domingo, 10 de junio de 2018

TIEMPOS DE CAMBIO


Por A.C.

Otra vez la prepaga con aumento, y la cuota del colegio de los chicos se está poniendo imposible. Pero como les decís que se tienen que cambiar de colegio. Y la factura de la luz vino el triple, y el aumento enorme del gas.

El ladrón de la cochera otra vez la aumentó, pero que querés, no vas a dejar el auto en la calle, así que para cubrir habrá que dar de baja el todo riesgo y hacer un seguro más barato, y usarlo solo los fines de semana, porque con el precio liberado de la nafta, ahora es imposible usar el auto todos los días.

Ya hace tres meses que no pagás la cuota del círculo 70/30 para el otro auto que te pide tu mujer, y alguna vez se lo vas a tener que decir. Como el valor móvil del auto se fue a las nubes, la cuota también se fue al carajo en relación al 2014 cuando te metiste en el plan con una cuota que pagabas de taquito. 

Y por eso fuiste a la concesionaria y les pediste que pusieran en venta el plan, pero hace tres meses y no pasa nada. Cuando llamaste la semana pasada preguntando si apareció algún interesado, te dijeron que no y te ofrecieron comprar el plan los de la concesionaria. Te ofertaron el importe de cinco cuotas, y vos llevabas pagadas más de 40 cuotas, y cuando protestaste te dijeron que es el precio que fija el mercado para los planes caídos. Así que te tendrás que ocupar personalmente de vender el plan caído en un mercado seco, y además gastar unos mangos en un aviso.

Al que se sienta al lado de tu escritorio en el departamento contable de la empresa, le redujeron el trabajo a media jornada, porque las ventas cayeron mucho. Justo a él, que durante el gobierno anterior era el campeón de los mejores WhatsApp contra la yegua, por el impuesto a las ganancias y porque era una dictadura en la que no se podían comprar los dólares que cada uno quisiera.

Al impuesto a las ganancias, al final no solo no lo sacaron, sino que hoy pagás más que antes. Y los dólares, que vas a comprar dólares, si pasó los 25 hace rato, está pisando los 26 y no te alcanza el sueldo para llegar a fin de mes. 

El que ahora trabaja media jornada te mostró su factura de la luz, y te preguntaba a los gritos que podía hacer, con éstas tarifas y cobrando la mitad del sueldo, mientras te contaba quienes son los dueños de las empresas de energía  que están embolsando fortunas, y te nombraba a Mindlin y Calcaterra, socios de Macri, al amigo del presidente, Lewis y al accionista de Shell, el ministro Aranguren. No le creíste. Nunca escuchaste eso en los programas de televisión que ves. Pensaste que estaba furioso contra todos porque trabaja solo medio día y cobra la mitad. Pero después te sentaste en tu computadora y googleaste esos nombres y empresas. Era verdad lo que decía el campeón del WhatsApp.  

Y en eso te sonó el celular. Era tu vieja, una jubilada,  para contarte que el electricista le dijo que arreglar el motor de la heladera no valía la pena, que le convenía comprarse una nueva. Y te pidió que le dieras una mano. Le dijiste que estabas en el trabajo, que la llamabas a la noche. Primero pensaste en comprarle una heladera con la tarjeta, pero lo descartaste. La tarjeta está al rojo vivo. Hace meses que no tuviste otra alternativa que pagar el mínimo del resúmen, y con las tasas de ahora de más del 70% , se te hizo una bola de nieve que no sabés como vas a parar.

Y como ya no hay más planes con cuotas sin interés,  pensaste para salir del paso en darle el freezer que tenés en tu casa y que ahora practicamente no se usa. Ya no hacés grandes compras en el supermercado, porque los precios de hoy solo te permiten comprar lo justo. Y a veces menos. Por eso siempre mirás TN junto a tu mujer, no solo esperando que por fin descubran la ruta del dinero K, sino también para aprender como se puede ahorrar sustituyendo productos, reciclar ropa o ahorrar energía. Pero la guita no alcanza.

Y cuando volvías del trabajo, pasaste por la plaza que hay cerca de tu casa. Y escuchaste a un grupo de pibes jóvenes que mientras caminaban cantaban el hit del verano “Mauricio Macri la puta que te parió”. Y sentiste bronca, pendejos irresponsables, no entienden nada, deben ser choripaneros. 

Y seguiste caminando. Y te vino a la cabeza el aumento de la prepaga, las cuotas del colegio de los chicos, las facturas de luz y gas, Midlin, Calcaterra, Lewis, Aranguren, el precio de la cochera y la nafta, el plan caído del auto círculo,  las tasas de interés de la tarjeta, los precios del supermercado, la heladera de tu vieja. Y la bronca por esos pibes se fue transformando en un sentimiento desagradable, incómodo, amargo, en algo así como sentirse un estúpido. ¿Podrá ser? No sé, manejalo, te dejo la inquietud.

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