sábado, 19 de septiembre de 2015

HASTA EL FINAL, AMPLIANDO DERECHOS


Esta semana Cristina anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que establece el régimen previsional para los actores, a partir del reconocimiento pleno de su condición de trabajadores bajo relación de dependencia, y de las características particulares de su actividad. Un beneficio que se suma la reglamentación de la ley de propiedad intelectual, para que se les reconocieran los derechos de imagen por la repetición de sus obras en la televisión.

En el mismo acto y a horas de la conmemoración de la "noche de los lápices", anunciaba también la ratificación por ley del plan Progresar, y el establecimiento de un mecanismo de actualización semestral del valor de sus becas con un mecanismo igual al que se aplica para las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares; incluida la AUH.

Y por si fuera poco, la ampliación de los derechos jubilatorios de los trabajadores petroleros, y la ley de promoción de las juventudes.

Hace un año atrás se sancionaba la nueva moratoria previsional, que le permitió a casi 600.000 argentinos y argentinas (las mujeres son más del 87 % de los nuevos beneficiarios) acceder a un beneficio jubilatorio, a la cobertura asistencial del PAMI y al régimen de movilidad de los dos aumentos anuales.

En éste mismo proceso político fueron incorporados al goce de derechos laborales y -en algunos casos- a la posibilidad de discutir en paritarias salarios y condiciones de trabajo sectores secularmente excluidos, como el personal que trabaja en casas de familia, los trabajadores rurales, los docentes universitarios y los docentes privados.

Anteriormente se impulsó el programa Raíces para repatriar científicos que estaban en el extranjero, y se sancionó un régimen previsional especial para los investigadores científicos; y se está discutiendo en el Congreso un proyecto del FPV para modificar la ley del deporte que data del tercer gobierno de Perón; creando la Asignación Universal por Deporte para el fomento del deporte tanto federado como social o recreativo; siguiendo el camino ya marcado con el ENARD para el deporte de alta competencia.

Hace casi tres años atrás en esta entrada hacíamos nosotros una apretada síntesis de las principales leyes sancionadas por el kirchnerismo entre el 2003 y el 2012, en un listado que seguramente podría ampliarse con las que hubo desde entonces, todas ellas con un signo distintivo, que ha caracterizado a todo éste ciclo político: el reconocimiento y la ampliación de derechos, o el restablecimiento de los que habían sido cercenados.  

Actores, estudiantes, trabajadores en general, jóvenes, madres, desocupados, trabajadores informales, amas de casas, científicos, educadores, deportistas: colectivos sociales que en todos estos años vieron no solo mejoradas sus condiciones objetivas y materiales de existencia por concretas políticas públicas impulsadas desde el gobierno, sino ampliada y enriquecida su ciudadanía con nuevos derechos, o con el fortalecimiento de los que ya tenían.

Un signo además de la plena vitalidad de una democracia cuya legitimidad algunos quieren poner en tela de juicio agitando el fantasma del fraude electoral; y realizaciones concretas de un gobierno que decidió ejercer de éste modo su mandato popular hasta el último día que le fue asignado, en lugar de resignarse simplemente a ser el "pato rengo" que muchos esperaban.

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