Uno de los ejes principales de la campaña del socialismo de cara a las elecciones generales del 14 de junio es la disyuntiva entre el "progresismo" que encarnaría el FPCyS, y la derecha neoliberal que representan Miguel Del Sel y el PRO: el propio Bonfatti en su mensaje en la Legislatura hizo de la divisoria el eje central de su discurso.
En ese marco, se plantea un triunfo del ex Midachi como "un retorno a los 90'", cosa que es absolutamente cierta: sus definiciones políticas y sus posibles colaboradores en el caso de llegar a ser gobernador no dejan demasiadas dudas al respecto.
Y uno de los ámbitos donde el gobierno provincial refuerza más la idea es el educativo: hace poco veíamos acá a la ministra Balagué y el mismísimo Lifschitz arengando a los docentes para votar al gobierno, porque de lo contrario ganaría la derecha y se daría marcha atrás en "todo lo conseguido en estos años en materia de educación".
Hace poco se filtraron los posibles nombres de los responsables del área educativa en un eventual gobierno de Del Sel, y cundió la alarma, en especial entre los gremios docentes: se trata de personajes tenebrosos vinculados a la dictadura, y a lo más granado de la educación privada de élite.
Sin embargo, lo que no está tan claro son las (en teoría) profundas diferencias de concepción entre quienes hoy gobiernan Santa Fe, y el PRO: las imágenes que ilustran el post nos muestran dos decretos firmados por Bonfatti y la ministra Balagué el mismo día (el viernes pasado), por los que se les otorga el subsidio estatal a dos escuelas privadas de Rafaela (una primaria y una secundaria); conocidas como "la Escuela de la Plaza".
Un emprendimiento educativo lanzado justamente en los 90', por lo más granado del poderoso empresariado rafaelino, nucleado originariamente en la Fundación Compromiso; y desde hace 15 años con el apoyo de la ACUCSE (Asociación Civil Universidad Católica de Santiago del estero). Tal como reflejaban los medios en aquella época, "ocho empresas de primera línea de la ciudad (Curtidora del Oeste, Giulliani Hermanos, Ilolay, Frigorífico Lario, Policlínico Rafaela, Válvulas Edival, Válvulas 3B y V.M.G.) nucleadas en la Fundación Compromiso, han dado idea a una escuela bilingüe...".
No parece que se trate de gente que necesite subsidios del Estado para montar y sostener una escuela, sobre todo considerando que -apara otorgar el subsidio estatal- la Ley 6427 dispone en su artículo 16 que: "Los establecimientos incorporados que perciben
aranceles y demuestren fehacientemente que no pueden abonar al personal escolar
las retribuciones establecidas en el orden oficial, podrán gozar para ese solo
efecto, de una retribución en dinero. Esta retribución para el pago exclusivo
al personal, será del 80%, 60% y 40% del total de los sueldos, durante 10 meses
del año, según la situación económica de éstos, comprobada con el balance anual
y teniendo en cuenta la política de fomento educativo de la Provincia."
Es decir entonces que los dos decretos de Bonfatti de la semana pasada nos están diciendo que los más poderosos empresarios de Rafaela no les pueden pagar a los docentes de sus escuelas los salarios que rigen en la provincia para la actividad; porque su situación económica no se lo permite; aunque las escuelas son aranceladas.
No viene mal recordar que esos mismos empresarios -al lanzar hace más de 20 años las escuelas- se jactaron de generar un emprendimiento educativo privado de excelencia; que no necesitaba del subsidio estatal para sustentarse.
Y respecto a si las escuelas necesitan que el Estado las subsidie, en éste enlace y en las fotos de abajo pueden ver las condiciones de infraestructura en las que imparten enseñanza:
Infraestructura que -por cierto- podrá ser mejorada si el "costo" principal de sostener un establecimiento educativo (los salarios del personal) es absorbido por el Estado vía subsidio. Les va a sobrar con la plata de las cuotas para dejar a las escuelas mejor aun de lo que ya están.
Una curiosa idea (la del socialismo) de lo que es una "política de fomento educativo provincial": subsidiar con recursos públicos una oferta educativa de excelencia, sostenida por poderosos grupos empresarios, en lugar de aportar recursos para garantizar la excelencia de la escuela pública, incluyendo la jornada extendida, que está contemplada ya en la ley de educación nacional desde el 2006.
Mientras otras escuelas (por ejemplo la secundaria Bustos, en pleno centro de Santa Fe) se caen a pedazos, y piden inversión a gritos. Prioridades en la asignación de los recursos, que le dicen.
O decisiones que contribuyen a profundizar la desigualdad desde el sistema educativo, en lugar de contribuir a reducirla; al mejor estilo de las políticas de los años 90'. Miguel Del Sel y el PRO no lo podrían haber hecho mejor.
¡Uy, uy, uy! ¡Qué truchos los empresarios de mi ciudad! Siempre llorando por los subsidios a los negros y ahora resulta que los piden para abaratar los costos laborales (bueno, en esto son coherentes).
ResponderEliminarCon razón están tan en buenas amistades con Bonfatti y cía.
Bueno, tengan un poco de piedad. Curtidora del Oeste no existe más, Giuliani entró en concurso dos veces, Policlínico Rafaela tuvo que vender, Edival se vendió al oro alemán. Así que se ve que se largan y después andan necesitando del Estado. Raro para el discurso del empresario rafaelino, pero negocios son negocios.
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