Uno de los temas que les sirvió para que Binner ganara las elecciones del 2007 poniendo fin a 24 años de gobiernos del PJ fue la desastrosa privatización del Banco Provincial de Santa Fe: el caballito de batalla -bien planteado- era "la provincia no puede dejar de contar con su propia herramienta financiera"; es decir un banco público estatal o algo parecido, para financiar a los sectores de la producción.
Y desde entonces se enamoraron de la consigna, y no la abandonaron más: en ésta entrada del 2012 cuando ya había transcurrido el gobierno de Binner sin lanzar la prometida "Corporación Para El Desarrollo", decíamos nosotros que inutilizaron los recursos provenientes de la privatización del Banco Santafesino de Inversión y Desarrollo, y los del recupero de los créditos del ex Banco Provincial sin hacer nada.
Bah, nada no: se fumaron esos fondos en gastos corrientes de la Administración, y le renovaron el contrato para actuar como agente financiero de la provincia al Nuevo Banco de Santa Fe de Eskenazy, primero en forma directa y luego con dos licitaciones armadas a su medida, en los gobiernos de Binner primero, y el de Bonfatti después.
Con un prometido "plan de negocios" por el cual el agente financiero tenía que destinar parte de sus depósitos a financiar a los sectores productivos, pero como el pliego y el contrato no contenían penalidades por si no lo cumplían, pasó lo que tenía que pasar: el banco de Eskenazy no lo cumplió, y nadie se lo exigió.
Cuando Bonfatti se estaba yendo y Lifschitz lo iba a reemplazar, vimos en éste post del 2015 que volvió a prometer exactamente lo mismo: "crear un instrumento financiero del gobierno provincial", y exigirle al NBSF que cumpliera con el "plan de negocios" a cambio del cual le renovaron el contrato como agente financiero. Por supuesto que no hicieron nada, salvo utilizarlo como "asesor" en el proceso de colocación de deuda en los mercados de capitales; para que les eligiera los bancos extranjeros y las consultoras que manejaran la emisión.
Y ahora vuelven otra vez con lo mismo, a partir del reclamo de los empresarios y los gremios industriales de la provincia por las altas tasas de interés que cobra el sistema financiero. Claro que con las mismas "precisiones" de siempre, o sea ninguna: no se sabe que forma jurídica tendría la "herramienta financiera", con que recursos se fondearía y cosas por el estilo.
A menos que estén pensando en crear una cáscara vacía como el Banco Municipal de Rosario, para llenarlo de ñoquis y que después el Estado provincial lo tenga que rescatar tirándole contratos por servicios inexistentes, para que no quiebre o no se salga de las regulaciones técnicas del Banco Central.
En esos mismos encuentros con los gremios industriales le plantearon a Ciciliani (una chantapufi descomunal, trasladada de años de rascarse el higo en el Congreso a chamuyar lindo en el gabinete) la preocupación por las altas tarifas de la EPE (de las más caras del país); que son otra tenaza que aprieta a las industrias, en especial a las Pymes.
Por toda respuesta les dijo que había que tener cuidado con no desfinanciar a la distribuidora provincial, para que pudiera contar con recursos para continuar con su "ambicioso plan de obras", y que tuvieran en cuenta que ahora la nación dio de baja los subsidios a la compra de energía. Se olvidó decirles que antes (durante el kirchnerismo) tenían subsidiada la energía, pero aumentaban las tarifas igual, todos los años, con la misma cantinela: no desfinanciar a la EPE, y hacer obras.
Eso sí: se hicieron tiempo para posar sonrientes con Aranguren, el gestor de los tarifazos que están azotando a las Pymes, y el hombre que si pudiera, volvería a privatizar YPF:
Queremos seguir desarrollando la industria de las bioenergías y Santa Fe tiene mucho futuro en eso. Hoy con el Ministro @vascoaranguren y las Cámaras del sector biodisel decidimos conformar una Mesa de Trabajo para definir políticas de mediano y largo plazo. pic.twitter.com/2KWAFbYJc0— Miguel Lifschitz (@MiguelLifschitz) 31 de enero de 2018
Y encima se sumó al planteo Sciara, que era el ministro de Economía de Binner primero y de Bonfatti después cuando mandaron dos veces a la Legislatura el mismo proyecto (en el 2011 y en el 2014) creando la "Corporación para el Desarrollo Santafesino", sin decir ni que forma jurídica iba a tener, ni con que recursos concretos se iba a financiar; más allá de un 2 % de lo que dejan de pagar de impuesto las empresas que gozan del régimen de promoción industrial:
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