SIENDO BUENOS, NO SIRVEN NI PARA ORGANIZAR UNA ELECCIÓN

No sólo lo denuncian desde la izquierda como vemos acá, sino también desde el FJPV como vemos acá: hay interrogantes sobre serias irregularidades en el escrutinio de las elecciones del domingo pasado en la provincia.

Se suman testimonios y denuncia, a punto tal que un funcionario de tercera o cuarta línea del gobierno (el único que hasta acá salió a dar la cara, lo que en sí mismo es una vergüenza) habla de más de 800 mesas en toda la provincia cuyos resultados no habrían sido cargados en el cómputo final; sobre un total de 7628 mesas: más del 10 % del total, en una elección donde la diferencia para gobernador es menos de 5500 votos.

Desde el FJPV denuncian 514 casos mesas no cargadas (407 en Rosario y 107 en Santa Fe) y señalan que hay 52.000 votos "no consignados" en la elección de gobernador; desde la izquierda hablan de más de 250 telegramas no cargados; y algunos hacen subir a 150.000 votos los que están en el aire; lo que sería consistente con el 10 % de las mesas sin escrutar.

Sin embargo, la página oficial del gobierno (ver acá) sigue diciendo desde la madrugada de ayer que fueron escrutadas el 100 % de las mesas:

Con la misma ¿precisión? con la que desde el Tribunal electoral dijeron a las cinco de la tarde del domingo (una hora antes del cierre de la elección) que había votado en 70 % del padrón, y luego nos enteramos que la participación fue menos al 66 % (ver imagen de arriba).

O con la que los funcionarios/candidatos anunciaron el domingo a dos horas del cierre de las mesas, que su sistema de "mesas testigo" les daba un triunfo del FPCyS sobre Del Sel, por casi dos puntos de diferencia.

Confundiendo lo público-institucional (donde tienen la obligación de informar a la ciudadanía y garantizar la transparencia del comicio) con lo político-partidario, donde pueden maniobrar como mejor les parezca, para disimular el resultado.

Estas "irregularidades" se suman a los enormes inconvenientes de un sistema electoral -la boleta única- que debe ser dejado de lado sin más, para las próximas elecciones; porque ha quedado demostrado que es un mamarracho, que ni siquiera puede garantizar mayor transparencia en el proceso; tal el argumento con el que nos lo vendieron. 

Presidentes de mesa que no tenían la menor idea de como funciona un comicio (con o sin boleta única) y a los que nadie capacitó como es debido, votantes que desconocían que se había modificado el diseño de la boleta en el apartado del voto en blanco (y algunos presidentes de mesa les decían que "estaba prohibido votar en blanco") y para los cuáles tampoco hubo campañas de información por lo medios masivos. Como sí la hubo para fomentar la excusación y que la gente no fuera a votar, como apuntaba acá Barricada.

Seamos buenos, y no empecemos a ver fantasmas, ni relacionar todo esto con los resultados del domingo y la posibilidad concreta de que el FPCyS pierda las elecciones, y el gobierno de la provincia.

Tampoco especulemos con el contenido de esas mesas que faltan escrutar, porque si mantienen o modifican los resultados que trascendieron (a favor del oficialismo provincial, o en su contra) no va a cambiar el hecho de que estamos en presencia de un enorme papelón.

Pensemos que se trata simplemente de un caso más (más grave, por cierto; por las posibles consecuencias) de la tremenda inutilidad de la gente que gobierna esta provincia; que no estaría ni siquiera en condiciones de garantizar una elección mínimamente organizada.

Sin perjuicio de señalar que por el 1 % de todos estos mocos, en la elección nacional ellos mismos serían los primeros en salir a los gritos a hablar de fraude.