TEMPORADA DE BAÑOS DE HUMILDAD

Por Raúl Degrossi

Después del anuncio de Sergio Urribarri declinando su candidatura, hoy siguiero nel mismo camino el "Chivo" Agustín Rossi y Jorge Taiana; en respuesta al pedido de Cristina desde el Chaco, hace unos días. Cada uno en su momento, con sus modos y sus estilos, pero con la misma conclusión: haciendo ceder la lógica de las expectativas personales en beneficio del conjunto, y de la continuidad del proyecto colectivo.

También hoy se supo que Cristina modificó las competencias de la ley de ministerios, desligando a Florencio Randazzo de todo lo vinculado con el proceso electoral en marcha, para evita todo cuestionamiento a su candidatura por ese lado: un modo inteligente -y claro- de ratificarlo en su postulación presidencial; a la inversa de los invitados a "darse el baño de humildad". 

Hace apenas una semana, decíamos en éste blog: "Lo más probable es que la interna presidencial del FPV se limite a dos fórmulas, siendo raro que sean tres, porque en ése supuesto crecerían las chances de Scioli; en una competencia en la que -por razones obvias- CFK no puede jugar abiertamente: si lo hiciera y perdiera, su autoridad política e institucional se vería afectada. Del hecho de que Cristina deba "ganar sí o sí" la interna se derivan otros, como la especulación de que "cuele" los vices en ambas fórmulas, pero hasta acá es -como casi todo éste post- sólo eso: pura especulación.

CFK no puede jugar "abiertamente" dijimos, lo que no significa que le sean indiferentes las PASO, o sus resultados: si los candidatos son dos, y sentado que uno sea Scioli (nada parece indicar lo contrario, aunque desde el dispositivo mediático opositor agiten la idea de la "bolilla negra" presidencial a último momento, y alguno pueda ver en el discurso de CFK en el Chaco alguna insinuación en ese sentido), la entronización de un contendiente será leída seguramente por muchos kirchneristas como un dato indicativo de la preferencia presidencial.El resto -como debe ser- lo harán los votos...".

La interna del FPV se resolverá entonces Scioli y Randazzo; que son los que venían registrando mayor intención de voto en el espacio, según coinciden todos los sondeos.

Y si bien no se puede hacer política exclusivamente atendiendo a las encuestas, Cristina dio muestras de un ejercicio pleno de su condición de conductora del espacio político, ordenando la oferta electoral de éste de un modo razonable; que también se está verificando en el crucial distrito bonaerense: en estos días se han bajado de sus aspiraciones a la gobernación Bossio, Castagnetto y Patricio Mussi, y hoy mismo el "Chino" Navarro. 

Cristina hizo un ejercicio de la conducción basado además en el más puro realismo político, que pone en un segundo plano las preferencias personales (como debe ser); aunque como se dijo antes, los resultados de las PASO no le sean indiferentes: por razones obvias no puede permitir un triunfo canónico de Scioli (dejándolo como único candidato del oficialismo), y genera con Randazzo una alternativa viable para el kirchnerismo "paladar negro" (o "cultural"); con toda la carga de provisoriedad e indefinición que esos rótulos conllevan, porque no permite dar cuenta cabal de la compleja realidad del conjunto de las fuerzas políticas y sociales que respaldan al oficialismo nacional, y porque es absurdo negarle a Scioli pertenencia al espacio kirchnerista, desde sus orígenes.

Pero ese kirchnerismo "paladar negro" o "cultural" al que no le gusta Scioli o le sigue generando aprensión o dudas, además de marcar diferencias ideológicas o conceptuales con el gobernador bonaerense tendrá que demostrar en las PASO cuanto "pesa" electoralmente; dado que hasta acá ha patentizado su debilidad para construir candidatos propios con "electorabilidad".

Las razones de esa carencia son múltiples, y muchas se remontan al origen mismo del kirchnerismo; y a los modos de conducción y construcción política propios de Néstor y de Cristina: hace unos días Roberto Caballero reflexionaba acá al respecto; en un análisis recomendable para la discusión sobre el tema.

Lo que ha quedado claro es que Cristina juega, y juega a ganar: es muy posible que ella misma encabece la lista de diputados del Mercosur, en la sección de la boleta que toma el país como distrito único, como en una elección presidencial; apostando a obtener más votos que los que sumen los candidatos presidenciales del FPV, y de la oposición.

Una forma de corroborar si lo que marcan las encuestas es cierto, y sigue siendo la dirigente política con mejor imagen del país. Si puede "ganar" la interna (a través de la candidatura de Randazzo) mejor, pero eso no depende exclusivamente de ella; y se dijo que no puede "perderla", lo que marca los límites de su involucramiento abierto en la disputa.

Lo que sí definirá el resultado de esa interna (además de la candidatura presidencial del FPV) es el peso concreto de lo que podría denominarse -otra vez con la aclaración de que se usan los términos en sentido coloquial, a falta de otros más adecuados- el "kirchnerismo paladar negro" o "cultural" en la coalición que hoy respalda al gobierno nacional, en un futuro gobierno del mismo signo, que ya no será presidido por Cristina.