Hasta Menem -que desguazó el sistema educativo con la ley federal de educación, y decía que "ramal que para, ramal que cierra"- se banco la carpa blanca original de los docentes. Este gobierno no.
La bonaerense entró a los palazos y tirando gases y balas de goma en un merendero en Lanús, y ni Macri ni Vidal hicieron nada al respecto, o sí: fueron hasta allá a sacarse una foto con Grindetti (el ladrón de guante blanco que pasó de SOCMA a la política, como tantos de la mano del PRO), para felicitarlo por como lleva las cosas.
No quieren piquetes, ni palos ni encapuchados en las protestas, y les piden a los docentes "métodos creativos de protesta" en lugar de los paros; pero tampoco se bancan los guardapolvos, las clases alusivas, la escuela itinerante u otra versión de la carpa.
O sea que lo que no se bancan en realidad son las protestas, los reclamos, la lucha en defensa de los derechos que están avasallando: ante el fallo judicial que los obliga a convocar a la paritaria nacional, macartean a la jueza (acusándola de una pertenencia política, como si eso además fuera en sí mismo delito), la recusan y apelan el fallo; mientras anuncian que no lo van a cumplir. Pero quieren convocar al Congreso a discutir lo que está pasando en Venezuela.
No conformes con la vergüenza internacional que nos están haciendo pasar por tener presos políticos en democracia (ahora el gobernador radical Cornejo de Mendoza emula a su correligionario Morales), están haciendo todo para que nos convirtamos en el tema obligado de discusión en la próxima asamblea de la OIT: la Argentina hoy debe ser uno de los países con mayores violaciones a los convenios sobre libertad sindical, de todo el mundo.
Se enojan cuando les cantan "Macri, basura, vos sos la dictadura", pero no hacen el más mínimo esfuerzo por diferenciarse: la vicepresidente Michetti -sin ir más lejos- juzga que votamos demasiado seguido, y que los paros de los trabajadores son "una herramienta antigua".
Le soltaron el bozal a los milicos y los gendarmes para que repriman, pero son rehenes de ellos: si decidieran reclamar y -como le pasó a Cristina- autoacuartelarse en protesta, el gobierno quedaría sin ninguna base concreta de apoyo.
A menos que crean en serio (como parece creerlo el presidente) que un montón de sexagenarios salidos del túnel del tiempo y anclados mentalmente en el 55' van a poner el pecho en su defensa. Porque de hecho lo que está claro es que Macri está respondiendo al pedido de leña que le hicieron esos sectores en el "1°A".
Lejos de ensayar la más mínima rectificación a políticas que están empujando a miles de argentinos al hambre, la miseria y la exclusión, pasaron sin transición a la fase represiva, que en términos políticos es la de descomposición: cuanto más fuerte intenta mostrarse un gobierno, es porque más débil e impotente se siente, frente a las rebeldías de la sociedad que no quiere tolerar, pero tampoco sabe ni quiere resolver.
Los que votaron a Macri y los que forman parte de la coalición gobernante (como los radicales, que se golpean el pecho diciendo que defienden la democracia y las instituciones) que no se desmarquen ya mismo de estos episodios vergonzosos y que no tomen distancia de ellos serán cómplices, y perderán el derecho a reclamar ser tomados en serio a la hora de discutir los problemas del país.
Si por un lado es desde algún lugar saludable que las cosas se sinceren y cada uno diga lo que realmente piensa y siente, y lo que está dispuesto a bancar, por el otro si el gobierno responde a las peores pulsiones sociales de parte de su electorado (algunas dignas de un abordaje siquiátrico, como las repercusiones del caso Micael), las cosas solo podrán ir de mal en peor.
Después será tarde para lamentaciones, y no sea cosa que vuelvan a pretender exculpar responsabilidades con teorías conspirativas y fantasmas de desestabilización.
PD: Lo que no podemos decir es que no nos avisaron:
PD 2. Aunque pensándolo bien, en algo estamos de acuerdo con Mau:
PD: Lo que no podemos decir es que no nos avisaron:
PD 2. Aunque pensándolo bien, en algo estamos de acuerdo con Mau:
Para cuidar a los docentes les pido que sancionen el proyecto que agrava las penas a quienes los atacan.— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 1 de marzo de 2017
Doble personalidad, un caso emblemático de psicosis. Lamentable que personas con estos problemitas mentales sin tratar, tengan tanto poder. Lo que lleva a pensar que una gran parte del electorado argentino padece del mismo síndrome.
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