domingo, 24 de junio de 2018

ASÍ CUALQUIERA


Leíamos días pasado en Diario Bae que el gobierno celebró los resultados fiscales de los primeros cinco meses del año, porque viene reduciendo el déficit primario (antes de los pagos de la deudas), porque los ingresos crecen más que los gastos.

Claro que para lograr ese resultado tuvo que echar mano a recortar gastos por un lado, y mejorar ingresos por el otro.

Por el lado de los gastos y según cuenta la nota, "Los tres items del gasto que registran mayores recortes son los gastos de capital, subsidios y transferencias a las provincias. En el primer caso, la reducción ya fue (nominalmente) del 21%: el Gobierno incluso ejecutó la mitad de las partidas de vivienda que el año pasado. Respecto a los subsidios, la caída nominal fue 9% aunque hay disparidades: energía cayó 16% y transporte aumentó 4%, muy por debajo de la inflación. Por último, los giros a provincias para gasto corriente se redujeron 6%.".

Para que se entienda: mermó la obra pública, cayeron los subsidios a las tarifas al compás de los aumentos de gas y de luz, y los subsidios al transporte crecieron insignificantemente en terminos nominales, cayendo drásticamente frente a la inflación. También cayeron los giros a las provincias, vinculados o no a la coparticipación.

Por el lado de los recursos, podría pensarse que el gobierno tenía a mano la posibilidad de recuperar rentas que voluntariamente dejó de percibir, para mejorar el resultado fiscal; como las retenciones o Bienes Personales, pero no señor: los recursos que más aportaron para que el "Mago" Dujovne (un discípulo aventajado de madame Lagarde, que hace todo lo que le van a pedir, y antes) son las utilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES; el mismo que se comprometieron a liquidar en el acuerdo con el FMI.

Según el mismo artículo "En lo que va del año, el Tesoro registró ingresos desde esa vía por un monto de 22.380 millones de pesos, un 215% más que en los primeros cinco meses del año anterior.", y de ese total, una buena parte son los recuperos de los préstamos Argenta que el año pasado la ANSES repartió a lo pavote entre los jubilados y beneficiarios de la AUH, para que el macrismo pudiera ganar las elecciones.

Para que se entienda: Dujovne exhibe como un logro haber manoteado "la plata de los jubilados" (en un doble sentido: del FGS y de los bolsillos de los que sacaron préstamos a tasas usurarias), en lugar de afectar la renta de los grandes exportadores y del mundo de los agronegocios.

Eso sí, tanto sacrificio no fue en vano, porque al mismo tiempo que el déficit primario cayó un 44 % interanual, los pagos de intereses de la deuda crecieron un 48 % en el mismo período; o sea: tarea cumplida, el Estado se apretó el cinturón, expolió a los más débiles, y generó así un excedente, para poder pagar una deuda que pesa cada vez más en las cuentas fiscales, y pesará aun más, considerando la devaluación, porque la mayoría está nominada en moneda extranjera.

Vean si no la imagen de apertura, que demuestra como pese a una merma importante en el gasto, el resultado del ejercicio en plata constante y sonante es más o menos el mismo, por los pagos de la deuda. 

La forma más sencilla de entender como funcionará en la práctica el acuerdo con el FMI, que incluso será peor. Así cualquier consigue resultados para exhibir.

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