Cuando días pasados desmenuzábamos en ésta entrada las declaraciones de Sciara justificando el pedido de endeudar a la provincia en 2000 millones de pesos para poder "cumplir sin problemas con todos los compromisos" (incluido el pago de los sueldos y las jubilaciones) nos detuvimos en la cuestión de la obra pública.
Decía el ministro (y luego lo ratificó Bonfatti) que una de las causas del déficit era la "sobrejecución de obra pública" por encima de la prevista en el presupuesto, pero que pese a eso "habían mejorado la fluidez del manejo de la obra pública con los contratistas".
El decreto cuyas imágenes ilustran el post permite poner al menos entre paréntesis esas afirmaciones: decíamos nosotros que lo que podía estar sobrejecutado eran las partidas destinadas a la obra pública, y no precisamente por el avance de las obras, sino en muchos casos por su retraso: redeterminaciones de precios, adicionales de obra, "trabajos extracontractuales" y otras yerbas.
O el pago de intereses moratorios a las empresas contratistas, porque se les abonaron fuera de término los certificados de obra; que es a lo que apunta el decreto que se ilustra.
Modifica el presupuesto ampliando en 10 millones de pesos las partidas destinadas al pago de la deuda, en éste caso con los contratistas de obra pública y en concepto de intereses moratorios.
¿Y de dónde salen esos 10 millones preguntarán ustedes, dado que la modificación es compensada en uso de los "superpoderes"?
De fondos destinados a obras en Educación, que por supuesto estaban disponibles, porque las obras no se hicieron.
Acá lo pueden ver en el anexo respectivo:
Pero no fue el único caso, porque una semana antes habían firmado otro decreto igual, en éste caso para ampliar en más de 31 millones de pesos el presupuesto de la EPE; para pagarle intereses al Nuevo Banco de Santa Fe por un préstamo de 400 millones de pesos:
La historia del Decreto 1707/15 que se menciona te
la contamos hace 3 meses acá: pese a contar con recursos adicionales por
más de 1022 millones de pesos por el 27 % de aumento de sus tarifas decidido a
principios de año, la EPE se endeudó pidiendo un préstamo de 400 millones al
banco de Eskenazy, con la excusa de hacer obras, y echándole -para variar- la
culpa a la nación, que supuestamente se las tenía que financiar. Recomendamos
releer el post.
Con éste segundo decreto, el gobierno lleva gastados más de 56
millones de pesos en intereses de un préstamo pedido a un banco comercial de
plaza (que es a la vez su agente financiero) y por ende más altos, para una
empresa estatal que tiene superávit, y le sobran recursos para hacer obras. O
al menos con ese argumento -hacer obras- aumenta sus tarifas todos los años:
unos verdaderos genios de las finanzas.
Un detalle: esos más de 56 millones de intereses que la EPE le
paga al NBSF son más o menos lo mismo que el banco le tiene que pagar al
gobierno en concepto de canon por ser su agente financiero, o sea que a
Eskenazy el negocio el resulta redondo: lo que sale por un lado, vuelve a
entrarle por el otro.
¿Y por qué decimos que éste caso de la EPE es igual al de los
intereses pagados a las empresas contratistas de obra pública del que se
hablaba al principio del post?
Porque también en éste caso las partidas para pagar los intereses
del préstamos bancario salen de fondos originariamente asignados a Educación:
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