(*)
La Argentina pendular
ha regresado con más fuerza que nunca. (¿Pendular o pelotuda?) Los
mismos analistas (¿Cuáles, Luis?) que le pedían a Mauricio Macri más
determinación ahora se asustan cuando el Presidente desplaza a dos funcionarios
vinculados a los sindicalistas que le habían prometido paz social (Y
cumplieron sobradamente: un solo paro general en 21 meses, mientras caen el
empleo y los salarios, y se habla de reforma laboral y flexibilización) el
mismo día en que apoyaron una movilización contra su política económica.
Algunos de quienes le reclamaban que presionara para mejorar el sistema
judicial (O sea, para meterla presa a Cristina) les pareció una picardía
que aprovechara una ventana de tres horas (La famosa “ventana de
oportunidad”) para suspender a Eduardo Freiler, el camarista que no puede
justificar ni su fortuna ni muchos de sus fallos. (Pero en concreto ¿por qué
lo rajaron Luis, por la fortuna o por los fallos?) Los kirchneristas y
peronistas que se pasaron por donde quisieron una y mil veces las instituciones
(Claro, tuvieron presos políticos, un desaparecido por fuerzas federales,
metieron jueces en la Corte por decreto y toquetearon un escrutinio provisorio
para aparecer ganando donde perdieron. Ah, no, pará...) pusieron el grito
en el cielo el domingo de las PASO después de que Cambiemos festejó y la dejó a
Cristina Fernández contando los votos para ver si podía declararse ganadora esa
misma madrugada. Los que demandaban un poco más de peronismo ahora lo llaman,
un poco en broma, un poco en serio Juan Domingo Macrón. (Eso es porque viene
perdiendo popularidad aceleradamente, por profundizar reformas liberales. ¿No
leés las secciones internacionales de los diarios?)
Es verdad
que la victoria de Cambiemos en las últimas PASO preanuncian un triunfo todavía
más amplio en octubre. (Estás muy sobrio, Luis, tendrías que involucrarte
más emocionalmente en el tema, dejando salir tus sentimientos) También en
evidente que el Presidente acumuló más poder político y logrará más apoyo en el
Parlamento para conseguir las leyes que la Argentina necesita. (¿La
Argentina o el gobierno? Igual, hasta acá tuvo todo el apoyo que necesitaba, y
cuando no le alcanzaba, le mandó DNU y listo) Pero de ahí a descontar que
Macri será reelecto en 2019 o que la Argentina está a las puertas de un nuevo
unicato hay un mundo de distancia. (De lo primero puede ser, lo segundo lo
vamos viendo, con las tapas de los diarios de la semana) El Presidente ya
demostró que no es Fernando De la Rúa. (Es verdad: es cualquier cosa menos
boludo. Pero igual tiene el apoyo de Chupete y las dos terceras partes de su
gabinete, digamos todo) Al Club (¿Por qué la mayúscula, Luis?) del
helicóptero se le están borrando de la lista muchos de los socios que se habían
anotado (¿De quiénes hablás, Luis?) junto a Cristina, Luis DElía,
Fernando Esteche y algunos de los más delirantes cuadros de La Cámpora. Aunque
durante el primer año y medio de gestión, su método de prueba y error generó
más de una suspicacia, (“Suspicacia”, claro, como en el caso del Correo que
lo acusaron injustamente
de favorecerse a sí mismo, o lo de Aviancia que...¡oh, pero vaya, que
coincidencia!) Macri dejó en claro que es
capaz de tomar decisiones frente a una situación de crisis. (Macri dejó en
claro que es capaz de cualquier cosa, sobre de tomar decisiones en caso de
conflicto...de intereses, y para favorecerse a sí mismo)
Pero el expresidente
de Boca todavía no tiene la vaca atacada. (¿Otra vez empiezan los problemas
con Lilita?) Y lo que es más preocupante: su gobierno aún ni siquiera
comenzó a plantear reformas estructurales en el mundo del trabajo (Pero
claro, si nunca hablaron del tema, nada más que unas doscientas veces. ¿Y a vos
te preocupa más que a ellos Luis, te demandaron los empleados de la productora
por fraude laboral?) y el sistema impositivo, judicial y político, que
debería incluir la eliminación inmediata de las PASO. (¿Pooooor?) En un
país adolescente como el nuestro, (Un país Cris Morena, digamos) la
volatilidad de la opinión y también del voto, suelen ser más veloces que las
transformaciones profundas. (¿Estamos abriendo el paraguas por si el
“inevitable” triunfo más amplio de “Cambiemos” en octubre no se produce, Luis?
Igual, la mejor forma de eliminar la volatilidad de la opinión sería suprimir
todas las elecciones, siguiendo tu razonamiento) Por eso es tan peligroso
haber agitado el fantasma de que Macri no terminaría su mandato (¿Quién lo
agitó Luis, un boludo con un helicóptero de cartón en una marcha, o vos sabés
algo más, se habló de esto en la Rosada en algún momento?) como fantasear
con un crecimiento sostenido para los próximos veinte años. (Bueno, pero eso
lo dijo Macri muy empepado la noche de las elecciones, no hay que tomarlo en
serio. Ah, y también Dujovne, que hay que tomarlo menos en sertio todavía) Por
supuesto, tampoco el Gobierno se debería desentender de la salud de la
oposición en general y del peronismo y el cristinismo en particular. (¿Qué
significa eso Luis, que debería intentar liquidarlos porque todavía respiran?) Porque
aunque a Cambiemos le siga conviniendo, en términos electorales, una oposición
fragmentada y dividida, al país y al sistema político le hacen cada día más
daño. (¿Y entonces, la unidad del peronismo y la oposición la tiene que
hacer el gobierno, no sería un unicato eso, que antes dijiste que no existía,
que proponés, proscribirlos?)
El
problema es que Cristina Fernández es la líder con más votos, (El problema
para vos, Luis, o para Macri, que es lo mismo) pero muchos de sus
seguidores y las agrupaciones que la apoyan están cada día más radicalizados. (Claro,
es que Moreau y Leandro Santoro captamos el voto radical) Con solo pensar
que ella misma hará de la desaparición del mochilero Santiago Maldonado uno de
los ejes de la campaña electoral, (Pero eso se soluciona fácil, Luis: que
aparezca Santiago y el gobierno deje de negar su desaparición forzada, y listo)
cualquiera se puede dar una idea de lo lejos que está Unidad Ciudadana de
la realidad de todos los días. (¿Y entonces cual es el problema con que
Cristina haga campaña con un tema que no le interesa a nadie, Luis? ¿Adónde
querés llegar, si “no le interesa a nadie” hay que dejar de buscalo?) Por
supuesto que el Estado debe hacerse cargo de
buscarlo y de asegurarse que ningún miembro de Gendarmería ni ninguna otra
fuerza de seguridad lo hayan atacado, asesinado o hecho desaparecer. (Ah,
importante aclaración porque hasta acá te habías ido al pasto) Pero
comparar a Macri con Videla o a Patricia Bulrich con cualquier ministro de la
dictadura implica un extravío político desmesurado. (Cada día es más difícil
distinguir las diferencias, y no precisamente por méritos del gobierno, pero
bueno, ponéle que sí: ¿adónde nos deja eso?) Y la sospecha de una próxima
derrota de Unidad Ciudadana mantiene a sus cuadros más nerviosos y más ajenos
al sentido común que antes de las últimas elecciones. (¿Cuál es el “sentido
común”, la versión del gobierno sobre el caso Maldonado, lo que pensás vos, lo
que ustedes suponen que debería ser la campaña opositora? Pero otra vez,
supongamos que la oposición está alienada de ese “sentido común”: ¿qué mejor
para el gobierno, cuál es la preocupación, Luis?)
Quizá ahora, con el
peronismo en estado de confusión (Sí, entre los que siguen siendo peronistas
y los que hace rato son del PRO, pero no se animan a salir del placard, como
Urtubey) y la renovación parlamentaria que viene, el Gobierno pueda
rubricar más acuerdos con los gobernadores y los legisladores que representarán
sus intereses. (Eso, así siguen los exitazo como el acuerdo con los buitres,
la “participación pública privada”, la “reparación histórica” a los jubilados y
el blanqueo) Tal vez sea el momento de gobernadores como Juan Manuel
Urtubey, Sergio Uñac, Gustavo Bordet e incluso Juan Schiaretti, aunque en estos
últimos comicios a sus candidatos no les haya ido tan bien. (No importa si
ganaron o perdieron, lo importante es que estén dispuestos a bajarse los
lienzos) También parece cierto que la política siempre termina subordinando
a la economía. (Claro, como le pasó a De La Rúa, por ejemplo) Sin
embargo, aunque el crecimiento ya comenzó, todavía falta mucho para que la
mejora se traslade al bolsillo de la mayoría de la clase media, (¿Cuántos
semestres exactamente serían los que tenemos que esperar, Luis?) y aún
todavía más en aquellos sectores de la provincia de Buenos Aires donde Cristina
Fernández obtuvo los mejores resultados. (¿Vos decís entonces que hay
Cristina para rato, o que en octubre los vuelve a empomar?)
Los que conocen a Macri muy bien juran que Mauricio
jamás se va a transformar en Kirchner, porque no está en su naturaleza. (No
podríamos estar más de acuerdo; no le da el pinet tampoco) Uno de ellos que
no ocupa ningún ministerio pero que es más escuchado por el Presidente que
cualquiera (Durán Barba) agrega: "Mauricio llegó a donde llegó para
terminar con políticos como Néstor y Cristina. (Y con la Argentin post
peronista, de paso) Sería muy necio empezar a hacer política como
ellos". (Pero por supuesto, mirá si ahora se va a poner populista
haciendo que paguen el gas en cuotas y esas cosas) Lo que seguramente Macri
no volverá a hacer es dejar pasar la oportunidad de que los jueces, más tarde o
más temprano, cumplan con la ley (O sea, hagan lo que él quiera, metan presa
a Cristina y lo sobresean en todas las causas) y terminen condenando a la expresidenta por los graves delitos
que se le imputan. (Porque ante todo independencia de la justicia y coso, lo
importante es que trabajen tranquilos, como dijo al asumir) Desde que
asumió, algunos fiscales y algunos jueces federales estaban esperando una señal
(Un sobre) del Poder Ejecutivo para actuar más a fondo. Nada que se
pareciera a una directiva escrita o una orden verbal. (Pueden ser dólares o
euros) Apenas una señal que denotara su voluntad política. Parece que ese
gesto, casi invisible, (Ah, hicieron la transferencia electrónica. Mirá que
quedan registros, eh, si no pregúntale a Arribas. Igual, con lo de Freuler no
sé si se puede hablar de “gestos invisibles” del gobierno a los jueces y
fiscales, te comento) al fin, ha llegado. (¿Viste en el home bánking y
se acreditaron los pagos?)
(*) Las
negritas son nuestras, el original acá.
Yo me pregunto y es una duda que tengo: ¿se traga la lechita de Mauricio o la arroja afuera?
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