En
la tarde de ayer y con el Congreso nacional como escenario, los miembros de la
fórmula Perotti-Ramos, acompañados por los diputados nacionales de Santa Fe por
el FPV, la presidenta del bloque Juliana Di Tullio y otros compañeros que serán
candidatos en las generales de junio (como Leandro Busatto y Héctor Cavallero)
denunciaron públicamente las serias irregularidades que se vienen registrando
en las elecciones del domingo pasado, y su escrutinio provisorio.
El
marco no es casual: en las horas previas los candidatos se reunieron con Aníbal
Fernández, Julio De Vido, Florencio Randazzo y otros funcionarios del gobierno
nacional; en un claro gesto de cual será el tono de la campaña de acá en más:
el conjunto del peronismo santafesino alineado con el gobierno de Cristina, y
sumando fuerzas para defender los votos conquistados; e ir por los que
faltan.
Mientras
tanto en la provincia crecen -minuto a minuto- las denuncias sobre
irregularidades en la elección y en los datos del escrutinio provisorio;
poniendo en tela de juicio la transparencia y legitimidad del procedimiento, de
un modo preocupante de cara a las elecciones generales.
Al
respecto, cobra enorme actualidad lo que decíamos en diciembre pasado en éste post: "...acá -donde
gobiernan los republicanos transparentes- no existe la justicia electoral, la
Secretaria Electoral es una funcionaria del Poder Ejecutivo designada por el
gobernador; que además en este caso en particular carga en sus alforjas con
mocos varios, desde la "migración" de electores de un distrito a otro
(denunciada por la UCR), hasta
fraudes en el cómputo de los votos en el escrutinio definitivo, como
pasó en Tostado en las últimas elecciones provinciales. Y como no hay justicia electoral, hay que reclamarle
al Tribunal Electoral; que se arma para cada elección, con el presidente de la
Corte, un camarista y la Secretaria Electoral, designada por el gobernador.".
Recomendamos
la relectura del post y sus correspondientes enlace, que dan cuenta de los
diversos escándalos que ha protagonizado la gestión del Frente Progresista en asuntos
electorales.
El
conservadurismo con empaque progresista que gobierna Santa Fe desde el 2007
podría aducir que no eran completamente conservadores, porque a diferencia de
estos, no habían incursionado nunca en el terreno del fraude electoral: ¿estaremos
asistiendo al momento en el que se termina de eliminar la única característica
que los diferencia?
La
respuesta del socialismo al escándalo provocado por las irregularidades en el
escrutinio (que ya tienen alcance nacional y ocupan lugar en la tapa de casi
todos los diarios) no pudo ser peor, en términos políticos: desde la negación
de lo ocurrido o su minimización, hasta el ya remanido recurso de victimizarse
para desplazar en los demás las culpas propias, parecen estar dispuestos a
seguir pegándose tiros en el dedo gordo del pie; rifando las menguante chances
que tienen de remontar los resultados, y retener el gobierno de la
provincia.
Ajenos
a la modificación del contexto político, siguen suponiendo que con esa gastada
herramienta y la ayuda de algunos comunicadores lubricados con abundante pauta
les alcanzará para zafar, como lo vienen haciendo desde el 2007; como si se
pudiera tapar el sol con la mano.
Comunicadores
que descubrieron ahora -de golpe y como iluminados por un rayo celestial- que
Clarín (que está jugado con Macri y el PRO) miente, tergiversa y opera:
bienvenidos a la pelea chicos, llegan unos cuantos stands de Expoagro y boletas
únicas impresas en AGL después; pero nunca es tarde cuando la dicha es buena.
Pero
allá ellos con sus cuestiones, ellos y el PRO; que prefiere no hacer olas y
silbar bajito poniéndole sordina a las denuncias por irregularidades, por miedo
a que se pudra todo y se les escape lo que suponen es un triunfo seguro en la
general.
Para
nosotros en cambio, la situación impone redoblar el compromiso para fiscalizar
a fondo el escrutinio definitivo y garantizar los votos propios, dejando de lado la equivocada idea que nos vendieron (un auténtico buzón progresista) de que con la boleta única ya no eran necesarios los fiscales, porque estaba garantizada la transparencia y la seguridad del procedimiento: a los resultados nos remitimos.
Sumémonos todos a la tarea, los que ganaron, los que perdieron y los que no participaron de la interna, los que quedaron en las listas y los que no, sin
mezquindades ni pequeñeces; para poder aprovechar ampliamente las perspectivas que se le abren a futuro a un peronismo santafesino en trance de renovación, y de trasvasamiento generacional.
Un peronismo fortalecido -como decía Perón- por el catalizador de la agresión externa, y la deserción interna también; desde los campeones de garrocha que creyeron que yéndose hacia la más cruda representación del antiperonismo gorila y conservador ganaban (y se encontraron con la amarga verdad de que no era así); hasta el oficialismo provincial que supone que puede seguir con sus picardías de corto vuelo, acostumbrado como está a un peronismo sin capacidad de reacción durante años; al que despertaron sin querer cuando trataron de meterle la mano en el bolsillo electoral.
Y redoblemos también el compromiso militante de cara a las generales para ir por mas, por los votos que faltan, para consolidar el triunfo en la elección de concejales, para dar la pelea por la intendencia de Santa Fe, para mejorar la perfomance de los candidatos provinciales y meterse de lleno en la disputa; así como retemplar el ánimo y consolidar la organización para garantizar el triunfo en las elecciones nacionales de octubre.
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