viernes, 3 de abril de 2015

MAJUL, EN CUALQUIERA


(*)

¿Cómo hacer para que Cristina Fernández "siga gobernando" sin el poder que otorga el cargo de presidenta? ¿Cómo lograr que el cristinismo no desaparezca después del 10 de diciembre próximo? ¿Cómo evitar que la Presidenta "de todas y todos" termine como Carlos Menem, perseguida por la Justicia, (ya quisiera: a Menem no lo alcanzaron nunca, hasta ahora por lo menos) sin poder salir a la calle, despreciada por la mayoría de la sociedad (ay Majul, salen a la calle Cavallo, De La Rúa y los represores que burlan el arresto domiciliario, no hablés giladas. Si cuando vos salís a la calle te gritán "pelotudo" cada cinco metros, no proyectés) y abandonada por quienes decían dar la vida por ella? Esta triple y titánica misión es la que se encomendó el pequeño círculo que rodea a la jefa del Estado y que en la tribuna le promete fidelidad absoluta hasta más allá de la muerte. (hasta que la abandonen ¿o esos son otros?)
Si se lo analiza bien, parece casi imposible. Sería como detener el tiempo y dejar las cosas tal como están: con una presidenta que maneja la suma del poder,(uff, sí, tiene todos los medios, las empresas, el poder económico y la justicia en un puño) con una caja multimillonaria, (que los futuros presidentes podrían tener, porque es el Estado, Majul. A menos que sean unos nabos que andan por ahí prometiendo todos los días eliminar un impuestos distinto. Ah, pará, se entiende la preocupación: es lo que hacen Massa y Macri) un Congreso que funciona como una escribanía (claro, y es preferible tener que usar la Banelco para sacar una ley) y en uso de recursos logísticos y humanos como para apretar a la Justicia, los medios, los empresarios y algunos sindicalistas y periodistas dispuestos a servirla.(¿Y si están dispuestos a servirla para qué los tiene que apretar Majul?, firmá un armisticio en tu guerra contra la sintaxis, te lo pedimos por las nenas, por Dalma y por Yanina)
Hay que empezar por el principio y decirlo rápido: una vez que entregue la banda presidencial, si no pasa nada raro, Cristina dejará de gobernar. (o sea que lo que en el párrafo anterior era imposible, en éste depende de que "no pase nada raro") La consigna "Scioli Presidente/Cristina al poder" podría ser un sueño que nunca se hará realidad. (¿cuál parte, la de que Scioli sea presidente, o la otra, quién tiró esa consigna, Scioli?) En la Argentina, el presidente electo, por lo menos durante los primeros cien días de gobierno, siempre tendrá el poder suficiente como para tomar decisiones propias, (salvo Rodríguez Saá, que duró una semana) si es que no están ostensiblemente en contra de los intereses de la mayoría de la sociedad.(o de los que tienen el derpo de verdad, si no lo sacan cagando. ¿Y a partir del día 101 y hasta el final del mandato quién toma las decisiones, genio? ¿no era que el presidente dispone de la suma del poder público, una caja millonaria y quien sabe cuantas sanateadas más?) No importa que el vicepresidente no le responda. (claro, como le pasó a Cristina con Cobos. O mejor: como De La Rúa, que pese a la renuncia de Chacho Alvarez siguió gobernando con energía hasta le final...no cierto, que la pila duraba cien días. Que complicado lo hacés, Luis) Tampoco importa que no cuente con una mayoría aplastante en el Parlamento. (claro, entonces gobierna a decretazo puro. Para eso, que se quede Cristina, que ustedes dicen que hace eso -lo cual no se entiende porque el Congreso es una escribanía y no le haría falta- y listo) Y cien días, en la Argentina, son suficientes para que cualquier administración muestre para dónde quiere ir. (depende de para donde vaya, con un par de horas basta) Y también para obtener el apoyo indispensable para seguir gobernando. (o para que se le pudra todo, y los saquen cagando) Por lo tanto, la idea de que una fórmula Scioli-Axel Kicillof serviría para garantizar "la pureza del modelo" es algo muy difícil de hacer realidad.(¿Y qué catzo tiene que ver eso con los famosos cien días, si a la fórmula la eligen para durar cuatro años?) 
Distinto sería que, además de la vicepresidencia, los mejores lugares en las listas de diputados y senadores nacionales y provinciales, Cristina y sus incondicionales logren asegurarse, con Scioli como candidato, y en el caso de que gane, (claro, porque de lo contrario el Ejecutivo lo tendría otro, genio) las cajas más apetecibles del Estado nacional y los entes autárquicos, incluidos, por ejemplo, la Anses, el Banco Central, el Banco Nación, el área que maneja la publicidad oficial, (que es la más apetecible de todas, para vos) el Fútbol para Todos, la Secretaría de Turismo, la AFIP, Aerolíneas Argentinas, la Agencia Federal de Inteligencia (bueno, pero le quedarían Parques Nacionales y la Secretaría del Pensamiento Estratégico) y la caja de inteligencia que maneja César Milani como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. (no seas burro Majul, el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas es el presidente, leé la Constitución) Eso sí convertiría a Scioli en el Cámpora de Perón.(pero Cámpora duró 49 días, no 100, Majul) O en el chirolita (acá faltó mayúscula Majul, es el nombre de un personaje) de Cristina Fernández. (claro, igual que Néstor lo era de Duhalde, pero eso duró menos de 100 días. O como luego era Chirolita de Cristina, o ella de él; según ustedes. ) O en un títere de los "pibes para la liberación". (que ya son unos boludones de más de 40 años, Luis)
Pero si esta intención se descubriera como cierta, (acá la Santoreaste, hablando de lo que no pasó y no se sabe si puede pasar, como si hubiera pasado, cuanta sanata) Mauricio Macri o Sergio Massa se encargarían de hacer sonar la alarma para que los argentinos se enteren de la trama. (guau ¿tienen un "botón de pánico institucional" o algo por el estilo, quién les encomendó el encargo?) Y el gobernador de la provincia perdería la ventaja de ser visto distinto y más moderado que la presidenta a la que pretende suceder. (claro, ¿pasarían a verlo como un pelotudo, decís vos?) Otro escenario se podría vislumbrar si el próximo presidente fuera Mauricio Macri o Sergio Massa. (y sí, ahí se les complica a Cristina y a La Cámpora armarles el gobierno, ay Majul) Entonces, toda la artillería cristinista estaría abocada a condicionar al flamante jefe de Estado y usaría para esto un bloque muy compacto y coherente dispuesto a aguantar "los trapos" del modelo "nacional y popular". (lo cual sería un problema sí y solo sí ambos estadistas insignes no logran armar un bloque, ni ser compactos, ni coherentes ni estar dispuestos a aguantar los trapos. Ah, no, pará, tenés razón) Pero para que esto fuera posible, la primera mandataria debería estar dispuesta a bajar los humos, ensuciarse con barro y presentarse, por ejemplo, como primera candidata a diputada nacional.(ganaría de orejitas paradas la banca, porque además iría primera en la lista, sin hacer campaña y tomando mate en la casa ¿en qué tendría que "ensuciarse con barro" Luisito?) Sería la única manera de mantener a la tropa unida, compacta y dispuesta a pelear por el retorno al poder. ("sería" un análisis político esto, pero hay dudas al respecto) ¿Será ése su verdadero deseo? ¿No sería más sano para ella ponerse por encima de la pelea cotidiana y descansar de tanto desgaste? (si la mitad de la nota son preguntas no es una columna de opinión, es un reportaje Majul, se te traspapelaron las cosas, no estás en "La Cornisa")
A veces uno no hace lo que tiene ganas, (¿es una autocrítica tuya, por haber querido ser periodista?) sino lo que exige la construcción política, acaba de declarar Máximo Kirchner, al negar tener una cuenta conjunta con Nilda Garré en Venezuela, Irán y las Islas Caimán. Esto, para el diccionario de La Cámpora, significa: a todos nos gustaría que la Jefa se fuera a descansar después de todo lo que tuvo que pasar, pero si el proyecto la necesita va a tener que poner el cuerpo, por más que no sea lo más aconsejable. Por eso muy cerquita de ella se sigue discutiendo si lo más conveniente es que se presente como candidata a gobernadora por Buenos Aires, a diputada nacional, a senadora nacional, a ocupante de una banca en el Parlasur, ("discutiendo" ajá, como si eso lo va a decidir alguien más que Cristina, ay Majul) para que su omnipresencia en la campaña eclipse a los demás candidatos. Ninguna de estas alternativas parece demasiado delirante. (pero no sería lo más aconsejable, dijiste) Cristina Fernández de Kirchner tiene todavía una imagen positiva de 35 puntos y su intención de voto es igual o mejor que la del propio Scioli en la provincia de Buenos Aires. (¿ves que no tendría que meterse en el barro para ser diputada Majul? ¿vos leés las columnas enteras antes de mandarlas, o escribíns un párrafo cada día y después los pegás y los mandás como salieron?) Su imagen y su intención de voto crecieron un 4 o 5% después de su larguísimo discurso en la Asamblea Legislativa. (¿vos decís que las cadenas nacionales le suman votos? debe ser por eso que se quejan tanto) La percepción de que no existe una crisis y que la economía parece estar "un poco mejor" ("percepción", "parece", el famoso periodismo extrasensorial) avanza en todas las encuestas que hacen preguntas más allá de la intención de voto. Scioli se mantiene a flote (desde 1990 por lo menos) y reza para que ella no le saque el banquito de candidato a presidente horas antes del cierre de listas.
Massa parece haber detenido la caída que venía registrando. (lo cual es lógico, porque había llegado al piso) Macri es el único que crece de manera constante, pero todavía el aumento de su caudal de votos no le permite asegurarse un lugar en la segunda vuelta. (¿cómo, no era que con la alianza con los radicales ganaba en primera vuelta? al final crece desde el pie, como la canción. O arrancó con la misma intención de voto que Altamira, o -siguiendo tu razonamiento- lo perjudicó hacer un discurso de apenas 15 minutos en la legislatura) Y menos un triunfo final en un eventual ballottage.(ahí está todo el problema: teorizan sobre lo que dicen que es imposible -que Cristina "siga gobernando"- porque lo creen posible) Cada minuto, en la Argentina, pasa algo que trastoca, mucho o poco, el escenario electoral. (es como el ráting, con el famoso "minuto a minuto") La "ola del cambio" aparece hoy un poco más alta que el deseo de más de lo mismo. Ningún candidato parece cortarse solo hacia la recta final. Tampoco se sabe si la polarización entre Macri y Scioli que pronostican algunos encuestadores va a terminar favoreciendo o perjudicando a Cristina. (o sea, no saben un pomo, hablan al pedo, operan con encuestas, pero ya decretaron la muerte del kirchnerismo, en el 2003. Y el muerto se les vuelve a aparecer, y fruto del cagazo son disparates como ésta columna) La incertidumbre juega a favor de la Presidenta, prolonga su centralidad y hace más lenta la dinámica de la natural pérdida de poder que implica su no reelección. (exacto, esa es la idea Majul, se llama "Conducción Política", está todo escrito ahí, leélo) Por eso sus estrategas imaginan una Cristina para toda la eternidad. Desde el oficialismo o desde la oposición. (es que miran alrededor y dicen: "Con estos boludos enfrente, nos quedamos a vivir en la Rosada") Repiten lo que vienen diciendo los más fanáticos, desde aquel histórico triunfo de octubre de 2011. "Ella está a kilómetros de distancia de cualquier dirigente político. Ninguno le llega a los talones. (bueno, en el 2011 justamente eso lo dejaron en claro los resultados: los otros quedaron a kilómetros de votos de Cristina) Ni entre los propios ni entre los ajenos." Quisieran detener la película ahora. (¿por qué ahora, eso quiere decir que hoy Cristina volvería a ganar con el 54 %?) Pero, para su desgracia, el tiempo no para. (una gran verdad, que descubriste luego de años de carmelearte el pelo y meterle al bótox)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

6 comentarios:

  1. Hay que tener suerte. A este ridículo le pagan y muy bien por escribir y decir (lo que es peor, reiterativamente) tantas pelotudeces.
    Este es el que dijo: -"La denuncia de Poliyita mejorando la de Nisman, es impecable".

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  2. Asombroso. Cómo escribir una columna periodística sin tener nada para decir y, encima, escribirlo tan mal que se vuelva incomprensible.

    «¿Cómo hacer para que Cristina Fernández "siga gobernando" sin el poder que otorga el cargo de presidenta? ¿Cómo lograr que el cristinismo no desaparezca después del 10 de diciembre próximo? ¿Cómo evitar que la Presidenta "de todas y todos" termine como Carlos Menem, perseguida por la Justicia, sin poder salir a la calle, despreciada por la mayoría de la sociedad y abandonada por quienes decían dar la vida por ella? Esta triple y titánica misión es la que se encomendó el pequeño círculo que rodea a la jefa del Estado y que en la tribuna le promete fidelidad absoluta hasta más allá de la muerte.»

    La misión ni es triple ni es titánica ni está encomendada a un pequeño círculo.

    La primera pregunta se responde fácil: ganando las elecciones, y la “misión” está en manos de todo el FPV, desde el votante hasta el dirigente. Verdad de perogrullo: le pasa lo mismo a cualquier candidato de cualquier partido en cualquier elección.

    La segunda pregunta carece de sentido: el cristinismo no desaparecerá después del 10 de diciembre, gane o pierda el FPV, a menos que se suponga que, ante una derrota electoral, Cristina y quienes la apoyan se exiliarán para cultivar patatas en Groenlandia.

    La tercera pregunta es una sumatoria falaz de elementos no relacionados entre ellos, pero que los pone juntos para sentar una premisa: Cristina es corrupta, si no está en manos de la Justicia es porque “se defiende” con el cargo de Presidente, y una vez sin cargos será su destino quedar sola y abandonada por todos. Viendo la catarata de denuncias de todo tipo que se vienen dando, es obvio que, con o sin pruebas de algún delito, se volverán más virulentas luego del 10 de diciembre, pero nadie lo necesita a Majul para saber que aparecerán muchos análogos a Nisman, y menos aún se requiere hacer “esfuerzos titánicos para encontrar una solución”; si se trata de tener un cargo, cualquiera sabe que basta con uno de diputado.

    El resto del artículo es del mismo tono. Lo único sólido que aparece es el convencimiento —real o ficticio— de Majul acerca de cómo se construye y qué es el poder político: detentar cargos en el Ejecutivo y nada más. Cristina se quedaría sin poder alguno si no tiene cargos luego del 10 de diciembre: o sea, la construcción política pasa exclusivamente por tener cargos en el gobierno. Si estás a cargo del ANSES (o de otra repartición) tenés el poder de la caja y eso te da poder sobre el Presidente (que sería Scioli chirolita), obviando que el Presidente te puede echar cuando se le ocurra.

    ¡En fin!




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  3. Un majul es compatible con el pro, puro vacío, lo infinito de la nada, figuras de la política mediática, que solo ven lo que pasa en el circulo que lo rodea. Piensan el país desde la ventana de Las Cañitas o desde Plaza Francia. Leen encuestas pagas por el candidato para operar de acuerdo al Nro de ceros del cheque que les llega.

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  4. Dolina, allá lejos y en Humor inventó una categoría, el semi-inteligente.
    Claro, el tiempo pasa y ahora luisito lo supera, no sólo inventa una categoría, sino que la personifica, el semi-pelotudo, una pena, pero bueno, nadie es perfecto.
    Y aunque no lo creo ni yo y probablemente ustedes tampoco, conozco un tipo que lo lee y cree que escribe en serio... milagro kirchnerista, claro.

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  5. el problema es que parten de premisas falsas inventadas por ellos mismos, que luego terminan creyendo como si fuesen reales. Un ej es la construcción de Máximo como un boludon grande que solo juega a la play, cuando apareció y habló, quedaron un poco descolocados. Entonces parten de la base de creer que el cristinismo existe solo desde el poder, por la caja, que sin guita se acaba. La sorpresa también va a ser grande
    fernandobbca

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  6. Que bueno,me cague de risa, extrañaba a Majul y tus negritas. No tiene porque ser verdad ni verosimil nada de lo que escribe, no esta destinado a un publico pensante. Esta destinado al culorroto de Santa Fe y Callao que consume retroalimentacion continua siempre que sea antidemocratica. Ninguno de los sicarios quiere quedar abajo en la ilusion de que Macri gane asi todos pueden pedir una porcioncita de la torta. Ahora es el momento de empujar con fuerza entre todos los de afuera y los de adentro, a ver si cae de una vez el gobierno. Mira que se les hace cuesta arriba, eh?

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