ferroviarios, el gasoducto del NEA, el Procrear.
Los que querían alambrar la provincia para evitar que se trasladaran a Santa Fe los alineamientos nacionales -con Reutemann, el autor de la teoría del alambrado, a la cabeza- se fueron al PRO; ofreciéndole en bandeja una parte del peronismo provincial a una alianza nítidamente anti-peronista; con la que está claro que se sienten más cómodos.
Habrá que agradecerles el acto de sinceridad que contribuye a aclarar el panorama, del mismo modo que la autoexclusión de María Eugenia Bielsa obliga a madurar en la militancia y la dirigencia (sin esperar candidaturas milagrosas y salvadoras), y ayuda a entender con quien se puede contar en las difíciles, y con quien no.
Los que descartan de plano votar al peronismo en Santa Fe para optar por un voto "útil" (por unos en contra de otros) deben tener la bola de cristal y saben de antemano el resultado (aunque ya están empezando a aparecer opiniones en los medios sobre que la cosa no estaría tan cantada); y más importante aun: deben estar completamente seguros que no se arrepentirán de su decisión en el futuro, si Lifschiz o Del Sel llegan al gobierno.
Partiendo de la base de que cada uno vota como quiere y por las razones que le parecen, sería más interesante que explicaran que diferencias sustanciales encuentran entre una y otra opción; por ejemplo en sus alineamientos frente al gobierno nacional: radicales, socialistas y PRO votan casi siempre igual en el Congreso, en contra sistemáticamente de las iniciativas del gobierno de Cristina.
O en su comportamiento acá en Santa Fe frente al "círculo rojo" local: si alguno sabe por ejemplo de algún pronunciamiento crítico del PRO o Del Sel por la situación del puerto, o la gestión de Vorobiof, o el negociado de las cocheras del parque Alberdi, que avise. Veámoslo por ejemplo acá al senador Marcucci (UCR), totalmente alineado con el reclamo de la Bolsa de Comercio por un Estado más bobo, en el proyecto de traslado del puerto de Santa Fe; algo que Del Sel firmaría al pie, sin dudar.
O en su comportamiento acá en Santa Fe frente al "círculo rojo" local: si alguno sabe por ejemplo de algún pronunciamiento crítico del PRO o Del Sel por la situación del puerto, o la gestión de Vorobiof, o el negociado de las cocheras del parque Alberdi, que avise. Veámoslo por ejemplo acá al senador Marcucci (UCR), totalmente alineado con el reclamo de la Bolsa de Comercio por un Estado más bobo, en el proyecto de traslado del puerto de Santa Fe; algo que Del Sel firmaría al pie, sin dudar.
Que nosotros somos críticos de lo que han sido las gestiones provinciales y municipales del FPCyS no caben dudas: basta recorrer el archivo de posteos de éste blog para corroborarlo.
Y que pensamos que Del Sel representa lo peor de la anti-política, al servicio de la peor de las políticas, tampoco; lo cual nos exime de la acusación de ser funcionales a cualquiera de los dos términos de una falsa disyuntiva, sólo sustentada en los resultados de las encuestas; que encima ahora están en discusión, como señalábamos más arriba.
Es desde allí que votamos desde las convicciones a la fórmula del FPV, concientes además -ya que de "voto útil" hablamos- de que otro fracaso electoral del peronismo en Santa Fe (por ejemplo empeorando sus números en relación a la última elección a gobernador) provocará que muchos dirigentes oportunistas que ahora decidieron dejar los pies en el plato, encuentren la excusa perfecta para migrar al PRO; donde ya los espera Reutemann.
Firmo al pie sin enmiendas ni tachaduras.
ResponderEliminarUn tipo/a que vota en la elección nacional al Frente Para la Victoria,y acá en Santa Fe vota al payaso o al frente progresista conservador, está al borde de un brote esquizofrénico.
ResponderEliminarConsulte con su médico.
El Colo.