sábado, 23 de enero de 2016

JUSTIFICACIÓN TEÓRICA DEL AJUSTE


Hay gente que no cambia nunca, como los radicales. O para ser más precisos, como los gorilas.

Simplemente hay que esperar a que les toque ser gobierno, para que se muestren tal cual son.

Cuando son oposición, te corren con la república, las instituciones y el respeto por las formas.

Pero cuando gobiernan no pasa mucho para que -además de demostrar en la práctica que todo eso les chupa verdaderamente un huevo- se les salga la cadena, y revelen el verdadero motivo por el cual están siempre en la vereda de enfrente a la nuestra.

No es porque somos patoteros, autoritarios o corruptos, o sea no es por las cosas que presuntamente hacemos mal.

Es por las que hacemos bien, como darle derechos y bienestar a las clases populares: el famoso "acá el problema con Perón fue que soliviantó a la negrada haciéndole creer que eran gente".

El problema no es (nunca lo fue) el Indec, el Consejo de la Magistratura, los DNU o la corrupción: el problema -drama terrible del medio pelo si los hay- es tener que poner en blanco a la mucama ("la chica que me ayuda en casa"), pagarle a los empleados los aumentos en paritarias, que los negros se puedan comprar un auto, o que te los crucés en algún lugar de veraneo que antes era exclusivo de la clase media. 

¿Dónde se ha visto tamaña insolencia, como se pudo permitir llegar a esos extremos?

Están ahora como en el 45': se quedaron en la Unión Democrática, y nunca supieron ni quisieron regresar. 

Cuando gobernamos nosotros te pegan diciendo que somos un desastre "porque dejamos pasar oportunidades inmejorables para que el país despegue".

Lo decían con Perón, lo repitieron con Néstor y con Cristina: siempre el mismo libreto, pese al paso de los años.

Cuando agarran la manija ellos, resulta que "hay que ponerle fin a la fiesta", el país era una joda loca que no se podía sostener, y la gente se tiene que hacer a la idea de que "hay que ajustarse el cinturón".

Claro que los que nos lo tenemos que ajustar somos siempre los mismos, y los que le agregan agujeros, también.

¿Qué diferencia hay entre esto y el famoso "hay que pasar el invierno" de Alsogaray, o esto otro, de "no estabas autorizado a salir a comer afuera una vez por semana"?

Ninguna, como ninguna diferencia hay entre los conservadores que no se asumen como derechosos, y los "progresistas" como ésta señora, que no tuvo problemas en compartir lista con Reutemann, con tal de ir en contra del peronismo.

12 comentarios:

  1. No sé quién es esta Lilita Puig, pero lo que está diciendo es el clásico "ustedes vivieron por encima de sus posibilidades. Ahora, austeridad". Es la excusa que el neoliberalismo emplea SIEMPRE, para justificar los ajustes más salvajes. La usan en Grecia, España, Italia, Gran Bretaña...

    ¡Qué falta de originalidad, esta Lilita! Digo yo: ¿ella hará austeridad, también?

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  2. Cabrìa agregar, que siendo pobres, siempre nos alcanzò para darle de comer a ella, a su marido y alguno de sus hijos (y si mal no viene tambien a su cuñado) con plata del Estado. Sea en ambitos de gobierno, sea en la Universidad, que alguna vez expliquen porque no viven como "la negrada" de Milagros Sala, si es cierto lo que dicen.

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  3. Presidenta de la Convención Nacional de la UCR, ex diputada nacional, actual parlamentaria del Mercosur por "Cambiemos"

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  4. Estamos en un país de 45 millones de personas que le puede dar de comer a 450 millones.
    Ayyy!

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  5. Cuando leí este twit me vino a la memoria algo muy fácil de recordar porque lo leí en el diario Uno del amigo Vila esa misma mañana, o sea ayer.
    El insoportable y notorio folklorista Kike Teruel del insoportable grupo Los Nocheros, declaró en el citado pasquín que “En Argentina se vivió una época de plata falsa”. Dudo que haya llevado a la justicia los billetes percibidos en estos 12 años y que, de acuerdo con su denuncia, serían burdas falsificaciones. Si los usó, habría cometido algún que otro delito, por lo que su argumento lo puede rebatir un niño de cinco años.
    Pero es así. El “sentido común” indica que la política del kirchnerismo creó riqueza falsa y es una verdad revelada que cuesta quitar de la cabeza de la gente que, en lugar de pensar, repite consignas.

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  6. Lo mejor de los Nocheros es el duo es el duo Soplanaku.

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  7. Quizás sea algo molesto pero hay que decirlo: culpar a la clase media por el desastre electoral es como pegarle al chancho cuando tenés al dueño frente a vos.

    Para que la clase media deje de resentirse con la negrada ascendente hay que darle a su vez la posibilidad de ascender.

    Para eso hay que terminar con los que condenan a la clase media al destino cerrado que tiene en la Argentina "stop and go".

    Si la clase media viera subir a los de abajo pero también viera caer como clavas de un bochazo a los oligarcas, apoyaría al gobierno.

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  8. ¿Pero ustedes están locos? Cuando esta mina habla de austeridad, está hablando de la austeridad de los demás, no de la suya. Ese "nosotros" la excluye, por supuesto.

    Cuando hablan mal de "nosotros, los argentinos", jamás están hablando de sí mismos. Cuando un presidente extranjero nos tilda a los argentinos de ladrones, por ejemplo, ellos aplauden, pero claro que no están diciendo "yo y todos los demás somos ladrones".

    En cambio, cuando hablan bien de "nosotros, los argentinos", están hablando de sí mismos, de un conjunto que necesariamente los incluye a ellos. Y que no incluye a los negros planeros, vagos y peronistas, por supuesto. Faltaba más.

    Aprendan a leer la sintaxis de esta buena gente, caramba.

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  9. Sorru de Ternalpa: la historia desmiente su tesis amigazo. La plaza de Lonardi en el 55' y los piquetes agrogarcas del 2008 (reacciones ante tocadas de culo a los poderosos) estaban repletos de clase media.

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  10. La clase media está repleta de imbéciles que reproducen el discurso neoliberal sin saberlo.

    Si se ofende alguien, la verdad no me importa. Las cosas como son y la verdad ante todo.

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  11. Lilita tiene razón. Si el PBI per cápita de la Argentina es un tercio del de un país desarrollado, los ingresos per cápita no pueden ser mucho mayores a un tercio de los ingresos de un país desarrolado. Démosle la razón y aceptemos nuestra realidad. Lo cual no nos quita de exigir la misma distribución del ingreso y la misma progresividad impositiva de un país desarrollado, digamos Suecia. Más, aún, podría argumentarse que nuestra distribución de ingreso debería ser aún más igualitaria, porque existen unas necesidades mínimas tanto en Suecia o la Argentina que no pueden esperar a que nuestro PBI crezca. De modo que yo le preguntaría:
    ¿Estaba de acuerdo con nuestro ministro Kiciloff cuando peleaba muy solo por la generalización del impuesto a las ganancias?
    ¿Está de acuerdo con gravar la renta financiera al mismo nivel que el trabajo?
    ¿Está de acuerdo con un aumento masivo de los impuestos al patrimonio, sobre todo el impuesto immobiliario rural?

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  12. Así que cuando más o menos nos va bien es una farsa... O sea, que "lo real" vendría a ser pasarla como el orto, como con todos los gobiernos radicales del ojete que hemos tenido... y como indefectiblemente va a suceder con esta porquería que nos gobierna ahora...
    TR

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