Sobre el tema del que da cuenta la imagen de apertura, leíamos ayer en Tiempo Argentino texto: "En sólo una década, la clase media en la Argentina renació de las cenizas de la crisis en la que se vio inmersa por las políticas que se llevaron adelante durante la dictadura y que continuaron en el Plan de Convertibilidad, y se transformó en el segmento de la sociedad más importante de Latinoamérica. Esta información se desprende de un informe que llevó adelante el Pew Research Center en base a datos proporcionados por el Banco Mundial y el FMI correspondientes al período 2001-2011, que se hizo público este 20 de julio de 2015. De acuerdo al mencionado trabajo, la Argentina más que duplicó la población de clase media que pasó de representar el 15% al 32,5 por ciento.
De acuerdo al censo del año 2001, la Argentina tenía en su territorio 36.260.130, de los cuales alrededor de 5.439.019 tenían ingresos medios. Ya en el censo de 2010, el número de la población creció hasta superar las 40.117.000 personas, de las cuales 13.038.025 tenían ingresos medios. Es decir, que en el decenio 1001-2011, más de 7,5 millones dejaron la pobreza pasaron a engrosar el pelotón de la clase media. En los años medidos, la Argentina también se anotó primero en el ranking de los que más incluyó en el segmento medio por encima de Ecuador que en el período analizado ocupó el segundo lugar al pasar del 7,7% al 21,1 por ciento.
A la hora de explicar este fenómeno, Pew señaló que "si bien el crecimiento económico es el factor más importante en reducir la pobreza y elevar a las personas en la clase media, las políticas de redistribución del ingreso y la disminución de la desigualdad también ayudaron a expandir la población de clase media". Pero párrafo seguido admiten que "la disminución de la desigualdad en América Latina fue impulsada en parte por los programas sociales diseñados para ayudar a los pobres, a través de las inversiones en salud, educación y otros sectores"."
En medio de tanto sanateo vernáculo sobre la pobreza en el país y como medirla, viene bien para la reflexión ésta noticia, aportada por una fuente insospechada de kirchnerismo; y con todas las prevenciones que el caso genera, a partir de la volatilidad del concepto de clase media (incluso en términos estrictos de teoría sociológica), y la generalizada auto percepción que existe al respecto: "todos" creen ser clase media, lo sean efectivamente o no, estén por debajo o por encima de los límites de ésta.
En términos de discurso político, es conocido el lugar común instalado respecto a que el populismo fabrica pobres y los mantiene en esa condición, para utilizarlos como masa de maniobra políticamente disponible.
El precepto se ha aplicado hasta el hartazgo en la Argentina para definir o interpretar al peronismo: aquí vemos una constelación de disparates que en esa línea desparraman Sebrelli, Silvia Mercado y hasta Julio Bárbaro; autotitulado custodio del gen peronista.
El informe -que analiza no sólo el caso argentino, sino al resto de América Latina- aporta elementos para sostener exactamente lo contrario al lugar común: a los pobres los crea y perpetúa el neoliberalismo con sus políticas (incluso cuando se aplican en nombre del peronismo, como ocurrió con Menem); que no pocas veces son acompañadas enfáticamente por importantes segmentos de las clases medias, que a consecuencia de su aplicación se pauperizan.
El precepto se ha aplicado hasta el hartazgo en la Argentina para definir o interpretar al peronismo: aquí vemos una constelación de disparates que en esa línea desparraman Sebrelli, Silvia Mercado y hasta Julio Bárbaro; autotitulado custodio del gen peronista.
El informe -que analiza no sólo el caso argentino, sino al resto de América Latina- aporta elementos para sostener exactamente lo contrario al lugar común: a los pobres los crea y perpetúa el neoliberalismo con sus políticas (incluso cuando se aplican en nombre del peronismo, como ocurrió con Menem); que no pocas veces son acompañadas enfáticamente por importantes segmentos de las clases medias, que a consecuencia de su aplicación se pauperizan.
Parte de la dificultad para "medir" la pobreza o precisar los límites de las clases medias, es ponerse de acuerdo en cuáles son los estándares o indicadores que determinan estar situado en una u otra condición: a los tradicionales de empleo, ingresos y niveles de educación formal, hay que agregar el acceso a la infraestructura y los servicios públicos que definen una mejor calidad de vida (salud, educación, vivienda, agua potable, cloacas, transporte, comunicaciones en general), y los consumos diversificados; incluyendo el esparcimiento, el turismo o el acceso a la movilidad propia.
Desde esa óptica más amplia, han contribuido a la ampliación de la clase media en el país desde el 2003 las paritarias, la generación de empleo registrado, la ampliación de la cobertura previsional, la movilidad jubilatoria o el aumento del salario mínimo, tanto como la creación de nuevas universidades, el acceso masivo a las nuevas tecnologías y al conocimiento digital, o el reconocimiento de derechos a colectivos laborales secularmente excluidos: la nómina en éste último caso involucra a los trabajadores rurales y de casas particulares (que la mayoría no incluiría entre las clases medias), pero también a los docentes universitarios y privados.
Desde esa óptica más amplia, han contribuido a la ampliación de la clase media en el país desde el 2003 las paritarias, la generación de empleo registrado, la ampliación de la cobertura previsional, la movilidad jubilatoria o el aumento del salario mínimo, tanto como la creación de nuevas universidades, el acceso masivo a las nuevas tecnologías y al conocimiento digital, o el reconocimiento de derechos a colectivos laborales secularmente excluidos: la nómina en éste último caso involucra a los trabajadores rurales y de casas particulares (que la mayoría no incluiría entre las clases medias), pero también a los docentes universitarios y privados.
Políticas públicas definidas y con efecto concretos, que incluso analizadas en términos políticos (tal como lo señalábamos acá) configuran una suerte de "planes sociales" de la clase media; a los que hay que agregar -como nos lo apuntaban los comentarios de algunos lectores- otras como el Progresar, el programa Procrear, o los programas de estímulo al consumo como la tarjeta Argenta o el plan Ahora 12.
Lo importante a rescatar en todo esto más allá de los elementos que se elijan priorizar o descartar para caracterizar el proceso iniciado en el 2003, es precisar su claro sentido político: un fuerte y sostenido impulso a la movilidad social ascendente, que se tradujo en una ostensible mejora en los patrones de consumo y las condiciones materiales de existencia de millones de argentinos.
Mayor similitud del kirchnerismo con el peronismo original, imposible de verificar.
Lo importante a rescatar en todo esto más allá de los elementos que se elijan priorizar o descartar para caracterizar el proceso iniciado en el 2003, es precisar su claro sentido político: un fuerte y sostenido impulso a la movilidad social ascendente, que se tradujo en una ostensible mejora en los patrones de consumo y las condiciones materiales de existencia de millones de argentinos.
Mayor similitud del kirchnerismo con el peronismo original, imposible de verificar.
Claro que se trata también de un proceso no exento de tensiones políticas y culturales, como por otra parte ha sido históricamente la relación del peronismo con las clases medias; que tienden a creer que su progreso se debe exclusivamente a su esfuerzo e iniciativa propia y personal, sin acertar a reconocer el contexto general del país que lo favorece.
El peronismo,esa fábrica de opositores
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