Primero fue nada menos que Nicolás Massot, el jefe del bloque de diputados del PRO, que cuestionó el uso de la prisión preventiva por algunos jueces, como "atajo legal para detener a ex funcionarios". A lo mejor prefería los chupamientos, por tradición familiar.
Luego vino Gil Lavedra, el asesor de Gerardo Morales, que sostuvo que con las prisiones preventivas de opositores “se cometieron algunos excesos”. No entró en detalles respecto a si estaba hablando del caso de Milagro Sala, que sigue presa.
Luego vino Gil Lavedra, el asesor de Gerardo Morales, que sostuvo que con las prisiones preventivas de opositores “se cometieron algunos excesos”. No entró en detalles respecto a si estaba hablando del caso de Milagro Sala, que sigue presa.
Después fue
Garavano, que dijo lo mismo, y que no era bueno que los ex presidentes fueran
requeridos por la justicia, para ir presos.
Algunos -como
Carrió- pensaron que hablaba de Cristina, y le saltaron a la yugular, pidiendo
su juicio político. A las pocas horas, la Cámara de Casación absolvía a Menem,
con el argumento de que había pasado demasiado tiempo sin que se resolviera su
situación procesal, aunque tenía condena a siete años y medio de prisión.
También apareció
Lipovetzky, el diputado sororo que se hiciera famoso en la discusión por la
legalización del aborto, que dijo lo mismo que los dos anteriores: en el uso de
la prisión preventiva contra opositores se cometieron algunos abusos, y
ejemplificó concretamente con el caso de Amado Boudou. Amado sigue preso, y ni siquiera le permitieron ir al velorio de su padre.
Y el último que se agregó a la lista hace apenas unas horas, y a raíz de la embestida de Carrio contra Garavano (*) fue Daniel Salvador, el radical vicegobernador de María Eugenia Vidal.
Y el último que se agregó a la lista hace apenas unas horas, y a raíz de la embestida de Carrio contra Garavano (*) fue Daniel Salvador, el radical vicegobernador de María Eugenia Vidal.
No es que de golpe
todos se hayan vuelto garantistas, o tuvieron un rapto de conciencia y se
arrepientan de haber promovido una cacería judicial de opositores, violando
todos los principios constitucionales y el debido proceso.
Lo que sucede es
más sencillo: están abriendo el paraguas porque saben que les queda poco, que
escupieron para arriba y que les puede terminar cayendo la escupida en la
cabeza, cuando se de vuelta la taba. O sea, se están curando en salud, digamos.
Y tampoco crean que
no nos dimos cuenta como viene la mano con la absolución de Menem: le están
metiendo presión a Pichetto, sacándole una excusa para no aprobar el desafuero
de Cristina, y meterla presa.
Porque una cosa es
haberse vuelto garantistas de golpe y reconocer que hubo abusos con las
prisiones preventivas de los opositores, y otra es ser boludos y arriesgarse a
perder las elecciones, y tener que desfilar ustedes por Comodoro Py.
Eso, o los jueces
juegan su propio partido y todavía no les avisaron como viene la mano. En ese
caso, es lo que se gana convirtiéndolos en imprescindibles aliados políticos.
(*) Ni piensen que nos vamos a comer la curva de la ruptura de Carrió con el gobierno por lo de Garavano y porque le acaban de echar los topos que tenía en la AFIP y le pasaban datos para los carpetazos.
En todo acaso si quieren hablamos del nuevo tarifazo retroactivo del gas, que es un tema mucho más interesante.
(*) Ni piensen que nos vamos a comer la curva de la ruptura de Carrió con el gobierno por lo de Garavano y porque le acaban de echar los topos que tenía en la AFIP y le pasaban datos para los carpetazos.
En todo acaso si quieren hablamos del nuevo tarifazo retroactivo del gas, que es un tema mucho más interesante.
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