lunes, 21 de agosto de 2017

PRONISMO, EL PERONISMO PRO DERROTA DEL PERONISMO


Después de los resultados de las PASO el dispositivo mediático que forma parte del dispositivo político del gobierno empezó la operación "los gobernadores se unen para frenarle el paso a Cristina"; tendiente a instalar que en el PJ todos los gobernadores (o la gran mayoría, exceptuando por razones obvias a Rodríguez Saá y Alicia Kirchner) preferirían que CFK sea derrotada en octubre en la provincia de Buenos Aires, para sacársela de una buena vez de encima y "reconstruir el peronismo".

Sin embargo si se analizan las declaraciones personales y directas de los propios gobernadores del PJ (es decir, no las que los medios les atribuyen basándose en fuentes incomprobables) aparecen solamente dos persistiendo en poner la exclusión de Cristina en el primer lugar de la lista de prioridades: Schiaretti y Urtubey.

El resto no habló del tema (al menos en público), sea porque tienen sus propios problemas más inmediatos de los que ocuparse en sus respectivas provincias (sobre todo los que perdieron) , o porque están desensillando hasta que aclare, como decía Perón.

¿Significa eso que aceptarán mansamente el liderazgo de Cristina si es que ella decidiera liderar el PJ, y todo volverá a ser como era antes de la llegada de Macri al gobierno? No, significa simplemente que se están mirando en el espejo de los intendentes bonaerenses -algunos de los cuáles también tuvieron posiciones críticas a CFK, y luego viraron hacia Unidad ciudadana y el respaldo de su candidatura-, o que quieren ver que pasará en octubre y como funciona el gobierno después de las elecciones, para resolver que harán. 

Al fin al cabo en política, y en especial en el peronismo, es preferible manejarse con pragmatismo y contar los votos; y por regla general termina conduciendo aquél que tiene más, y es un hecho incontrastable que hasta acá, no ha aparecido nadie que parezca ser capaz de juntar más que Cristina. 

¿Significa entonces -de nuevo- que aceptarán alinearse bajo su conducción? No: significa que no están convencidos de la utilidad política de "desprenderse" del mayor activo electoral que -hoy por hoy- tiene el peronismo, de cara al 2019; y en consecuencia es más inteligente pensar en un dispositivo que la incluya, en un rol a definir por el conjunto. 

Lo que ha estado muy activo, en cambio, en los medios y desde las PASO para acá, es "el peronismo de Davos" representado por Urtubey (en menor medida por Schiaretti); que ante la ostensible caída de Massa busca reemplazantes para la "pata peronista" de la "Moncloa" criolla. Son los que (como Randazzo) siguen prefiriendo poner el énfasis en definir la interna del PJ para el 2019, antes que en frenar a Maci, de allí que no les disguste un triunfo de "Cambiemos" en octubre; y acaso lo deseen, como ha expresado incluso el gobernador salteño.

Pero para aspirar a liderar ese proceso del que quieren excluir a Cristina, como se dijo, tienen un problema: les faltan votos. Porque si Urtubey es presidenciable con el 30 % del electorado de Salta (el resto lo aportaron otros sectores del PJ que compitieron en las PASO) ¿que queda para Cristina que terminará con el 35 % o más en la PBA?, o ¿por qué no Manzur, que en un padrón mayor ganó por 22 puntos contra el candidato del "Plan Belgrano", la fallida apuesta de Macri para meter una cuña en el NOA y NEA?

Para peor, así como Urtubey habla desde un triunfo, Schiaretti lo hace desde una estruendosa derrota: hasta donde sabemos, nunca fue kirchnerista, y cada vez que pudo y puede les pega a Cristina y el kirchnerismo. ¿Cómo entonces es Cristina la culpable de su derrota? Si no se lo puede tildar de kirchnerista ni nada parecido ¿Por qué no eligieron entonces los cordobeses a sus candidatos (nada menos que su mujer y su vicegobernador) para expresar que no quieren saber nada con el kirchnerismo? La respuesta es muy sencilla; porque para macristas, prefirieron quedarse con los originales, y no con una copia peronista.

Lo que deja claro -una vez más, por si hiciera falta- el resultado en Córdoba son los límites del "cordobesismo" (la versiondfe la docta del "alambrado" de Reutemann), e incluso por la distancia en las cifras y dependiendo como le vaya al gobierno de acá al 2019, acaso sea su final, incluso en la propia provincia mediterránea.

Es decir entonces que no están ningunos de los dos en condiciones de plantearse como los arquitectos de la "renovación" del peronismo sin el kirchnerismo, a menos que tengan como reemplazar los votos de Cristina y los que se referencian en ella: vale aquí el ejemplo de Santa Fe, donde Agustín Rossi decía en la campaña que había más kirchnerismo entre la gente que en la dirigencia del PJ, y las cifras le dieron la razón. 

Dicho de otro modo, para saber el lugar que ocupará Cristina en el dispositivo del peronismo a futuro, es más provechoso prestar atención a lo que opinen los que votan al peronismo en sus distintas variantes (con el kirchnerismo adentro, afuera o adentro pero enfrente), que a lo que digan los dirigentes. Y es muy posible que eso sea exactamente lo que hagan los gobernadores, como ya lo hicieron los intendentes bonaerenses, y lo están haciendo por estas horas los que acompañaron la candidatura de Randazzo.

El verdadero tema es -al menos así lo vemos desde acá- es que los autoproclamados "reconstructores del peronismo" ni siquiera se proponen eso en serio, sino simplemente reemplazar a Massa como "recambio" disponible del gobierno por si se desgasta, para hacer más o menos lo mismo que está haciendo Macri, pero en nombre del peronismo. Cuando no "cohabitar" pacíficamente con "Cambiemos" hasta el 2019, acordando todo lo que puedan en el Congreso, para darle mayor volumen político a las reformas más espinosas (laboral, previsional, fiscal).

Lo cual es sumamente dificultoso, por la misma constatación que algunos de ellos (como Schiaretti) hacen, sin extraer las consecuencias correctas del descubrimiento: la polarización está instalada en la sociedad, les guste o no a los políticos. Después podemos discutir a quien le conviene y a quien no, y cual de los dos polos tiene mayor capacidad de atracción de la materia electoral suelta disponible, pero esa la realidad hoy; y el angostamiento electoral de todas las variables de la "avenida del medio" (desde Massa al socialismo santafesino, pasando por el "cordobesismo" de Schiaretti y De La Sota) así lo demuestra.  

2 comentarios: