martes, 21 de marzo de 2017

¡ATENTA JULIANA, QUE MAJUL DICE QUE CRISTINA TE QUIERE VOLTEAR EL MARIDO!


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El Presidente y su mesa chica ya no tienen dudas: Cristina Fernández, su ex monje negro Carlos Zannini, y un grupo de dirigentes que no se muestran en público para no espantar a los votantes, (¿El Comité Nacional de la UCR? ¿Se rompe “Cambiemos”?) están trabajando para "voltear" a Mauricio Macri. Su objetivo de máxima es que el jefe de Estado se vaya cuanto antes.  El de mínima es que Cambiemos pierda las elecciones en la provincia y Cristina se transforme en la gran candidata a sucederlo. (O sea golpe. O ganarle en las urnas, es todo lo mismo, digamos)

La ex presidenta y sus muchachos estuvieron exultantes la semana pasada. Las "condiciones objetivas" para propiciar la movida desestabilizadora que hasta enero parecían un delirio hoy son percibidas como bastante probables. (Ajá, ¿y la culpa la tienen ellos?) Favorecen su estrategia "destituyente" la demora en el arranque del crecimiento de la economía, (Pero Macri dijo que hace seis meses estamos creciendo y generando empleo, y Dujovne que el país salió de la recesión. ¿Los abdujeron ovnis kirchneristas?) la legitimidad de los reclamos de los trabajadores en general (Salvo los docentes bonaerenses, nos acota acá María Eugenia Vidal) y el clima enrarecido que se vive en la calle, alimentado por un cronograma interminable de cortes de calles y avenidas, (El famoso bacheo desestabilizador) movilizaciones, instalaciones de carpas en zonas estratégicas (¿Expoagro, la Time Wrap, la Rural en Palermo?) y un cronograma de paros que será coronado por la huelga del próximo 6 de abril, convocada por la CGT. (Demoraron la coronación los muchachos, menos mal que no eran los encargados de elegir Miss Argentina, sino nos quedábamos sin representante en Miss Universo)

El Presidente y los integrantes de la mesa chica de Cambiemos cometieron el peor de los pecados: (No fueron felices, como decía Borges) la subestimación de la capacidad de daño de Cristina y quienes la rodean. (Ah, ese pecado) Macri supuso, de manera muy equivocada, que después del desplante del traspaso de mando de la ex presidenta no tendría que soportarla más. (¿Le iba a mandar a Lagomarsino con la 22?) Creyó, o le hicieron creer, que no debía machacar, al comienzo de su mandato, con la muletilla de la herencia recibida ni el enorme desaguisado de corrupción después de más de una década de poder casi absoluto. (Claro, por eso todos esos temas solo los mencionaban al pasar, unas 100 o 200 veces por día, en todos los medios. ¿Tendrían que haber sido más insistentes, decís vos?) Que sería mucho mejor mirar hacia adelante, para no tirar mala onda y transitar de inmediato el camino del crecimiento de la economía, montado en las expectativas de lo que recién empezaba. (A juzgar por los resultados, no resultó. Igual, capaz que algo tuvieron que ver las medidas económicas del gobierno, eh, manejálo como una posibilidad) Ahora, tarde y mal, Macri y muchos de sus ministros están empezando a blanquear lo que ocultaron por consejo de sus asesores políticos. (¿Qué no son “la nueva derecha” de la “revolución de la alegría”, sino los mismos garcas de siempre?)

Esto es: la asunción del gobierno de Cambiemos no fue muy glamorosa, (¿Cómo que no?, si Mau imitó a Freddie Mércury, tiró pasitos y Gaby cantaba los temas de Gilda) pero evitó una crisis económica de consecuencias gravísimas. (La famosa "crisis asintomática". Que rara forma de evitarla, causándola. Igual, a los tomadores de deuda les dijeron todo lo contrario. ¿Vos decís que los estafaron?) Una especie de choque de trenes de frente a muy alta velocidad, con vagones cargados de una inflación que iba camino a la híper y una recesión que podía terminar en explosión social. (A la mierda, es una versión de “Duro de matar” más o menos. ¿No será mucho, Luis?) Ellos lo sabían.  Pero no lo comunicaron. (Que fea la actitud, sobre todo por la pobre gente que estaba en los andenes sin saber que se les venían encima dos trenes cargados de inflación) O no lo comunicaron con claridad y precisión. (¿Qué pasó, falló la maquinaria de precisión suiza de Marquitos Peña y Durán Barba?) Y a mitad de camino de semejante actitud zen, (“Zen” medio boludos, y medio hijos de puta) implementaron un tarifazo que sacudió a buena parte de la clase media y los sectores de menores recursos. (O sea actitud “zen” mientras nos rompían el tujes a todos, digamos)

Al mismo tiempo, la situación judicial de Cristina Fernández se empezó a deteriorar con prisa y sin pausa. (Claro, “al mismo tiempo” y por obra de las mismas manos de la “actitud zen”) Los bolsos de José López, la presión social a quienes imparten justicia bajo la consigna de que los metan presos y que devuelvan que se robaron (“presión social”, claro, la gente en la calle no habla de otra cosa. Y a juzgar por la columna de Bonelli, Felipe González y los inversores extranjeros también) terminaran de configurar un contexto muy particular. (¿Qué sería?) Lo que sucedió durante todo el año pasado le sirvió a la ex presidenta para trazar un mapa de su futuro para los próximos años. (Una rayita entre El Calafate y Ezeiza, digamos) Ella tiene la certeza de que si no le hace al gobierno el mayor daño posible ahora mismo, (¿Le plantó ella al rabino Bergman en el gabinete a Macri? Que hija de puta) más precisamente, entre marzo y agosto de este año, su próxima estación será la cárcel. (Viene ferroviario el tema de las metáforas hoy)

Por lo tanto su incentivo para agitar el clima de enrarecimiento no puede ser más poderoso. (Pero basado en que la economía anda como el culo, los reclamos de los trabajadores son legítimos, y el tarifazo destrozó todo. El kirchnerismo siempre tuvo coyunturas favorables digamos) Y el temor de que junto con ella detengan e intenten quitar la libertad ambulatoria (¿Estuviste leyendo un libro de derecho procesal Luis, te explicaron que no es la libertad de andar en ambulancia, no?) a su propio hijo acrecienta el deseo de Cristina de que a Macri le vaya cada vez peor. Esto es algo en lo que coincide la mayoría de la dirigencia política. (¿Por ejemplo quiénes, sacando los de “Cambiemos”?)

Incluso la líder del GEN Margarita Stolbizer. (Ah, ella, claro, quien iba a ser si no) La autora de del libro "Yo acuso" (Dos por 45 pesos, en la mesa de saldos y retazos de todas las grandes librerías del país) considera que Cristina no va a dejar de hacer todo lo que esté a su alcance, porque la enorme culpa de haber involucrado a sus hijos en los negocios del padre con Lázaro Báez y Cristóbal Lopez, entre otros, la transformará en una tigresa al acecho. (Uyyy, estás ardiendo papi, parecés Oggi Junco o Flavio Mendoza)

La ex jefa de Estado tiene la voluntad pero ¿también posee los recursos necesarios? El ex agente de inteligencia, Jaime Stiuso, cree que sí. (Ah, listo, cerremos el debate entonces, ya no hay más nada que discutir) Enormes recursos y una locura de poder sin límites. (Terrible, cuando te ponen las pruebas a la vista así, te dejan sin habla) No lo anda susurrando por los sótanos de las oficinas del Estado. (No, va directamente a los despachos) Se lo dice a los fiscales y a los jueces que lo llaman a declarar. (¿Y del motivo por el cual lo llaman a declarar que dice, Luis?) Stiuso considera que Zannini, con el conocimiento de Cristina y la participación activa del ex jefe de la AFI, Oscar Parrilli ,y la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, fueron partícipes necesarios de un plan para detenerlo en 2014. (Sí, y lo terminaron rajando. Una pena que se haya escapado) Stiuso declaró que Gils Carbó había "manipulado" al fiscal José María Campagnoli para apresarlo en una causa vinculada al secuestro del ex empleado ferroviario Enrique Alfonso Severo. (El fiscal ultra k Campagnoli, que como todos sabemos es íntimo amigo de Gils Carbó. El pedido de destitución que le hizo fue una jodita del día de los inocentes) Stiuso cree que se salvó de morir "fusilado" como su amigo el espía Leornardo ‘Lauchón’ Viale, a manos de policías de la provincia de Buenos Aires, solo porque el juez de instrucción rechazó el pedido de Campagnoli. (Que flojos los sicarios, los frena una resolución de un juez rechazando el pedido de un fiscal. Deben ser los famosos sicarios garantistas. Igual, nos fuimos al carajo, hablábamos de que Cristina quiere voltear a Macri, Luis, retomemos please)

El ex director de Contrainteligencia (Es verdad: estaba en contra de todo lo que fuera inteligencia) entiende que esa fue la primera tentativa para neutralizarlo de manera definitiva con el objeto de evitar que su trabajo y la investigación del fiscal Alberto Nisman sobre el atentado contra la AMIA llegaran a buen puerto. (Que agradezca entonces que le dieron diez años de changüí, pese a que los dos se venían rascando los huevos, fugando guita del país, armando cuentas truchas y empresas fantasmas y gastándosela en gatos caros) Stiuso repitió una y mil veces, ante fiscales y jueces, que él considera que Nisman fue asesinado. (Lo cual debiera bastar para condenar por eso a ¿el Petiso Orejudo?) Incluso se lo dijo en la cara a Daniel Scioli, en el marco de la visita que le hizo el entonces gobernador al número dos de "la Casa" Paco Larcher, en sus oficinas de la ex SIDE. (Como estás ampliando las fuentes servilletas Luis, vas camino a superarlo al “Tata” Yofre) "¿A cuántas personas más van a tener que matar para seguir ocultando un secreto?", le preguntó Stiuso a Scioli, desde su escritorio, donde había apoyada un arma de fuego. (¿No era Moreno el que ponía los chumbos arriba de la mesa? Igual, volvamos a Cristina, Macri y su desestabilización Luis, ya nos perdimos todos) Y el ex motonauta empalideció. (¿Quedó naranja clarito?) La idea romántica y edulcorada de que Cristina Fernández de Kirchner es una militante más, emponderada (“empoderada” es, burro) para devolver la dignidad a los argentinos, absolutamente honesta e ignorante de los negocios de su marido, se terminó de hacer añicos cuando se empezaron a conocer las escuchas (Filtradas por Marijuan, que te las dio a vos) donde trataba a Parrilli como un felpudo y también en otras donde mandó a un grupo de dirigentes peronistas a que se "suturen el orto". (Ah, y de ahí surge que lo quiere voltear a Macri. ¿Nos hacés una línea de puntos o un camino con migas de pan entre las dos cosas, que nos perdimos?)

Dos encuestadores que no siguen a la manada (¿El profesor Giacobbe y Berenztein?) explicaron que esas expresiones le hicieron a la ex jefa de Estado más daño en su imagen que muchas causas judiciales. (Pfff, no sabés como cayó en el conurbano desde entonces) Porque más allá de la relevancia judicial, (Que no tienen: Canicoba Corral acaba de archivar la denuncia) revelan que establecía, con casi todos sus subordinados, un vínculo donde no faltaban la humillación y la  descalificación. (Ajá, ponéle, no todos pueden tener la simpatía que mostró Mau, por ejemplo con Baradel. ¿Y, adónde vamos?) De hecho, existe, en el marco de la serie de diálogos que fueron interceptados entre Cristina Fernández y Parrilli, uno donde la primera define a Scioli como "un mar de mierda". (Uno que tenés vos, porque hasta acá no lo difundieron. ¿Tenés claro que es delito, Luis, no?) Y esta misma semana, en la causa que tramitan el fiscal Carlos Stornelli y el juez Claudio Bonadio, Stiuso explicó que Cristina y Zannini le habían ordenado que le pincharan el teléfono a Scioli y que el ex gobernador lo sabía, pero lo toleraba. (Che estamos terminando la columna y hasta acá la única fuente que citaste es Stiusso, al cual Cristina rajó y por ende tiene motivos para decir cualquier cosa de ella, y seguimos sin saber que catzo tienen que ver todos estos puteríos con el supuesto plan para voltear a Macri) Ahora, muchos de los interlocutores de Scioli en la etapa preelectoral comprenden por qué era tan breve y conciso para hablar por teléfono. (Claro, sin su locuacidad habitual, digamos)

La existencia de una red de inteligencia paralela, (la del gobierno es para lelos, como vos) de operadores que pretenden presionar a fiscales y jueces desde fuera del poder (Claro, aprovechando que cuando estaban en el poder les fue bárbaro en ese ramo) y el manejo en detalle del cronograma interminable de la protesta social (¿El manejo por quién, por el gobierno, por Cristina?) es lo que terminó de convencer al Presidente que vienen, de nuevo, por todo. (¿Por qué “de nuevo” Luis, cuando hicieron un golpe antes?) "Te diste cuenta tarde" le mandó a decir un sindicalista con más de 30 años en su gremio. (Se más específico Luis, con esa descripción pueden ser unos mil, más o menos) Es alguien al que le gusta hablar con metáforas de la corrupción y los enjuagues del poder. (Ah, Barrionuevo. Y después Macri le mandó la AFIP, pero esa parte mejor no la contemos) El va a participar del paro. (El viene de paro, desde que nació) Pero se va a cuidar mucho de no empujar, por ahora, a Macri. (“Por ahora, solo por ahora”, como decía Marcelo Araujo) "Mejor es tarde que nunca" le envió, como una respuesta, el primer mandatario. (¿Y qué mierda quiso decir con eso?) Y después argumentó: "Ni esta es la economía de la crisis de 2001, (Gracias a la “pesada herencia”, y no precisamente a las políticas del gobierno) ni yo soy (Fernando) De la Rúa". Esto es lo que deberá demostrar el Presidente a los argentinos cuánto antes. (Ah, debe ser por eso que anduvo haciendo papelones en la tele, y después se fue a una fábrica de helicópteros)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

3 comentarios:

  1. Cuánto más leo a Majulo, más quiero a Cristina.

    P.D.: ¿no era que la "red de inteligencia paralela" estaba conformada por inútiles? Ahora, de golpe y porrazo, es "una fuerza desestabilizadora imparable". ¡Chupáte esa, John le Carré!

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  2. Cada vez que leo al imbécil de Majul, además de cagarme de risa, me convenzo de que está muy ¨papeado¨ el hdp. Jajajaj.

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  3. Que manera de escribir boludeces, por favor!!

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