¿Otra vez volvemos con eso de evaluar el
gasto público con criterios de rentabilidad empresaria propios de la actividad
privada, o sea la “tasa de retorno de la inversión” y cosas por el estilo?
¿Cuál es la razón
por la cual la inversión del Estado en infraestructura debería limitarse a
seguir la lógica del modelo productivo existente, en lugar de –precisamente-
intentar crear las condiciones para modificarlo? ¿A cuánto estamos
por ese camino de que vuelvan a hablar de “provincias inviables”, o que para serlo,
deban juntarse dos o tres y hacer una sola como proponía Cavallo?
Con ese marco
conceptual, ¿qué hacemos por ejemplo con la Constitución Nacional reformar en
1994, que en su artículo 75 inciso 2) dice que la distribución de recursos
entre la nación y las provincias “...se efectuará en relación
directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas
contemplando criterios objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará
prioridad al logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e
igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional ”?
¿Vos decís entonces
que como dolarizaron las tarifas y después vino una corrida cambiaria que
aceleró la devaluación del peso frente al dólar se encarecieron la generación y
el transporte de energía?
¿Y eso derivó en
que el Estado tuvo que aumentar los subsidios para poder pagarles a las
generadoras el mayor precio dolarizado del gas y la luz, y “compensar” a las
transportistas y distribuidoras porque eso aumentó sus costos en dólares?
¿Entonces estamos
en el peor de los mundos posibles, con tarifas impagables y subsidios que van
del bolsillo de los usuarios a los de las petroleras y generadoras de
electricidad? Quien lo hubiera imaginado.
Pero cómo ¿no era
que la emisión iba a ser cero y eso no iba a afectar el funcionamiento de la
economía porque la cantidad de dinero en circulación es un sotck exógeno
controlado por el Banco Central?
¿Ahora nos vienen
con que hay que imprimir billetes, porque la economía demanda monetizarse para
realizar las transacciones?
¿Qué viene después,
tendremos que salir de la economía del trueque para pasar a la del dinero de
curso legal y forzoso? Vayan despacio con los cambios, muchachos.
Como el culo, lo
dice la misma nota: su PBI se cayó a pedazos, en rangos que van del 5 al 21 %.
Siguiente pregunta.
Les hicieron creer
que podían bañarse, cepillarse los dientes y limpiarse el traste cuando iban al
baño, pero en la vida hay que elegir: o comés, u olés bonito; las dos cosas
juntas, imposible.
Pero ojo, eh, por
suerte evitamos ser Venezuela: allá no consiguen papel higiénico, acá no lo
podemos comprar, a menos que resignemos comprar fideos. Todo no se puede.
No te puedo creer
que a algunos de los estrategas geniales dadores voluntarios de gobernabilidad
que fuman en un garrafa y son realistas porque tienen que pagar sueldos y coso,
los volvieron a cagar.
Y además de
recortarles las transferencias para hacer obras, tampoco les dieron los avales
para endeudarse para hacerlas tomando crédito.
¿Me decís además
que los contratos de “participación pública privada” son un caramelo de vidrio
que no arranca porque con este nivel de tasas es imposible conseguir
financiamiento privado? Dolor Pichetto.
Te tengo malas noticias: ya está pasando.
¿Y ahora qué hacemos, quien va a servir el café en las reuniones, eh?
Sigan alentando la fuga de cerebros sin hacer nada al respecto, y después quéjense porque estamos como estamos.
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