PARA LA CORTE, LOS MUERTOS DE DICIEMBRE DEL 2001 NO TIENEN IMPORTANCIA

Con la ¿sorpresiva? ausencia de Fayt (??) se reunió ayer la Corte Suprema de la nación en su acuerdo habitual, para tratar diferentes temas.

Acá en Ambito Financiero hay una buena síntesis de los temas tratados, reveladora de como maneja Lorenzetti la agenda, para que rebote en los medios y para atender los asuntos que verdaderamente les interesan a los cortesanos: el caso Belsunce, la muerte del ex gobernador de Río Negro Soria y -acá vino lo más importante- un pedido a la Jefatura de Gabinete de refuerzo de partidas; para darles un aumento a los empleados judiciales, sin la presión de Ganancias.

También ratificó las condenas contra los represores de la ESMA (Astiz, Pernías, Rolón, Acosta y otros); tarea ésta (dejar firmes las condenas en las causas de lesa humanidad) en la que viene mostrando una notoria morosidad.  

Pero también dejó firme lo resuelto en instancias inferiores que libraba totalmente de culpa y cargo a De La Rúa por las muertes provocadas en la represión en Plaza de Mayo en diciembre del 2001, con un muy escueto fallo en el que vuelve a utilizar la fórmula del artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la nación; rechazando las presentaciones del Ministerio Público y de la querella particular patrocinada por el CELS:  

Un artículo que no nos vamos a cansar de transcribir acá, porque es muy revelador de como funcionan los supremos: "La Corte, según su sana discreción, y con la sola invocación de esta norma, podrá rechazar el recurso extraordinario, por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia.". (las negritas son nuestras)

Con ese sencillo y discrecional recurso (propio de los modos monárquicos con los que se imparte justicia en el país), la Corte se saca de encima año tras año mas o menos la mitad de los 14.000 expedientes que recibe, a razón de unos 400 por semana; y del mismo  modo resolvió los casos Belsunce y Soria en la misma acordada; y así había resuelto también antes "sacarse de encima" la causa por torturas contra los soldados combatientes en Malvinas.

Un método que resulta muy revelador de las reales condiciones de funcionamiento del tribunal (con tres miembros efectivos y uno fantasmal), que lo lleva a no explayarse demasiado en definiciones, no sea cosa que aparezcan disidencias entre sus miembros, porque si fallaron dos en un sentido y uno en otro, no estaría cumpliendo con la mayoría que establece la Ley 26.183, que fija en cinco el número de miembros de la Corte.

O tendrían que "resucitar" a Fayt y hacerlo firmar como si estuviera; o apelar a los conjueces, cuando acaban de fulminar la lista elaborada por el Ejecutivo con acuerdo del Senado, y no tienen certeza de como fallarían los camaristas que integran la lista formada por sorteo.

Sin embargo a nadie le escandaliza esto, y se habla de "acoso" contra Fayt, al mismo tiempo que la oposición cierra filas en el Congreso para impedir que se designe al reemplazante de Zaffaroni.

Y hablando de la oposición: es imposible no asociar este ¿fallo? de la Corte con los fluidos diálogos del presidente de la Corte con Ernesto Sanz, el presidente de la UCR: no sería de buen tono que -en plena campaña electoral- les recordaran a los radicales (tan preocupados ellos por que no se garantice la impunidad) que la última vez que fueron gobierno en alianza con otras fuerzas se fueron antes, con estado de sitio y represión en las plazas y calles, que se cobró la vida de 39 argentinos.

Cuyos deudos deberán buscar respuesta a sus demandas de justicia fuera del país, porque -al menos en lo que refiere a los muertos en Plaza de Mayo- el máximo tribunal judicial del país les acaba de decir que su reclamo no es importante; y no les merece más que cuatro o cinco líneas.