miércoles, 13 de diciembre de 2017

BIODIÉSEL: OTRO EJEMPLO DE COMO FUNCIONA EL MODELO MACRISTA


Él biodiésel ha cobrado notoriedad en tiempos macristas por las restricciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea al ingreso a sus mercados de nuestras exportaciones del producto; y los reiterados fracasos del gobierno de Macri (viajes presidenciales incluidos) en lograr que las levanten: un doloroso aprendizaje para los improvisados que nos gobiernan sobre como funciona realmente ese "mundo" al que quisieron volver, que no es justamente como ellos lo describen.

Ahí están a la vista los pobres resultados de la cumbre de la OMC "contra el proteccionismo" ("vaciada" y ninguneada por Trump), que tuvo más notoriedad por las deportaciones de activistas que por sus resultados concretos.

Pero también el biodiésel tiene su capítulo hacia el interior de nuestra economía, con su consecuencia en las políticas públicas: en el Boletín Oficial de hoy apareció publicado el Decreto 1025 (completo acá), por el cual Macri fija en un 8 % la alícuota de los derechos de exportación (retenciones) del producto, y deroga a su vez el Decreto 1719 dictado por Cristina en el año 2012; que las fijaba en base a una fórmula que contemplaba el precio de referencia fijado por el gobierno al producto para el mercado interno (vinculado a la política de combustibles), los costos totales de producción, más la tasa de retorno sobre el capital invertido en la producción.

El decreto firmado por Macri y publicado hoy dice que "...se hace necesaria una armonización entre los derechos de exportación del biodiesel y el de su principal materia prima, el aceite de soja, para alcanzar una convergencia entre los mismos, conforme las pautas del Decreto N° 1343 de fecha 30 de diciembre de 2016.", como si fuera lo mismo exportar materias primas, que productos industrializados derivados de las mismas con agregado de valor. 

En este caso la "convergencia" consiste en aplicarle a las exportaciones de biodiésel la misma rebaja de 0,5 % en las alícuotas de las retenciones que se aplicarán a la soja a partir del 1º de enero del año que viene; como si la baja en los derechos de exportación (al igual que la devaluación de la moneda) lograran por sí el milagro de mejorar las perspectivas de comercialización, o abrir los mercados que hoy están cerrados. 

Contra toda evidencia en contrario (las exportaciones están estancadas y el déficit comercial será récord éste año), el gobierno de Macri sigue insistiendo en la misma tesitura. 

Y el beneficio de la rebaja en las exportaciones -también como es norma en éste gobierno- no viene acompañado con ningún compromiso en contrapartida de la industria del sector: el decreto de Macri deroga de un plumazo el dictado por Cristina en el 2012, cuyo artículo 4 establecía que podían  gozar de los beneficios de una tasa menor de retenciones los productores de biodiésel que " mantengan o incrementen la planta de personal teniendo como base de referencia el mayor número de empleados registrados durante el mes de diciembre de 2011, y que no apliquen suspensiones sin goce de haberes.".

Un compromiso que el gobierno de los CEO's ha eliminado desde hoy.

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