lunes, 12 de octubre de 2015

REVOLUCIONARIA TEORÍA


La democracia es "el gobierno del pueblo" ¿no?

O sea que en democracia al que gobierna lo vota el pueblo, y el que saca más votos, gana la elección y gobierna ¿sí?

Y es posible que para gobernar de acuerdo con su plan (votado por la mayoría, o que obtuvo más votos que los otros que competían en la elección), necesite aprobar una que otra ley.

Para lo que necesita votos en el Congreso, Parlamento, Legislatura, Asamblea o como se llame el órgano legislativo; que -como su nombre lo indica- es el que hace las leyes.

Y en democracia ese órgano -al igual que el Ejecutivo- se integra de acuerdo con el voto del pueblo: por lo general, el que saca más votos, tiene más legisladores.

Y esos legisladores -elegidos por el partido o fuerza del presidente o jefe de gobierno- se supone que van al Poder Legislativo para votar -no solamente, pero sí fundamentalmente- las leyes que propone el Poder Ejecutivo.

Así funciona la cosa en cualquiera de los países que algunos llaman "serios", o en las democracias "modelo a imitar".

Y si funcionan de otro modo (por ejemplo si el presidente no puede imponer sus leyes en el Congreso) es porque no logró sacar los votos necesarios para tener los suficientes legisladores propios; y poder aprobar las leyes que le interesan: es la democracia, estúpido, diría alguien.

Ahora bien, una vez sancionada la ley (con el voto de los legisladores oficialistas, por acuerdo entre estos y de la oposición, porque se impuso una mayoría opositora y el presidente no la vetó, o le rechazaron el veto) esa ley se debe cumplir, porque por eso es ley: es obligatoria.

Y los jueces están exactamente para eso: para hacerla cumplir.

Salvo el caso excepcional en que crean que viola la Constitución, y siempre y cuando la propia Constitución les haya dado el poder de evitar la aplicación de la ley en esos casos.

Algo que es discutible que nuestra Constitución (su texto escrito al menos) les haya dado a todos y cada uno de los jueces a lo largo y a lo ancho del país, tal nuestra costumbre jurisprudencial.

Pero aun dándola por buena, que un juez decida no aplicar una ley es la excepción (o debería serlo), la regla es precisamente que se asegure que se cumpla.

O al menos todo esto era así hasta que Lanata alumbró su revolucionaria teoría sobre la democracia.

Que consistiría en que el presidente tiene que enviar a Congreso las leyes que quieren los otros (los que perdieron con él las elecciones) y no él, y para el caso en que sea terco e insista con proponer leyes por su cuenta y siguiendo su voluntad (y el plan de gobierno que obtuvo mñas votos en las elecciones), los legisladores de su partido o fuerza política, deben rebelarse y no votarlas.

Y si nada de eso ocurre, los jueces tienen que abstenerse de aplicarlas.

Porque lo dice Lanata, y listo.

Recién ahí -sí y solo sí se dan todas estas premisas- estaríamos (al parecer, y si no nos perdimos en el razonamiento) ante una verdadera democracia.

2 comentarios:

  1. Este BOLUDO me hace acordar al cuento de los contadores, que va un cliente para que le haga un balance y el contador le dice: "cuanto quiere que le de". Este sinverguenza se cree un pensador y habla de conceptos democraticos como a sus empleadores les conviene. El que miente a sabiendas que esta mintiendo ES UN HIPOCRITA !!! pero como el es un Mercenario ni le interesa lo que le digan el va y cobra. PD: soy contador ...

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  2. Se me olvido decirte que te felicito por los claros analisis diarios ... son muy claros y precisos. Abrazo.

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