Tal como era de esperarse desde el inicio mismo de un procedimiento bochornoso, la Legislatura de la provincia destituyó de su cargo (bajo el eufemismo de "suspenderlo hasta el final de su mandato") a Gabriel Ganón, el Defensor General de la provincia.
En el tercero o cuarto intento (perdimos la cuenta) ensayado desde 2013 para acá, el oficialismo legislativo del FPCyS con el invalorable concurso de la mayoría de los senadores del PJ de la Fapnelco juntaron los votos necesarios; tras un proceso plagado de irregularidades en el que la conclusión estaba escrito de antemano.
Y tal como lo denunciaron en la propia Legislatura los diputados que votaron en contra, Ganón fue moneda de cambio del Frente Progresista con los senadores, porque en el mismo marco "suspendieron hasta el fin de su mandato" al Fiscal Regional de Reconquista Eladio García; un impresentable que llegó al Ministerio Público en la oleada de desembarcos radicales allí producida durante el gobierno de Binner, junto con el hijo de Barletta y el ex Fiscal Regional de Santa Fe Ricardo Fessia, y precedido por escándalos protagonizados ya en su paso como juez por el norte de la provincia.
El sólo hecho de haberlo mezclado en el baile con semejante personaje ya era un demérito para Ganón, a quien buena parte de la corporación política santafesina decidió echarlo por cumplir con sus funciones, para las cuales fue designado: asumir la defensa de los más débiles, víctimas frecuentes de la violencia institucional del Estado santafesino.
Y por ir de frente contra los bolsones de corrupción, gattilo y tortura fácil de la policía santafesina, la verdadera gestora de su remoción: desde que denunció las complicidades del ex jefe Tognoli con el narcotráfico, la banda de Los Monos y las barras bravas, las gorras se la tenían jurada a Ganón. Solo esperaban el momento propicio en el que sus argumentos fueran atendidos por el número suficiente de legisladores.
No menor fue el aporte de la impresentable Corte Suprema de Justicia provincial y su presidente Rafael Gutiérrez, que eligió escarmentar a Ganón por sus críticas al funcionamiento del Poder Judicial de Santa Fe. Corte que deberá ser ahora la que decida los recursos contra la remoción de Ganón.
Más allá del papelón institucional y de la situación personal de Ganón, lo preocupante es el mensaje mafioso que se lanza desde las instituciones a quienes siguen desempeñándose en el Servicio Público de la Defensa, y a los que aspiren a sucederlo en el cargo: ojo con meterse con el poder en todas sus formas, vista saco y corbata o gorra y uniforme, porque la van a pasar mal.
No es casual que la remoción de Ganón haya sido encabezada por el tenebroso senador Lisandro Enrico (UCR), una mezcla de Blümberg con Gerardo Morales, que ayer mismo cargaba con el dudoso privilegio -por ejemplo- de ser uno de los pocos que se seguía oponiendo al proyecto que pena los despidos arbitrarios de docentes en las escuelas privadas.
Enrico es el principal promotor del bochornoso paquete de leyes procesales que bajo el pretexto de ayudar a combatir la inseguridad, aniquilan garantías constitucionales, e institucionalizan la arbitrariedad policial; en una provincia en la que Ganón -precisamente-denunció y documentó desde el Servicio Público de la Defensa que la policía secuestra, desaparece y tortura.
Y fue eso lo que le terminó costando el cargo, con la complicidad de los "progresistas", o buena parte de ellos. Los mismos "progresistas" que lo hicieron jefe de policía de la provincia al ex comisario Tognoli.
Lo que los legisladores santafesinos (o al menos la mayoría de ellos, con las excepciones del caso) le están diciendo justamente a esta policía de gatillo y apremio fácil y mano en la lata es que ahora tienen carta libre y respaldo institucional para seguir con sus tropelías; en otra muestra de que no tienen la decisión política de llevar adelante las reformas aprobadas durante el gobierno de Obeid con el consenso de todo el arco político, sino que las están sacrificando en el altar de la presunta y supuesta seguridad que de ese modo conseguirán: una clara falacia, a juzgar por los resultados a la vista.
En un esquema tal Gabriel Ganón no podía seguir siendo Defensor General, y por eso lo destituyeron.
Socialismo y radicalismo, siguen juntos para continuar su raid corrupto. En tanto la UCR es la figurita dificil, disputada por socialistas y macristas. El papel de prosti politica le queda pintado al centenario partido. A ver quien me garpa mas, con ese me voy. Mientras tanto, me muestro con ambos, a los chupones. Gobernador e intendente van juntos a tdos lados, siempre bajo la atenta presencia de alg dirigente nacional pro: Peña, Bullrich, Frigerio y el rey del circo romano Mugricio.Cambalacheeeee
ResponderEliminarGarcia padece de insania mental. Mientras tanto los radicales y mas precisamente la fraja morada lo siguen bancando. Cual sera el nexo tan fuerte q los une. Que sabra Eladito para q lo protejan tanto? El fiscal De Olazabal cajoneo las denuncias previas contra el Sr Garcia. Se ve q no alcanzo.
ResponderEliminarUna decisión institucional juridicamente insostenible.
ResponderEliminarPrimero, por no basarse en incumplimientos técnicos o faltas relativas a la función. Y además, por aplicarse una figura inexistente (suspensión de funciones), cuando la ley solo prevee la remoción.
El Colo.
Seguramente, cuando el reclamo de Ganón llegue la Corte, Gutierrez, brillante jurista y hombre sin compromisos con el poder, pondrá las cosas en su lugar.
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