viernes, 17 de febrero de 2017

EL PRESIDENTE QUE SE FUE


No, no se asusten: no se trata de un post destituyente, ni de una versión del libro de Bonasso sobre Cámpora, pero escrito por Majul y sobre la presidencia de Macri, no.

Es la sensación que deja el discurso que transmite el gobierno cada vez que debe retroceder sobre algo, forzado por las circunstancias: un presidente ajeno a todo, que flota por encima de la realidad y por afuera de su propio gobierno, que se entera de decisiones cruciales de gestión...por los medios, o las redes sociales.}

Lejos ya -lejísimos- de aquel ingeniero obsesivo por conseguir resultados de gestión "para solucionarle los problemas a la gente", que había elegido cuidadosamente "al mejor equipo de los últimos 50 años" para su gobierno. Curioso: la única que le hizo notar la incoherencia en la conferencia de prensa de ayer fue una periodista mexicana.

Si se mira atentamente el prospecto -que muchos de sus votantes siguen comprando-, un perfecto pelotudo, que prefiere pasar por tal antes que por lo que verdaderamente es: un soberano hijo de puta. Pero que al mismo tiempo nos dice que él no es De La Rúa.

Claro que la realidad es más compleja, porque como hemos dicho muchas veces, los "errores" caen siempre para el mismo lado, el de cagar a la gente. Y si no que nos desmientan, y un día cometan el "error" de restablecer los controles de capitales, o reimplantar las retenciones, a ver que onda.

Y eso que acá damos por superado el debate sobre si son boludos, o son hijos de puta; porque ha quedado fehacientemente demostrado que pueden ser ambas cosas, según las circunstancias y sin que sean incompatibles: el hecho de que -como dijimos- los errores caigan siempre del mismo lado denota que son turros en grado extremo; pero cuando se les nota el garfio metido en nuestro bolsillos o traseros, la (en teoría) formidable maquinaria comnunicacional que nos vendió un presidente hace agua por los cuatro costados; y las justificaciones/explicaciones de las decisiones son peores que éstas, lo que ya es mucho decir.

Pero volvamos al montaje, que se repite como modus operandi (expresión adecuada, porque de delincuentes organizados estamos hablando) cada vez que el "error" se hace evidente, es tan mayúsculo que perfora la coraza del blindaje mediático, y deben retroceder por las circunstancias adversas.

Además de sus propias iniciativas de gestión (bien definidas, siempre para el mismo lado, que no es el tuyo ni el nuestro), los que venían a "mantener lo bueno y corregir lo malo" toquetean todo, e invariablemente lo rompen: el Procrear, "Precios Cuidados", "Ahora 12" y ahora, la ley de movilidad jubilatoria.

Claro que en éste caso de un modo sospechosamente parecido a lo que venía diciendo Dujovne (el autor de la idea) antes de ser ministro, y a las recomendaciones del FMI: "errores" como mínimo curiosos.

Y mientras los funcionarios se atropellan dando explicaciones que se contradicen unas con otras, Macri flota por encima de la realidad, ajeno a todo, hasta que el duranbarbismo determina que es el momento en que debe aparecer, para hacer control de los daños.

En ese marco se inscriben las conferencias de prensa "para aclarar las cosas", que en realidad son para ocultarlas, y para pretender clausurar el debate, dar vuelta la página y pasar a otro asunto: cual pastor electrónico Macri zanja todo apelando al baúl de los lugares comunes, las pelotudeces huecas y la fraseología de los cursos de autoayuda, y los "talleres de entusiasmo": "mi padre es asunto aparte", y listo, adiós a la polémica por los 70.000 millones de pesos de la deuda de su familia (y de él mismo) con el Estado por el Correo. 

Como antes "no entiendo por qué lo conectan con lo de Odebrecht" y "cuando vuelva el lunes Gustavo de Brasi, aclara todo": ¿hace falta decir que entiende perfectamente, y que Arribas volvió y lejos de aclarar algo, oscureció aun más las cosas?

Nadie parece reparar en el hecho de que el "presidente ido" incinera funcionarios "que se equivocan", pero no los echa (Aguad, Basavilbaso, la lista es larga); y nos quieren hacer creer -ponéle- que no sabía nada del recorte de las jubilaciones, cuando esa misma tarde había estado en Olivos con todos los funcionarios de la ANSES:¿de qué hablaron entonces, de como funciona el call center de atención a los jubilados? 

Nos quieren vender la disociación entre el presidente y su gobierno, en un sistema presidencialista, un presidente ajeno a detalles cruciales de su gestión (los vínculos de sus empresas con el Estado, el aumento a millones de jubilados), mientras está ocupado en timbrear, conversar con un vendedor de tortas fritas, o hablar por teléfono cinco minutos con Donald Trump.

De esa idiotez (a poco que se la analice) surge el "diferencial de imagen entre Macri y su gobierno", que es la derivación en tono de operación electoral de aquéllo de Durán Barba de "el presidente que toma medidas antipáticas, pero conserva niveles increíbles de popularidad". Pero debe vallar todos su actos.

Ayer mismo Macri (quien según Aguad nunca se interesó personalmente por el acuerdo con el Correo, ni conocía sus detalles) "decidió" "volver a fojas cero" el acuerdo del Correo, como si solo dependiera de su voluntad, y no de la justicia: ¿acaso se puede pretender una confesión mayor del conflicto de intereses, y de la confusión de su rol de funcionario público con sus negocios privados?

Porque recordemos que Peña, Aguad y el resto de los funcionarios desechables nos habían dicho que el gobierno "no le perdonó un mango" al grupo Macri, y que a éste no le convenía el arreglo con el Estado. Si así era entonces ¿para qué volver todo "a fojas cero"? 

Ya que fue el propio Macri el que ayer lo nombró a Copperfield y se confesó incapaz para hacer magia, viene bien recordar aquéllo de que el éxito de los ilusionistas estriba en que no se descubra como funcionan los trucos. Una vez sabidos, si seguís aferrándote a la ilusión el problema es exclusivamente tuyo.

3 comentarios:

  1. Si uno no fuera mal pensado, podría creer que nunca se entera de nada porque vive de vacaciones

    ResponderEliminar
  2. Perdonen señores argentinos ,les devuelvo las billeteras y celulares , todo fue un error volvemos a foja cero.

    JU JU JU JUAAAAAAAAAAA!!!!!!

    ResponderEliminar
  3. Error si la mitad de las veces te equivocas en contra y la otra es a favor.
    Se me paso una mosca vaya y pase , pero un brontosaurio y dos tiranosaurios ANDAAAA!!!!!!!!

    ResponderEliminar