"El modelo de especulación financiera no sirve. Engrosar las reservar con endeudamiento y con inversiones financieras especulativas, trae problemas en el corto y en largo plazo. La intervención record en el mercado de divisas que lleva adelante este gobierno, no sólo es inédita sino que es insustentable. En sólo dos meses el BCRA intervino en el mercado cambiario vendiendo US$4.000 millones, es decir $82.000 millones. Esa cifra dilapidada en 2 meses equivale a 8 veces los recursos que el Presidente quiere que los gobernadores afecten para compensar los subsidios tarifarios que el gobierno nacional eliminó."
"La actual gestión de gobierno ha transitado aproximadamente el 60% de su mandato confirmando el rumbo económico iniciado en diciembre de 2015: apertura comercial, desregulación y liberalización de mercados. El modo de acumulación de la economía argentina cambió y los resultados más visibles de este cambio y de la política implementada son la concentración del ingreso y un producto bruto per cápita más bajo que el de años previos. En 2017 el PIB per cápita fue 4,5% menor que en 2011 y no llegó a igualar al del año 2015. Por otra parte en 2015, el 10% de la población de más altos ingresos ostentaba el 30,5% de los ingresos, mientras que para 2017 lograban tener el 33,2% de los ingresos, a expensas de prácticamente todo el resto de los deciles (excepto el 8). Los dos deciles de mayores ingresos, es decir el 20% de la población, llegan a ostentar el 50% de los ingresos en 2017. En 2013 esos deciles en forma conjunta tenían el 46,7% de los ingresos."
"Transcurridos 28 meses del inicio de la actual gestión de gobierno, y habiéndose profundizado el rumbo elegido, la devaluación, apertura comercial, altas tasas de interés y aumento de las tarifas trazaron una clara línea divisoria de sectores económicos ganadores y perdedores. Dentro del grupo de los ganadores, se encuentran la exportación de granos, la minería y el sector energético que presentan las siguientes características en común: a) Baja participación en el PIB (entre los 3 sectores apenas alcanzan los 13 puntos) b) no son grandes demandantes de mano de obra c) poseen una considerable concentración productiva d) tienen elevada rentabilidad y son generadores de divisas (en muchos casos giran sus utilidades al exterior sin reinvertir en el territorio)."
"Las medidas mencionadas provocaron simultáneamente la fuerte contracción de otras actividades, “perdedoras”, tales como la industria manufacturera. Es así que en 2017, de los 12 bloques industriales que mide el INDEC, seis mostraron caídas acumuladas: papel y cartón (-0,2%), sustancias y productos químicos (-1%), refinación de petróleo (-1,4%), industria alimenticia (-1,4%), industria del tabaco (-4,7%) e industria textil (-6,7%). Respecto a aquellos bloques que denotan cierto crecimiento, debe tenerse en cuenta en primer lugar que la base de comparación para todos ellos es el año 2016, un año de dura recesión (caída del 2,3% de la actividad económica) y por otro, que aquellos bloques que lograron crecer son los ligados al sector agropecuario y de la construcción, el cual, de la mano de la obra pública motorizó la actividad económica 2017, año electoral."
"Respecto del año 2015, la actividad industrial de 2017 se ubicó 2,9% por debajo; 11 de los 12 rubros industriales presentan caídas, y dentro de ellos se encuentran los alimentos, un sector con indicadores de competitividad relativamente altos. El uso de la capacidad instalada refleja este achicamiento de la actividad industrial: en el año 2017 en promedio el uso de la capacidad instalada fue de 65,3%. Comparado con el año 2015 resulta un 4,9% menor y con el año 2012 exhibe un 10,8% menos. Se destacan especialmente los excesos de ociosidad en los rubros Metalmecánica 55,5%, Automotriz 47,5% y Edición e Impresión 57,4%.. Resulta difícil imaginar que “lluevan inversiones” cuando sobra tanta capacidad productiva y falta consumo local."
"En particular el entramado PyME se encuentra produciendo entre un 40% a 70% por debajo de su capacidad instalada. Específicamente, si se observa el uso de la capacidad instalada de sectores como el de alimentos y bebidas, y el textil, mano de obra intensivos y ligados al poder adquisitivo del salario, se encuentran trabajando por debajo del promedio al que lo hacían en 2016. Como se mencionó, un escenario de capacidad instalada ociosa, caída del consumo y alta tasa de interés no pareciera ser buen augurio si se quiere atraer inversión productiva. Más bien todo lo contrario: la “inserción internacional inteligente” proclamada por el gobierno terminó produciéndose por el lado de la deuda y de las importaciones, en lugar de hacerlo vía exportaciones y expansión de la capacidad productiva, afectando la producción nacional y la generación de empleo."
"Los lineamientos del actual gobierno para alentar las importaciones parten de premisas erróneas, que sólo buscan la desindustrialización: - “El aumento de las importaciones baja los precios internos”. Falacia: La inflación 2017 fue de 24,8% y el aumento de las importaciones de bienes de consumo fue de 20,9%. El importador cotiza su precio apenas por debajo del precio del fabricante local que soporta subas confiscatorias de tarifas de servicios públicos, altos costos logísticos empujados por las subas de las naftas dolarizadas, aumentos de impuestos, tasas de interés muy elevadas en términos reales. Un dato no menor, emplea a 1,2 millones de trabajadores.
- “Se gana competitividad desintegrando la cadena de valor local porque el insumo o la pieza importada son más baratos que los de origen nacional”. Falacia: Se reduce el grado de integración de autopartes, agri-partes, moto-partes, con el falso espejismo de ganar competitividad afectando la densidad productiva. Esta solución cortoplacista es consistente o bien con modelos de armaduría tipo zona maquila -bajos salarios-, o bien con la importación del producto casi terminado, lo que genera creciente desempleo y déficit comercial en ascenso.
- “Un consumidor que compra un bien importado se beneficia porque es más barato que el nacional, y además se evitan las cuantiosas importaciones de partes para autos, electrónica, línea blanca, maquinaria agrícola, etcétera”. Falacia: Esto sería así si lo que se deja de fabricar o de armar localmente no se consumiera más. La erogación de divisas de la exportación de consumo, importación de 1 millón de autos, 800.000 motos o 14 millones
de celulares, será igual o superior a la importación de sus partes y destruye fuentes de trabajo. En definitiva, un contexto caracterizado por un desplome del mercado interno, una ola importadora en detrimento de la producción nacional y a costa de la pérdida de fuentes laborales, no puede nombrarse de otra manera que no sea un contexto de “desindustrialización asistida por el gobierno”."
"Contextualizando los datos del mercado laboral en función de la situación productiva comentada anteriormente, se observa que ante una caída de la producción industrial son los empleos de baja calidad los que comienzan emerger como respuesta a la insuficiente generación de trabajo. El empleo registrado en las industrias manufactureras a diciembre de 2017 registra 68 mil puestos de trabajo menos que en noviembre de 2015. Esta destrucción neta de puestos de trabajo equivale a una disminución del empleo formal industrial del 5,4%. Es, después del sector de la pesca y la minería, la rama de actividad más afectada en términos de empleo, aunque dada la mayor relevancia del sector industrial (equivale al 19% del empleo formal privado) es el sector que más empleados ha perdido."
"Motorizar el crecimiento económico sin la participación de la mayoría de los sectores productivos, o peor aún, sólo de aquellos donde se observa mayor precariedad laboral trae como consecuencia una merma en la calidad de los empleos de los argentinos por dos vías: 1) Por el tipo de modalidades ocupacionales que comienzan a gestarse como forma de insertarse en el mercado laboral que se encuentran ligadas a un mayor grado de inestabilidad laboral y, 2) Porque las remuneraciones que surgen del empleo que se va creando son más bajas, haciendo que se deprima el salario promedio de los trabajadores en conjunto."
"La creación de un puesto de trabajo en una rama de actividad no compensa la destrucción de uno en otra, al menos no lo hace si de empleo de calidad se trata. La industria remunera salarios por encima del promedio, a excepción de algunas actividades puntuales. Mientras que actividades como la construcción y el comercio lo hacen por debajo. De aquí se deriva la segunda vía de precarización, que no es otra cosa que el descenso del salario promedio del sector privado. La pérdida de los ingresos reales por aumento de los precios y precarización laboral explica por qué más personas se encuentran buscando trabajo; hecho que se evidencia a través del aumento en la tasa de actividad del 45,3% en el IV trimestre 2016 al 46,4% en el IV trimestre 2017. Cuando el ingreso familiar se ve reducido por la inflación, miembros de esa familia que no eran demandantes activos en el sistema laboral, pasan a serlo para compensar esa erosión."
"La deuda es quizás, el problema que en mayor medida posterga soluciones estables, al tiempo que juega un doble rol en las políticas del Estado: por un lado materializa el ingreso de divisas que este modelo necesita dada la impericia de hacerlo por vía de las exportaciones y de capitales (este último muy limitados en los últimos dos años, por debajo de los U$S 6 mil millones en todo el período); resuelve la falta de dólares para atender la política de apertura, y por otro se convierte entonces en una suerte de sostén inmodificable del funcionamiento macroeconómico impidiendo que la Nación ingrese a una fase de crisis fiscal y comercial externa de envergadura."
"El gobierno nacional introdujo recientemente en su discurso de agenda económica un dato relativo que debe mirarse cuidadosamente. En su particular interpretación exhibió como un logro discutible la reducción del déficit primario en las finanzas públicas; sin embargo, reveló que concomitantemente subió en 250% el déficit financiero, el cual es estimulado por los pagos de intereses de la abultada y vertiginosa masa de deuda emitida. Por ende, se produjo un recorte en las erogaciones públicas ajustando a los sectores más vulnerables y medios, encubriendo los costos financieros finales de la emisión de deuda llevada a cabo en pocos años, sin poder avanzar en definitiva en lo que para Cambiemos es la base de sustentación, que es la baja del gasto para luego acometer con la baja de impuestos y complementar las reducciones tributarias ya realizadas."
"Las políticas de apertura de la economía y los déficits comerciales experimentados en 2017 y el que se proyecta para el 2018 convierten al endeudamiento en el único proveedor transitorio de divisas y, al mismo tiempo, en el problema más severo que complica las finanzas públicas y la sustentabilidad de mediano plazo. Dicho en pocas palabras, lo que se tomó como deuda en Argentina se fugó o se consumió en el exterior, siendo tributario del uso de esos recursos una minoría de la sociedad. Al contrario de lo esperado, que es endeudarse para inversiones, para generar trabajo y valor agregado nacional, nos endeudamos para fugar privadamente la deuda ingresada, deuda que será pagada por todos los argentinos, la cual financió y subsidió el consumo externo de turismo y gasto superfluo de una minoría. La deuda de todos los argentinos provee los dólares necesarios que financian la acumulación de capital dinero y la fuga de algunos sectores, unas pocas firmas y personas, que se apropian del esfuerzo de toda una sociedad."
"Desde que Cambiemos empezó a gobernar es evidente la mayor concentración de la riqueza y la precarización laboral. El magro crecimiento económico no logra superar el aumento vegetativo de la población y apenas emparda, a más de 2 años, el nivel de actividad del año 2015, que no fue un buen año. La pérdida del poder adquisitivo de los salarios, de las jubilaciones y pensiones, de la AUH, de las asignaciones familiares, de los ingresos de los más vulnerables y de quienes tienen capacidades diferentes, son la consecuencia de un Plan de Gobierno que no contempla los intereses del pueblo como eje de su gestión. La falacia conceptual en la utilización de la palabra “gradualismo” es para evitar utilizar el vocablo correcto que describe el programa de gobierno, “el ajuste”."
"El Programa Gobierno de Macri, reinstala ex profeso el aumento serial de la deuda externa y alienta la especulación financiera con tasas de interés desmedidas para cubrir un déficit fiscal que, paradójicamente ellos mismos engrosan: reducción y eliminación de tributos a los sectores de mayores ingresos y a las rentas extractivas y agropecuarias extensivas, sumado al incremento del pago de intereses y servicios de deuda. La tan mentada inserción internacional fue sinónimo también de apertura comercial indiscriminada llevando a un máximo histórico el déficit en cuenta corriente externa y empujando al cierre de miles de PyMES que se encuentran con competencia desleal, tarifas imposibles de pagar y un consumo interno totalmente deprimido."
"La insustentabilidade inconsistencia del modelo no es un resultado del “gradualismo” para llegar a la meta de “pobreza cero” como prometió Cambiemos. Es la consecuencia ineludible de un plan de gobierno decididamente dirigido a favorecer a los sectores concentrados de ingresos: empresas internacionales con intereses locales, grandes capitales nacionales concentrados y sectores financieros de alta rentabilidad. Todos ellos hoy con altas tasas de ganancia pero que no reportan beneficios para la sociedad argentina en su conjunto."
(El documento completo de la Comisión de Economía del PJ bonaerense, acá.)
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