En tiempos del
menemismo Reutemann (que era un producto de Menem) instaló en el peronismo
santafesino la teoría del alambrado: Santa Fe era una ínsula que debía
permanecer al margen de la disputa política nacional, y el PJ concentrarse en
los asuntos municipales o provinciales; apostando a obtener del gobierno
nacional de turno (si era peronista, mejor) las ventajas que éste estuviera
dispuesto a dar.
Todavía hoy hay
dirigentes del PJ santafesino que atribuyen las derrotas electorales habidas
desde el 2007 para acá exclusivamente al abandono de esa estrategia, con lo
cual además de no acertar a explicar como el peronismo logró imponerse en ese
lapso en Santa Fe en 2 de 3 elecciones presidenciales consecutivas (en ambos casos con cristina como candidata), evitan
mirarse para adentro para explicar lo que ellos hicieron mal.
Ya sin Reutemann
como figura gravitante de la política provincial, otros perfeccionaron su
teoría del alambrado, y la consagraron institucionalmente: los senadores de la
Fapnelco de Binner y Bonfatti que votaron la boleta única se desengancharon no
ya de la disputa política nacional, sino de la específicamente provincial;
dedicándose cada uno a cuidar su propia quintita.
Como resultado
directo de esa estrategia el PJ santafesino perdió gravitación nacional
primero, y en la provincia después; enhebrando 3 derrotas electorales
consecutivas en elecciones a gobernador, con distintos perfiles de candidatos
en cada caso.
Lo que no fue un
empujón para que el peronismo provincial hiciera lo que había que hacer:
discutir un proyecto político provincial y como insertarlo en otro nacional, y
ponerse a trabajar en serio para convalidarlo electoralmente: en el 2015 fue
cuando estuvo más cerca, pero nadie podría sostener hoy seriamente que el
diferencial existente del 22 % de Agustín Rossi al 29 % de Perotti se sostenga de cara al 2019; visto sobre todo el comportamiento del senador nacional
frente al gobierno de Macri.
Todas las
discusiones y análisis de la política santafesina que circulan por los medios
provinciales y nacionales no incluyen al peronismo como factor, y pasan por que
harán los radicales (ir con Cambiemos o el FPCyS), y por carácter transitivo,
sus socios provinciales del socialismo. Hasta las cuitas internas del
socialismo (como la purga del sector de Giustinianni) o su posible alianza con
el inexistente (en la provincia) massismo tienen más interés para los medios
que lo que pasa en el PJ.
Tras el ocaso de
Reutemann, pareció despuntar (al menos él así parece creerlo) otro “liderazgo
natural” en el PJ provincial, el de Omar Perotti; que adoptó hasta acá la misma
estrategia política de María Eugenia Bielsa: hacer la plancha, esperando que lo
vayan a buscar, pero para el 2019. No parece muy preocupado por las elecciones
de éste año.
Y si bien está
claro que no hay 2019 sin 2017 (ni en la provincia ni en el país) todo indica
que Perotti no va a jugar, porque no sabría como, o sí, pero no suma votos un
peronismo “Macri friendly” o hacer pichettismo provincial; mientras los efectos
de las políticas del gobierno nacional impactan de lleno en la provincia y su
entramado industrial, ni que hablar en la propia base electoral del rafaelino:
la cuenca lechera del oeste provincial.
El único que hasta
acá salió a la cancha diciendo que quiere ser candidato, con un discurso claro
(opositor acá y allá, en la provincia y en la nación) es el “Chivo” Rossi,
despojado ya de los que como Rubeo blanquearon abiertamente que son la rama
peronista del bonfattismo: un claro ejemplo fue la convocatoria a legisladores
de Santa Fe y Córdoba con la excusa de “analizar la situación de Sancor” sin
aportar ninguna solución concreta, pero sumando a la venta de humo del
socialismo y el ministro de la Producción Contiggiani.
Antes de eso los senadores de la Fapnelco por boca
de Traferri lanzaron el globo de ensayo de la candidatura de la jueza Rodenas,
una estrategia propia de un peronismo acostumbrado a los candidatos que no
vienen de la política (como Reutemann), y que jugó bajo cuerda por
Miguel Del Sel en las dos últimas elecciones a gobernador. El intento murió
antes de nacer, ajusticiado por los propios intendentes y presidentes comunales
del PJ que supuestamente lo impulsaban.
El trabajo
encomiable de las autoridades del PJ provincial y las del Departamento La
Capital para alinear al peronismo santafesino por la misma senda no oculta que
es una tarea que los excede claramente, y que siendo justos, está más allá de
sus posibilidades concretas; porque los acuerdos de unidad "para meter a todos adentro" en un punto contienen,
pero en el otro paralizan, porque ninguna línea concreta y definida de acción
política se termina afirmando para imponerse al conjunto. El paralelismo con
el PJ nacional y sus serios problemas para definir como plantarse frente a
Macri es -en ese sentido- total.
Los candidatos, las
alianzas electorales, las estrategias y que van a ir a hacer por ejemplos los
diputados santafesinos al Congreso (¿opositores, oficialistas, las dos cosas
según convenga?) es todo materia de discusión, pero nadie lo está discutiendo;
acaso porque todos saben que no hay posibilidad de síntesis posible, al menos
en lo inmediato.
O sea que se vuelve a instalar -por otros medios-
la teoría del alambrado, pateando la pelota para 2019, dejando pasar esta
elección nacional sin involucrarse activamente; acaso concentrándose en los
niveles comunales y municipales (no se eligen cargos provinciales); donde
además de línea política faltan recursos para hacer campaña, lo que es otro muy
serio condicionante.
Paradojalmente, en una elección en la que Miguel Del Sel no será candidato, el FPCYS está en crisis (con purga interna en el socialismo incluida), la candidatura de Corral perdió fuerza en la Rosada (y con ella la posibilidad de que la UCR encabece la nómina de "Cambiemos", recayendo esa responsabilidad en el PRO) y Reutemann reapareció para -entre otras cosas- tirarle dardos a los radicales, la inacción del peronismo santafesino se convierte en su principal enemigo.
Paradojalmente, en una elección en la que Miguel Del Sel no será candidato, el FPCYS está en crisis (con purga interna en el socialismo incluida), la candidatura de Corral perdió fuerza en la Rosada (y con ella la posibilidad de que la UCR encabece la nómina de "Cambiemos", recayendo esa responsabilidad en el PRO) y Reutemann reapareció para -entre otras cosas- tirarle dardos a los radicales, la inacción del peronismo santafesino se convierte en su principal enemigo.
Lista a Dip. nacionales 2017 (propuesta autoridades PJ Santa Fe):
ResponderEliminar1-Rossi (FPV)
2-Bielsa,Maria E. (?)
3-Girardi (CGT)
4-Celia Arena (Perotti)
5-Leoni (FPV):
¿Van a lograr el milagro de que la segunda se afilie?
ResponderEliminarVas a logar q la segunda acepte ser segunda y no primera?, je.
ResponderEliminarSi esa es la lista, la Bielsa entra. ¿Como no vas meter 2 diputados? Agarra.
ResponderEliminarAdemás el tema es quien pone para la campaña.