Por A.C.
De acuerdo a los datos del Banco Central, el total
de letras (Lebac) en pesos emitidas por esa entidad y en circulación en el mes
de Septiiembre de 2016, ya llega a los 643.114
millones de pesos, mientras que la base monetaria se ubica en 682.648
millones, es decir que el stock de Lebac en circulación alcanza al 94% de la base
monetaria, base monetaria que es el
total del dinero en circulación más las reservas de los bancos en el Banco Central.
La actual gestión emitiendo Lebac, prácticamente ha
duplicado los pasivos monetarios del
Banco Central, endeudando así irracionalmente al conjunto de la población, que
en definitiva será quien debar pagar ese incontrolable volumen de dinero
originado en el endeudamiento en letras y sus altísimos intereses.
Según se puede ver en la página del BCRA,
y como se refleja en el cuadro que encabeza el post, al 17/12/2015 (culminando
el mandato del gobierno anterior), la deuda en letras alcanzaba a 263.778
millones de pesos.
Y de los
propios datos del BCRA surge que la actual gestión incrementó la emisión de Lebac en un 150 %, de 263.778 millones a
643.114 millones de pesos. Esos 643 mil millones
de pesos, representan más de 40 mil
millones de dólares, una cifra muy superior a las reservas en divisas que
hoy dispone el gobierno de Macri. Es un poco intranquilizador.
Á éste enorme volumen
de emisión de deuda, el Banco Central a cargo de Sturzenegger, le agregó un
elemento cuanto menos inexplicable desde una política monetaria medianamente
racional, y que resultan los altísimos
intereses que pagan las Lebac, los que llegaron hasta el 38% anual durante el mes de marzo de
éste año, para ubicarse hoy en un igual muy elevado 27,75%.
Como los bancos ofrecían en marzo tasas de plazo fijo de alrededor del 28% , y las Lebac pagaban un interés de 38%, los bancos obtenían una ganancia sideral, una diferencia de diez puntos entre lo que pagaban por intereses (28%) y lo que le cobraban al Banco Central de interés por las Lebac (38%). Los intereses que los bancos pagan hoy, y el interés que obtienen actualmente por las Lebac (27,75%), continúan resultando una ganancia exhorbitante para los bancos y a costa de la población.
Más allá de éste excepcional negocio para unos pocos, la intención que declaraba Sturzenegger para emitir éstos insólitos volúmenes de letras con altísimos intereses, era combatir la inflación a través del “secado” de la plaza, es decir sacar pesos de circulación que iban a la compra de Lebac.
Sin embargo, como podemos apreciar en el cuadro, hoy la base monetaria (682.648 millones de pesos) no solo no disminuyó en relación a Diciembre de 2015, sino que por el contrario, se incrementó de manera muy importante.
Es decir que hoy tenemos no solo una plaza con mayor circulante que cuando comenzara la gestión Macri, sino que además el Banco Central multiplicó su deuda por dos veces y media a través de las Lebac.
Y con relación a conseguir efectos anti inflacionarios, el resultado también es desastroso, porque si se suma el aumento de la base monetaria y el stock de Lebac, este componente resulta decisivo para la alimentación del proceso inflacionario, inflación que en los últimos diez meses supera comodamente el 40%.
Lo que sostiene la ortodoxia económica en relación al coeficiente tolerable entre la base monetaria y la emisión de letras, lo podrían explicar los propios integrantes de éste gobierno. Aunque dificilmente puedan encontrar una explicación para un coeficiente de 0,94, es decir la justificación técnica de haber más que duplicado la deuda en letras, pero a su vez incrementando la base monetaria, y además, con ello haber disparado la inflación.
Mientras esperamos las respuestas a éstos interrogantes, en otro capítulo se ampliarán detalles de la herencia que nos deja el Sr. Sturzenegger, y las dudas que surgen, porque la mayor parte de las Lebac vencen a los 35 días, y que pasaría si no se renovaran, si se transformaran en pesos y esos pesos se destinaran a la compra de dólares. Es un poco intranquilizador.
Como los bancos ofrecían en marzo tasas de plazo fijo de alrededor del 28% , y las Lebac pagaban un interés de 38%, los bancos obtenían una ganancia sideral, una diferencia de diez puntos entre lo que pagaban por intereses (28%) y lo que le cobraban al Banco Central de interés por las Lebac (38%). Los intereses que los bancos pagan hoy, y el interés que obtienen actualmente por las Lebac (27,75%), continúan resultando una ganancia exhorbitante para los bancos y a costa de la población.
Más allá de éste excepcional negocio para unos pocos, la intención que declaraba Sturzenegger para emitir éstos insólitos volúmenes de letras con altísimos intereses, era combatir la inflación a través del “secado” de la plaza, es decir sacar pesos de circulación que iban a la compra de Lebac.
Sin embargo, como podemos apreciar en el cuadro, hoy la base monetaria (682.648 millones de pesos) no solo no disminuyó en relación a Diciembre de 2015, sino que por el contrario, se incrementó de manera muy importante.
Es decir que hoy tenemos no solo una plaza con mayor circulante que cuando comenzara la gestión Macri, sino que además el Banco Central multiplicó su deuda por dos veces y media a través de las Lebac.
Y con relación a conseguir efectos anti inflacionarios, el resultado también es desastroso, porque si se suma el aumento de la base monetaria y el stock de Lebac, este componente resulta decisivo para la alimentación del proceso inflacionario, inflación que en los últimos diez meses supera comodamente el 40%.
Lo que sostiene la ortodoxia económica en relación al coeficiente tolerable entre la base monetaria y la emisión de letras, lo podrían explicar los propios integrantes de éste gobierno. Aunque dificilmente puedan encontrar una explicación para un coeficiente de 0,94, es decir la justificación técnica de haber más que duplicado la deuda en letras, pero a su vez incrementando la base monetaria, y además, con ello haber disparado la inflación.
Mientras esperamos las respuestas a éstos interrogantes, en otro capítulo se ampliarán detalles de la herencia que nos deja el Sr. Sturzenegger, y las dudas que surgen, porque la mayor parte de las Lebac vencen a los 35 días, y que pasaría si no se renovaran, si se transformaran en pesos y esos pesos se destinaran a la compra de dólares. Es un poco intranquilizador.
Los bancos están chochos con Sturze, dicen que los lleva del vuelta al primer mundo.
ResponderEliminarCon ese nivel de ganancias fáciles, van a tener más guita que los banqueros yankis.
Sturzeneger con las Lebacs, es Bombita Rodriguez. Bombita de tiempo.
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