LA VUELTA DEL ESTADO HÍPER BOBO

A YPF la van desangrando de a poco, levantando pozos y campamentos, reduciendo inversiones, rescindiendo contratos con proveedores y contratistas, planificando despidos y flexibilización de los convenios.

También la sobre-endeudaron al inicio de la gestión -cuando se sumaron a la oferta del gobierno para “volver a los mercados de capitales”-, y empezaron a practicar una “contabilidadcreativa” de golpe para valuar sus activos, lo que provocó una brusca caída del valor de libros de la empresa, facilitando la venta de parte de su paquete accionario.

Y ahora -justo ahora- se van a desprender de Metrogas, a manos de capitales privados, de preferencia extranjeros; con el argumento de que la distribuidora de gas del área metropolitana (que YPF controla) tiene números en rojo, por los años en los que las tarifas permanecieron mayormente planchadas; y por ende afecta los resultados del balance de YPF.

Justo ahora que el gobierno consiguió imponer su política de tarifazos semestrales para el gas, con un cronograma o “sendero de precios” para el valor del producto en boca de pozo, pero también para los tramos de transporte y distribución; que justamente ahora se están discutiendo en audiencias públicas.

Es decir que apelando al marco regulatorio del gas aprobado durante el menemismo con la inestimable ayuda del “diputrucho” (Ley 24-076 de 1992), es decir el mismo que se usó como argumento para defender haber aumentado sideralmente a las petroleras el precio del gas en boca de pozo sin hacer previamente audiencias públicas, ahora se está preparando la privatización de Metrogas, a manos de empresas extranjeras.

Como Shell o alguna de sus subsidiarias dedicadas al negocio del gas, ponéle; para que no tenga el mismo problema que -aducen- tiene YPF con el artículo 34 de la Ley 24.076: concentrar en las mismas manos la producción y la distribución.

Pero además el 8,13 % de las acciones de Metrogas está en manos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, que ya puede desprenderse de las mismas porque la ley de blanqueo derogó el "cepo" a las privatizaciones puesto por Cristina con la Ley 27.181.

Lo raro es que si la empresa es “deficitaria” (justo, pero justo vea, cuando están creando las condiciones para que deje de serlo) haya algún privado interesado en comprarla.

A menos que no sea así, y están armando un negocio a medida de alguno, que no es precisamente el Estado, a través de su mayoría accionaria en YPF.