sábado, 7 de octubre de 2017

APARECIÓ EL PELOTUDO QUE CREE EN SERIO QUE MACRI COMBATE LA CORRUPCIÓN: SE LLAMA MAJUL


(*)

Que se vayan. Que los juzguen. Que los metan presos. Que devuelvan la plata. Y que no regresen más a la función pública, al sindicato o cualquier organización de la que puedan servirse para quedarse con dinero malhabido. (¿Ya se cansaron de Macri, o se acordaron como era?) Estos cinco reclamos son los que aparecen en las encuestas cualitativas de todas las consultoras que preguntan por los políticos en particular y por la clase dirigente en general. (Ah, “en general”. Volvió el “que se vayan todos”, digamos) Los candidatos que sintonicen con esas demandas gozarán de la simpatía e incluso de los votos de la mayoría de los argentinos. (Sobre todo cuando pueden exhibir impecables pergaminos en la materia, como Macri) El perfume de cambio de época ya fue percibido por el equipo de campaña de Cambiemos. (Claro, lo percibieron, no lo generaron ellos, contános más) Apareció con más fuerza durante la semana previa a las PASO. (Debe ser casualidad) También fue captado por el presidente Mauricio Macri, quien empezó a incorporar a su discurso la palabra "mafia" y el concepto "comportamientos mafiosos". (Hasta ahí los tenía incorporados a sus prácticas habituales)

Surgen unas cuantas preguntas inquietantes entre los denominados formadores de opinión. (¿Cuáles y quiénes, Luis? está lleno de protagonistas invisibles esto) Una es: ¿se trata de un reclamo espontáneo de la sociedad o de una decisión política del propio Macri, de la gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal y los fiscales y jueces nacionales y provinciales? (La pregunta más pelotuda del mundo mundial. O la operación de prensa encomendada al mayor idiota de todos los tiempos) Lo que le sucedió a Juan Pablo "Pata" Medina ¿le podría pasar, por ejemplo, a Hugo Moyano? (Depende: si acepta la flexibilidad laboral, no) El ex superministro Julio De Vido y el ex vicepresidente Amado Boudou ¿están de verdad a un paso de la cárcel o son nada más que las caras de un par de fotos escandalosas de campaña electoral? (No conviene develar tanto la estrategia Luis, la idea es que no se note)

La diputada nacional Elisa Carrió piensa que la Argentina empezará a transformarse en un país en serio cuando Cristina Fernández empiece a purgar su condena de manera efectiva. (Para lo cual sería necesario que primero que nada, tenga una condena. Igual, la Argentina pasará a ser un país en serio cuando Carrió no tenga más un cargo público) Sin embargo, ella no es juez, ni fiscal, ni camarista. (Es verdad, alguien debería decírselo, claro que se la tendría que aguantar después) Tampoco tiene tiempo ahora para revisar cada uno de los expedientes. (Claro, entre viaje y viaje a Punta del Este no le queda tiempo. Igual ¿por qué se los darían, si no corta ni pìncha, como acabás de decir?) Entonces ¿cómo lo sabe? En todo caso, lo percibe. (Ah, se confirmó que es mentalista entonces) Porque lo que hay, lo que se ve, hasta ahora, son escenas. Pequeños grandes detalles que generan nuevos hechos. (O sea, nada, pero que alcanza para hacer columnas como ésta) Un ejemplo: ni Medina ni Jorge Castillo, "el rey de La Salada", estarían presos si María del Carmen Falbo hubiera seguido al frente de la Procuraduría de la provincia de Buenos Aires. Su reemplazo por Julio Conte-Grand, el 28 de diciembre de 2016, fue interpretado por todo el sistema judicial de la provincia como una señal para investigar delitos en los que antes ni se husmeaba. (Ah, mirá vos, podría seguir la cruzada con algún empresario amigo de Macri o socio en sus negocios ponéle. Para ir contra un grosso de verdad digamos. Lo que seguimos sin entender es que catzo tiene que ver esto con Carrió, la lectura de los expedientes y coso)

Otro gran detalle: el dictamen del camarista Martín Irurzun (El camarista cama adentro de Macri, al que puso al frente de las escuchas telefónicas por DNU, hasta el final de su mandato, digamos todo) en el que recomienda al juez Luis Rodríguez que agregue como causal, para decretar la eventual prisión preventiva de De Vido, la potencial capacidad del imputado para obstruir la investigación en el juicio por Río Turbio fue entendido por quienes firman los expedientes de la justicia federal como un gesto contra la impunidad de la última década. (Terrible, se sacude todo con ese dato) Es más: ya todos saben que el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, y los demás miembros del máximo tribunal están trabajando en público y en privado para tratar de mejorar la pésima imagen que tiene la Justicia. (No les estaría resultando, te comento. Igual, seguimos sin entender que mierda tiene que ver con el párrafo anterior, y en general con todo. Hoy estás más confuso que nunca, Luis)

Dos de los más veteranos jueces federales insisten en una idea que repiten desde hace por lo menos un año: dicen que así como los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández pasarán a la historia como los que más hicieron para impulsar los juicios para los delitos de lesa humanidad, esta administración podría ser recordada, entre otras cosas, por haber empujado, como nunca antes, las causas contra la corrupción de Estado. (Empujado a favor de la corrupción, sería) A uno de ellos le pregunté esta semana si esa teoría no ponía en evidencia cierta connivencia o complicidad entre los jueces y los gobiernos de turno. (Para nada Luis, a veces te pasás de perspicaz y ves cosas donde no las hay) Me explicó con tranquilidad y en detalle (Claro, de lo contrario no entenderías) que en la Argentina no habría manera de probar ningún delito contra la administración pública sin la orden explícita del ministro de cada área para suministrar información a los fiscales y los magistrados.(Una hermosa excusa de un juez para justificarse él y sus colegas por no resolver jamás ninguna causa. Te boludeó Luis, pero con tranquilidad y en detalle) Y también me hizo entender que ningún ministro abre los expedientes requeridos por la Justicia sin consultar antes al presidente de la República. "¿Usted quiere decir que Macri está al tanto de cada causa que se mueve en Comodoro Py?", le pregunté. (Ya parecés Fantino, le estás haciendo competencia desleal en el boludómetro impostado) "De todas, no. De las más relevantes. Si no lo estuviera, sería un mal presidente. O un presidente sin información", me contestó. (Y dado que es un presidente horrible, se ocupa en por lo menos estar bien informado de los carpetazos con los que apretar a los que crea conveniente. Todo cierra ahora)

En efecto, este jefe del Estado parece estar muy bien informado. (Dee esto sí, del resto vamos viendo) De hecho, horas antes de las últimas elecciones de agosto, uno de sus hombres de confianza, hablando del resultado y de sus consecuencias políticas, aventuró: "Cristina está más cerca de ir a la cárcel en un futuro próximo que de ganar en la provincia y soñar con volver a la presidencia". (Pero no fue presa y ganó, o sea que taaaan bien incformado no estaba) Otra vez: ¿cómo lo sabe? Porque intuye que "el círculo rojo de Comodoro Py" ya leyó que "Macri va en serio". (Ah, es pura intuición nomás, no hay presiones ni operaciones ni carpetazos ni nada. No tomés taaan por boludos, Luis) Y también leyó, sobre todo, que, si no sucede nada raro, (paraguas) Cambiemos obtendrá un rutilante triunfo el próximo domingo 22, que el actual presidente irá por la reelección y que Vidal y Rodríguez Larreta harán lo mismo. Es decir: el círculo rojo de la Justicia presume que este clima de época perdurará, por lo menos, durante media década, e incluso un poco más. (O sea, respondió tu pregunta: los jueces se alinean con el poder político, y en base a eso resuelven. Es lo que pasa cuando preguntás si el agua moja)

¿Esto significa que el sistema judicial se mueve al compás de los vientos políticos? Sí.(Hay que ser pelotudo para preguntarse eso varias veces, y respondérselo solo) Chocolate por la noticia. (No tanto: viene siendo el eje de la nota desde el principio) La Justicia, los mercados, la oposición, los medios, las empresas, los sindicatos y la mayoría de las organizaciones sociales se mueven al compás de los "vientos políticos" o de los "cambios de época". (Y los periodistas Luis, porque influye en el flujo de pauta. Claro que vos no necesitás que te lo recordemos) Lo que ningún funcionario judicial puede hacer es acusar o condenar sin pruebas. (Pero no, por supuesto, ¿quién podría imaginarse tal cosa?) O de manera caprichosa. Ni a Cristina Fernández, ni a Boudou, ni a De Vido, ni a Ricardo Jaime, ni a José López. (Ni a nadie, Luis) Pero sucede que la mayoría, incluida la ex presidenta, no sólo está comprometida en un sinnúmero de causas, sino que en varias de ellas aparece involucrada seriamente y con pruebas documentales muy contundentes. (Tan tremendas que con pleno “cambio de época” a favor todavía no llegaron a ninguna condena. Igual, lo decís vos y andá a chequearlo a la concha del mondo) En las de Vialidad, Hotesur y Los Sauces, por ejemplo, ya está probado que ella es miembro o jefa de una asociación ilícita concebida para hacerse millonaria con plata del Estado. (¿Probado por quién? Por no mencionar que son tres causas mellizas, con acusaciones distintas)

"Creyeron que eran eternos y dejaron todos los dedos marcados", sintetizó de manera brutal uno de los hombres del Presidente con mejores vínculos en Comodoro Py. (Debe ser el mismo que le aconsejó privatizar Vialidad) Es, entre otras cosas, un especialista en calcular fortunas malhabidas, (Ah, no, es el contador de Macri) sobre la base de los bienes y el dinero embargados en las distintas causas judiciales. (“Se robaron un PBI”) Y conoce, a través de los expedientes, el patrimonio de los empresarios que, según él, funcionaron como testaferros de Néstor Kirchner hasta el día en que murió. (Y el hecho de que un funcionario del Ejecutivo puede tener acceso a pispear expedientes judiciales sin ser parte sería completamente normal) El asesor presidencial calcula que la verdadera fortuna de la familia de Cristina se debería contar en cientos de millones de dólares. (Avísale a Marijuan, así empieza de nuevo con las excavadoras. Una pena que no hayan aprovechado para blanquear, como la familia de Macri) Para ser más concretos: sería mucho muy superior a los 250 millones de dólares que ya le detectaron, entre bienes muebles, inmuebles y cuentas, a Lázaro Báez. (Todo esto dicho por un asesor de Macri, con contactos con los jueces para que le dejen pispear los expedientes, perfecto. Igual, para un PBI falta medio que como mucho todavía)

Ahora mismo la atención de buena parte de la clase dirigente está puesta en determinar hasta dónde llegará Macri en su cruzada "antimafia". (Claro, están negociando su indulto, digamos) En confirmar si lo que está haciendo es ir "de a uno" para disciplinar al resto (O para obligarlos a compartie negocios, como hace habitualmente...la mafia ¡oh vaya, pero qué coincidencia!) o dejar que la Justicia haga el trabajo para acusar y condenar a los 582 argentinos (Ya agregaste 20 a la nota de Clarín de ayer Luis) que, según el Presidente, están fuera de la ley (¿Solo 582? Si al blanqueo entraron como cien mil) y lo único que quieren es repartirse en pedazos la Argentina. (Peeero, no es como él, sus familia, sus funcionarios, amigos y socios, que solo tienen altruismo y vocación de servicio) La cifra es caprichosa, (Y la nómina ni te cuento: figuran todos los que se le cruzaron a Macri, por cualquier motivo. tan caprichosa es que vos pusiste 20 más que Darío Cantón en Clarín) fue suministrada a varios periodistas por el propio jefe del Estado, pero sirve para entender lo que piensa en la intimidad. (¿Y ninguno le pidió el listado para investigar por qué podrían estar, o le preguntó por qué estaban los que estaban? Flojos estuvieron ahí, Luis) Y lo que piensa es: no son todos los sindicalistas, ni todos los empresarios, ni todos los jueces; sí son los muchos insaciables de siempre y tienen nombre y apellido. (Macri básicamente: están el padre y todos los hermanos, primos, tíos y cuñados. Puede que figuren Calcaterra, Caputo y Mindlin también: un testaferro te ale cada día más caro en estos tiempos) Parece que a Macri le gustaría verlos presos, o inhibidos, o pagando sus enormes deudas a la AFIP, (Mientras no sean por contrabandear autos, que le metan nomás, dijo) y no reclamando su veredicto para apropiarse de nuevos negocios que necesitan del peaje del Estado.(De eso se está ocupando él mismo en persona, como pudimos comprobar esta misma semana con la privatización de Vialidad. En definitiva todo esto se trata de que el tipo detesta la competencia)

(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

2 comentarios:

  1. Macri, detrás del mani pulite argentino.

    ¡Má, qué mani pulite ni ocho cuartos! ¡MANO CHANTA!

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  2. Majul de pelotudo no tiene un pelo. Más bien es un reverendísimo hijo de puta.

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